Los dos menores presos por el homicidio del empresario Andrés Blaquier protagonizaron un violento episodio cuando intentaron fugarse durante un traslado por la autopista Panamericana en un vehículo penitenciario que iba a 100 kilómetros por hora. Uno de ellos golpeó brutalmente a uno de los celadores, mientras el otro, desde atrás, le cruzó la cadena de las esposas por el cuello a un segundo guardia, para ahorcarlo.
Al mismo tiempo, los menores detenidos les gritaban al chofer de la camioneta que detenga el vehículo y comenzaron a golpearse las cabezas entre sí y a darlas contra las ventanillas del vehículo con la intención de autolesionarse y culpar a los celadores. Los amenazaban con un “¡les va a recaber!”, mientras se reían y aseguraban que iban a denunciarlos por provocarles esas heridas, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
El ataque comenzó cuando uno de los menores gritó “¡ahora!”. Sin embargo, la acción coordinada duró pocos minutos: los guardias pudieron controlar la situación, aunque debieron ser atendidos por politraumatismos y lesiones cortantes en la cabeza.
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El episodio ocurrió el 22 de marzo pasado, pero trascendió en las últimas horas. Fue cuando los menores regresaban a los centros de detención en los que estaban alojados. Habían asistido a una rueda de reconocimiento por el robo de la moto verde en la que, de acuerdo a la investigación, interceptaron a Blaquier para robarle.
Luego de la secuencia, por la que se labraron actuaciones y se tomaron declaraciones a los celadores, el mayor de los menores pidió dejar el Instituto Almafuerte de Morón, en el que estaba alojado, y fue trasladado a Lomas de Zamora. “Apenas llegó, en la entrevista de admisión, le dijo a un psicopedagogo que había intentado escapar porque tenía ‘problemas de convivencia’”, indicó Ramiro Salaber, el abogado de la familia del agropecuario asesinado.
A la vez, le advirtió al profesional que “era más sencillo evadirse” en ese nuevo centro de detención. “Acá veo muy fácil para escaparme”, agregó.
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El juez de Garantías del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil que interviene en el caso envió un oficio al Centro de Detención de Lomas de Zamora para que arbitre las medidas necesarias para evitar que el menor escape. Esa medida fue acompañada por Salaber que, además, solicitó que no se realicen más traslados, “excepto que se trate de extrema urgencia”, indicó el abogado.
“Nos preocupó que, luego de intentar escaparse, intentaron inculpar a los guardias. Ya tienen códigos y saben qué hacer. Me pregunto qué hubiera pasado si eran alojados juntos, tal como ellos pidieron”, deslizó Salaber sobre los menores.
“En la actualidad, a los 16 años los menores ya son punibles. Saben lo que hicieron, pero un chico de 15 ya saben lo que es matar. Saben que salen, por lo que son utilizados por los mayores para cometer delitos. No se trata de darles perpetua o enviarlos a la cárcel por un robo, pero en el caso de un homicidio, alguna condena hay que darles”, indicó.
“No vale nada la vida propia. Fue una locura: iban a 100 kilómetros por hora por Panamericana”, dijo el abogado. “En lo inmediato hay que tomar medidas, a largo plazo, hay que realizar mejoras en el sistema carcelario y combatir el estado de marginalidad en el que crecen con educación social”, opinó sobre la problemática.
La instrucción por el homicidio de Blaquier entró en la etapa final. “Solo restan algunas pruebas para que sea elevada a juicio”, indicó el abogado. Los menores están procesados con prisión preventiva por homicidio criminis causa.
El crimen ocurrió el sábado 29 de octubre pasado, en el kilómetro 50 de la autopista Panamericana, cuando los dos adolescentes, a bordo de una moto, se pusieron a la par del empresario, que no se resistió al robo. De todos modos, lo balearon para hacerlo caer y robarle la moto BMW GS1200 negra en la que regresaba al country Martindale de Pilar.
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