A casi 15 días del asesinato de Beatriz Zaramatti, de 78 años, el fiscal que lleva adelante la investigación pidió la prisión preventiva para el acusado de matarla a golpes en la cabeza con una plancha bifera. El pedido se hizo considerando que el criminal, Luis Alberto Almeida, ingresó a la casa de la mujer con la intención de robarle dinero y la asesinó para ocultar el hecho.
La mujer, que era madre de un concejal del Partido de La Costa, vivía en la localidad balnearia de Mar de Ajó. Aquella noche del domingo 26 de marzo, el asesino la redujo tomándola fuertemente de los brazos y luego la golpeó reiteradas veces. Almeida era inquilino de otra unidad que la víctima poseía dentro del mismo complejo de dúplex en el que ella vivía.
Según el fiscal, tras matar a la dueña de casa, el hombre subió a la planta alta de la vivienda y robó 1.000 dólares y 245.000 pesos que ella guardaba en una caja dentro de un placard, y luego escapó. Respecto de este dato, su hijo, Sergio Omar Santana, había asegurado durante su declaración que su madre era confiada frente a sus inquilinos y que había contado dinero frente a ellos en los últimos días.
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Luego de tres días de incertidumbre, Almeida fue capturado por detectives de la Felegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Dolores y de la Sub DDI de La Ciasta, en un domicilio alternativo del imputado, ubicado en Lebensohn al 300 de Mar de Ajó, a unas diez cuadras del sitio donde fue asesinada Zaramatti. Al mismo tiempo logró ser detenido a partir de una serie de imágenes de cámaras de seguridad en las que se lo veía ingresar y salir de la casa de Zarametti en reiteradas oportunidades. Esos elementos se sumaron a un par de zapatillas y una sábana con aparentes manchas de sangre, secuestradas previamente en un allanamiento dentro del complejo de dúplex.
Luego, al ser indagado, el hombre se negó a declarar, acompañado por un defensor oficial, y fue imputado por el delito de “homicidio agravado criminis causa, en concurso real con robo agravado por uso de arma impropia”.
Según la investigación del caso, el cadáver de la mujer, profesora de educación física jubilada, fue hallado el lunes 27 de marzo a las 17.30 por su propio hijo, Sergio Omar Santana (53), concejal por el PRO y vicepresidente primero del Concejo Deliberante del Partido de la Costa.
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En su declaración, Santana, sostiene que fue a la casa de la madre porque no le contestaba los mensajes. Por esa razón dejó sus vacaciones en Entre Ríos y fue a verla. La mujer fue hallada tendida en el piso de la cocina y se presume que estaba preparando la cena cuando fue atacada, ya que una de las hornallas estaba encendida, y sobre la cocina, a un costado, había una olla con agua.
La autopsia reveló que sufrió una hemorragia cerebral por los golpes recibidos en la cabeza con la plancha churrasquera circular de hierro, de 28 centímetros de diámetro y mango de madera, que fue incautada en el lugar de los hechos por personal de Policía Científica.
Vecinos del complejo en el que residía declararon por su parte en la causa que la habían visto por última vez cerca de las 18 del domingo del crimen, y uno de ellos precisó que escuchó su voz alrededor de las 21.30 de ese día.
Desde un primer momento todo apuntaba a que se trataba de un robo ya que en la casa faltaba dinero en una caja donde ella solía guardarlo y anotaba lo que ponía o sacaba.
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