Como si fueran actores, una mujer boliviana de 51 años y un argentino de 39 se enfocaban en sus personajes antes de dar inicio a su plan. Desde Buenos Aires, se subían juntos a un colectivo de línea con tres grandes mochilas y simulaban ser familiares que se dirigían a disfrutar de unas vacaciones a Mendoza. Pero la realidad del viaje estaba alejada del turismo: entre las pertenencias que llevaban en el micro, transportaban 18 kilos de cocaína para vender en la provincia.
Ese era el modus operandi que llevaba adelante una organización que desde hace seis meses era investigada por la Jefatura de Lucha Contra el Narcotráfico, la cual los descubrió el último miércoles en plena actuación: detuvo a tres involucrados e incautó 17 ladrillos de la droga que se distribuía desde el departamento de San Martín.
La sustancia —que habitualmente ingresa al país desde el norte— no llegaba de manera directa a la provincia, sino que los narcotraficantes utilizaban un método para triangular el transporte de la misma sin levantar sospechas y evitar controles.
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Lo hacían desviando la carga hacia Buenos Aires, donde los sospechosos que simulaban ser novios se subían a un micro y empalmaban el tramo final hasta la ciudad mendocina, donde los esperaba el resto de la banda.
En este sentido, la pareja que resultó detenida en las últimas horas estaba encargada solamente del principio de esa fase del plan: una vez que arribaban a destino, el tráfico seguía a través de otro hombre de nacionalidad boliviana, residente en Palmira. Su rol era esperarlos en una camioneta en las inmediaciones de la terminal de San Martín para iniciar la siguiente etapa.
Desde el punto de encuentro todos continuaban el viaje hacia el Barrio Romanof de dicho departamento local. Desde allí se distribuían los 18 kilos de cocaína fraccionada, la cual que equivale a unas 36.000 dosis.
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Tras una serie de investigaciones, las autoridades encontraron a estos tres integrantes de la banda, a quienes descubrieron en plena actuación y detuvieron inmediatamente. Los sospechosos fueron identificados como Juan Carlos C. (39 años), Noel V. (28) y Marcelina L. (51).
Estas personas se sumaron a otras dos vinculadas a la investigación que habían sido arrestadas tiempo atrás. Se trata de Sergio Alejandro O. (22) a quien se le secuestro un total de 553 gramos de clorhidrato de cocaína, y Franco Nahuel A. (26) junto con Sergio Daniel P. de (49), a quienes se les incautó 104 gramos de la misma sustancia.
A partir de los arrestos de este miércoles, y por disposición del Juzgado Federal interviniente, las autoridades realizaron otros cuatro allanamientos en viviendas de la zona este y de Maipú, donde también se secuestró una importante cantidad de dinero, armas y vehículos, entre ellos una Fiat Estrada. Según fuentes policiales, el auto tenía pedido de secuestro activo desde el año 2022 por hurto agravado. En esa causa interviene la Unidad Fiscal de Robos, Hurtos y Automotores.
Al respecto del tráfico de drogas, los investigadores destacaron un factor que detectaron al momento de realizar la pericias, el cual les da un puntapié para encontrar al proveedor de la sustancia. Se trata de un sello bajo relieve con figura de un caballo con su jinete y un delfín que estaba ilustrado en los ladrillos. Con este dato analizan la posibilidad de establecer el proveedor como así también el país de origen.
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