En el mediodía de hoy, a cuatro días de que venza el plazo para que la Justicia resuelva si lo mantiene preso o lo libera, el empresario Francisco Sáenz Valiente —acusado de la muerte de Emmily Rodrigues, ocurrida en una fiesta de consumo de drogas en su departamento de Recoleta el viernes 31 de marzo— compareció nuevamente ante la Justicia. El juez Martín Del Viso y el fiscal Santiago Vismara, que lo acusan por el delito de femicidio, pidieron que amplíe su declaración indagatoria, que había realizado ampliamente semanas atrás.
Ahora, lo acusan de suministrarle drogas a la víctima —que según los relatos de testigos consumió tusi, cocaína y marihuana—, de portar una escopeta itaka de manera ilegal, que fue encontrada en el allanamiento a su departamento dentro de un estuche y de “ejecutar acciones” que llevaron a la muerte de Emmily en un marco de “desesperación eufórica, terror y llantos” posiblemente causados por el consumo de drogas y alcohol, según el expediente.
Efectivamente, Sáenz Valiente declaró ante el juez Del Viso, con la presencia de Vismara. Sin embargo, según asegura Facundo Orazi, abogado defensor de Sáenz Valiente, esas “acciones” que plantea el fiscal, quien lleva adelante la investigación, no fueron precisadas por la Justicia. Por esto, Orazi planea plantear la nulidad de la indagatoria de hoy. Sería, entonces, su primer movimiento de ataque en el expediente. Confiado por las pruebas, ni siquiera pidió la excarcelación de su defendido.
“Hay un tema con la forma en que están formulados los hechos que nos llevan a presentar la nulidad. No se le determina el modo. Se le dice que ejecutó acciones que llevaron a que Emmily muera. Pero no le determinan esas acciones”, afirma Orazi. “Se habla de ‘otras conductas ejecutadas’, que no se describen. Le pedimos al juez y al fiscal que las describa para defenderse, lo que no se hizo. Es un hecho indeterminado que le impide a la persona defenderse. Vamos a pedir que se declare nula la ampliación de la indagatoria en todo lo que se dictó por ese hecho. No puede defenderse adecuadamente si no se sabe de qué se lo acusa”, concluyó.
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Con respecto al arma, Sáenz Valiente es legítimo usuario. El permiso se encontraba vencido antes de la pandemia. El empresario “es proteccionista, la usaba para un posible disparo disuasivo en su reserva de animales en sus campos en Entre Ríos, donde suelen llegar cazadores furtivos”, explicó Orazi.
Sobre el suministro de drogas, “dijo que no le ofreció nada a nadie jamás”, siguió el abogado. “Tenía estupefacientes para consumo personal, que tomó antes de que llegaran las mujeres que vinieron. Él no invitó a nadie, lo llamaron para ir. No le convidó nada a nadie. Esto lo ratifican Lia Figueroa, Dafne y Juliana Magalhaes, las tres testigos. Todas declararon que Sáenz no le ofreció nada a nadie”, agregó.
“En su declaración, Dafne aseguró que tanto ella como Emmily se armaban sus propias líneas a la hora de consumir. Con Emmily, pertenecían a un grupo de chicas que van a lugares de alto poder adquisitivo, una serie de locales nocturnos de moda. En ese ambiente, el uso del tusi entre las mujeres está extendido. La posibilidad de que la hayan llevado es alta”, finalizó.
Los resultados de las pericias toxicológicas a la sangre extraída al cuerpo de Rodrigues estarán disponibles en dos semanas. El forense Héctor Di Salvo, que practicó la autopsia al cuerpo, afirmó que las lesiones halladas son compatibles con la caída que sufrió.
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