24 horas de violencia sin freno en Rosario: dos crímenes y dos escuelas baleadas por sicarios

Entre la noche del sábado y la madrugada de este domingo la violencia volvió a adueñarse de Rosario: hubo dos asesinatos y también balearon dos escuelas. Los homicidios son investigados por el fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo. En uno de ellos, la víctima fue un adolescente de 15 años que se encontraba junto a su hermano de 17, que resultó herido de bala. En cuanto al ataque a los colegios, ocurrieron en la zona Noroeste de la ciudad y, al menos, en uno dejaron una nota con contenido intimidatorio.

Andrés Gustavo Filippi fue la víctima del primer crimen de las últimas 24 horas. El adolescente de apenas 15 años fue baleado en Garibaldi y Patricias Argentinas, en barrio Tablada, en la zona Sur de Rosario. De acuerdo a la revisión hecha por los médicos forenses, tenía heridas de arma de fuego en el tórax, abdomen, espalda, en la pierna izquierda y en el antebrazo derecho. En el caso de su hermano, fue asistido por varios impactos en la pierna derecha.

Peritos incautaron en la escena del homicidio 11 vainas servidas calibre 9 milímetros. Según los testimonios que fueron tomados a testigos, los sicarios abrieron fuego desde un auto gris, aunque se desconocía el trasfondo de la balacera.

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El otro asesinato tuvo lugar en Laguna del Desierto al 3.500, en la zona Sudoeste, donde fue hallado el cuerpo de Brian Nahuel Benítez, de 26 años, con heridas de bala en el cráneo, en el abdomen, en el brazo derecho y en la pierna izquierda.

Del último ataque no hay datos sobre la mecánica. Es por eso que el fiscal Ferlazzo ordenó a la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal relevar todas las cámaras de la zona y tratar de dar con algún testigo que pueda dar información.

Con estos casos, el departamento de Rosario acumula 87 crímenes en lo que va del año, según el Observatorio de Seguridad Pública, organismo provincial integrado por el Ministerio de Seguridad y el Ministerio Público de la Acusación. De ese número, 26 ocurrieron en enero, 32 en febrero, 22 en marzo y 7 en abril.

Por otra parte, hubo atentados, algo que se preveía en la antesala al fin de semana largo, cuando el Ministerio de Seguridad ordenó vallar varias comisarías de Rosario cuyo frente está completamente vidriado. Dicha medida se había tomado en un contexto de extrema violencia: el miércoles pasado, sicarios habían prendido fuego con una bomba molotov un patrullero de la Policía de Acción Táctica que estaba estacionado frente a la seccional 15, y horas después fue baleado desde una moto el complejo penitenciario situado en 27 de Febrero al 7.800.

Las instituciones atacadas entre el sábado y la madrugada del domingo fueron la escuela N° 84 “José Mármol”, ubicada en Larrea al 300, en barrio Ludueña, y el Complejo Educativo “Rosa Ziperovich” de Sabín y Juan B. Justo.

Según los datos aportados por investigadores policiales al fiscal de Flagrancia en turno Lucas Altare, en la escuela de barrio Ludueña dejaron una nota intimidatoria, cuyo mensaje no trascendió.

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Por su parte, en el Complejo Educativo “Rosa Ziperovich” impactaron seis balas. En ese edificio funciona la escuela bilingüe Cacique Taigoyé a la que asistía Máximo Jerez, el nene de 12 años que quedó en medio de una balacera contra un búnker el pasado 5 de marzo en el asentamiento “Los Pumitas”, situado en el barrio Empalme Graneros, en la zona Noroeste. Y, casualmente, había sido atacado a tiros el mismo fin de semana en el que fue acribillado Jerez.

En lo que va del año ya son varias las escuelas de distintos barrios de Rosario que suspenden la actividad –a veces un turno, otras, una jornada completa– luego de que el personal encuentre notas intimidatorias dirigidas a presos, que nada tienen que ver con el lugar. En otras ocasiones, como las ocurridas en las últimas horas, directamente se infunde temor a través de atentados a tiros.

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