A fines del mes pasado, personal de la División Investigaciones de la Comuna 3 de la Policía de la Ciudad capturó a Sheila Stephanie T., de 31 años, acusada de ser una ladrona y una viuda negra. El hecho que se le imputa no es típico de las mujeres u hombres que atacan en el medio de supuestas víctimas románticas, drogándolos con psicofármacos en sus bebidas tras ganar su confianza para desvalijarles la casa. Aquí, Stephanie -con la ayuda de una cómplice que se encuentra prófuga- directamente asaltó a su víctima a punta de cuchillo.
El hecho ocurrió el 14 de marzo pasado, en un departamento de la calle Azcuénaga, en las inmediaciones del Hospital de Clínicas. La víctima fue un hombre de 59 años, que reportó que conoció a la mujer y la invitó a su domicilio. Durante el curso de la noche, la viuda negra invitó a otra amiga. Poco después, ambas se volvieron contra su anfitrión y lo amenazaron con armas blancas para robarle el celular y dinero en efectivo. Después, escaparon. Horas más tarde, la víctima notó que le habían transferido 300 mil pesos de una de sus cuentas mediante una aplicación de celular.
Tras presentar la denuncia, que recayó en el fiscal Patricio Lugones y el juez Luis Schelgel, la fuerza porteña comenzó tareas de rastreo con el análisis de cámaras de seguridad. Ambas viudas negras fueron identificadas, junto con Gustavo Abel G., de 46 años, un ex electricista que vive en la calle Córdoba y que estaba bajo prisión domiciliaria con una tobillera electrónica, acusado de menudear droga.
Así, fueron por Sheila T., a la que encontraron un departamento de la calle Jean Jaurés. Gustavo G. fue encontrado en su domicilio. Se recuperó un teléfono celular Samsung, que podría ser el aparato de la víctima.
Dos días antes de la detención de Stephanie T., el Tribunal Oral N°20 condenó a prisión perpetua a Ariana Belén Domínguez y Rocío Barreto Vera, de 20 y 21 años, las viudas negras acusadas del violento crimen del jubilado Adrián Muñoz, asesinado de 22 puñaladas en su departamento de Núñez en mayo de 2021, un caso investigado por el fiscal José Campagnoli. El cuerpo fue descubierto por una familiar de Núñez: los dos cuchillos con que lo asesinaron todavía estaban en su espalda.
Un video de cámara de seguridad lo había captado en la noche del día anterior, acompañado de dos mujeres jóvenes de baja estatura, sus caras tapadas por barbijos. Las asesinas le habían robado al parecer, con un faltante de cien mil pesos, un revólver cromado calibre 22, hasta sus raquetas de tenis. Un billete con restos de cocaína quedó en la escena, con el cuarto de la víctima revuelto, no así el resto de su domicilio. Luego, otra cámara las vio irse.
Dos semanas después del crimen, Domínguez y Barreto Vera fueron arrestadas tras una investigación del fiscal Campagnoli y los secretarios Manuel Espinal y Agustín Serra, con jurisdicción en Núñez-Saavedra. La Policía Bonaerense las capturó en la villa San Petersburgo y en Isidro Casanova, también participó en la investigación la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja de la Procuración, que Campagnoli encabeza.
Seguir leyendo: