Este próximo martes vence el plazo para que la Justicia resuelva si mantiene libre o detenido a Francisco Sáenz Valiente, el empresario que la madrugada del 31 de marzo dio en su departamento de la calle Libertad, en Recoleta, una fiesta donde hubo consumo de drogas. Hubo tres mujeres como invitadas. Una de ellas era Emmily Rodrigues, de 26 años, oriunda de Brasil, quien murió esa noche en un confuso episodio al caer al vacío desde un sexto piso.
El juez Martín Del Viso y el fiscal Santiago Vismara mantienen bajo arresto a Sáenz Valiente por la muerte de la joven, lo acusan del delito femicidio. Sin embargo, no explican cómo la mató o por qué. Simplemente, lo señalan, por “ejecutar acciones” que llevaron a la muerte, además del posible suministro de drogas, algo que Sáenz Valiente niega con vehemencia.
Dos de las mujeres que estuvieron esa noche -que ratificaron que el empresario no convidó estupefacientes- aseguraron que Rodrigues consumió tusi y cocaína, armando sus propias líneas. Esa combinación, según expertos en toxicología, puede producir una fuerte reacción adversa.
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Sáenz Valiente aseguró en su declaración indagatoria que Rodrigues se volvió “como poseída”, que comenzó a atacar a las personas en la fiesta y que a las 9.15, tras desnudarse, se arrojó por una ventana. El empresario, cabeza de firmas dedicadas a la minería y al agro, y dueño de campos en Entre Ríos; usó la misma expresión para alertar al 911 sobre la supuesta crisis psiquiátrica que sufrió la víctima.
Este sábado, Infobae accedió en exclusiva a una pieza clave del expediente: las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio, que muestran la llegada de Emmily.
Rodrigues arribó a las 4.21, según marca la cámara de seguridad de la entrada del edificio de la calle Libertad. Había estacionado su camioneta Jeep Compass a poca distancia, según mostraron cámaras de domo del Gobierno porteño que fueron requeridas por el fiscal Vismara. La joven brasileña estaba acompañada por dos mujeres más, Juliana Magalhaes, amiga del empresario, y una joven cubana llamada Dafne.
Emmily fue la primera en descender, vestida con un jean cortado y un top rosa: Sáenz Valiente la recibió y le abrió la puerta. Las imágenes no muestran ninguna tensión. Segundos más tarde, llegaron Dafne y Juliana Magalhaes. Arriba las esperaba Lía Figueroa, amiga del empresario, de nacionalidad argentina. Según su propio relato, Figueroa abandonó la fiesta al ver cómo comenzaba la supuesta crisis de Rodrigues. Incluso, tomó un vaso para defenderse de ella en caso de un ataque, mientras la tensión aumentaba.
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Las cámaras en el hall del edificio vieron a Emmily una vez más, según estima la fiscalía. Esas imágenes datan de las 6.48, cuando la víctima descendió para tocar el timbre, esperar unos segundos, hacer un gesto con sus manos y luego subir nuevamente.
La crisis que llevó a su muerte, de acuerdo a los testimonios de la causa, ya habría comenzado para ese momento, en un marco de “desesperación eufórica, terror y llantos” posiblemente causados por el consumo de drogas y alcohol.
Sobre el suministro de drogas, “dijo que no le ofreció nada a nadie jamás”, aseguró ayer el abogado Facundo Orazi, que lidera la defensa de Sáenz Valiente junto a Rafael Cúneo Libarona. “Tenía estupefacientes para consumo personal, que tomó antes de que llegaran las mujeres que vinieron. Él no invitó a nadie, lo llamaron para ir. No le convidó nada a nadie. Esto lo ratifican Lia Figueroa, Dafne y Juliana Magalhaes, las tres testigos. Todas declararon que Sáenz no le ofreció nada a nadie”, agregó.
“En su declaración, Dafne aseguró que tanto ella como Emmily se armaban sus propias líneas a la hora de consumir. Con Emmily, pertenecían a un grupo de chicas que van a lugares de alto poder adquisitivo, una serie de locales nocturnos de moda. En ese ambiente, el uso del ‘tusi’ entre las mujeres está extendido. La posibilidad de que la hayan llevado es alta”, finalizó.
Los abogados, confiados por la solidez de las pruebas que favorecerían a Sáenz Valiente, nunca pidieron la excarcelación.
Los resultados de las pericias toxicológicas a la sangre extraída al cuerpo de Rodrigues estarán disponibles en dos semanas. El forense Héctor Di Salvo, que practicó la autopsia al cuerpo, afirmó que las lesiones halladas son compatibles con la caída que sufrió.
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