El 26 de abril de 2022, pasada la medianoche, un bote semirrígido se acercó al lado izquierdo de la proa del buque de la empresa Grimaldi “Grande Buenos Aires” que estaba amarrado en el puerto de Zárate. El barco habría zarpado desde la República del Paraguay, con destino final a Amberes, en Bélgica, aunque con una escala previa en el puerto brasileño de Santos.
Cubiertos por la oscuridad -las luces de la embarcación de gran porte estaban apagadas- los narcos comenzaron a dar rienda a la modalidad de “rip off” o “gancho ciego”: embarcaron desde la lancha al buque y, con ellos, cargaron tres bolsos con 78 kilos de cocaína, sin saber que estaban siendo registrados por una cámara de vigilancia.
Al día siguiente, horas después del arribo del buque a la Terminal Zárate, personal de Aduanas detectó que un contenedor, cuya carga original era de granos de chía, poseía sus precintos cortados. Lo revisaron y encontraron la droga.
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La secuencia filmada, a la que tuvo acceso Infobae, desencadenó una serie de allanamientos de la Dirección General de Operaciones Antidrogas Hidrovía del Paraná de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA, que ocurrieron esta semana.
Como dato relevante, destacaron los investigadores, en el interior de uno de los bolsos que contenía la droga fue hallado un precinto sin utilizar, de color amarillo, del tipo cuello de botella, similar al que se encontró cortado en la puerta del container.
También se hallaron otros elementos, como una soga, un hilo del tipo tanza de color flúor, guantes de cuero para trabajar y una colilla de cigarrillo.
Esa colilla de cigarrillo fue incautada por los investigadores federales con un motivo: el juez federal de Campana Adrián González Charvay ordenó que se extrajeran muestras de ADN de todos los elementos encontrados y que se hisopara la totalidad del buque para detectar alguna complicidad a bordo de la maniobra.
El procedimiento llegó a una celda del módulo 6 del penal de Ezeiza, donde está alojado desde agosto pasado Gabriel Andrés Nicolau, alias “El Vecino”, uno de los colaboradores de José Damián “Tano” Sofía en el frustrado envío de 1.658 kilos de cocaína a Dubai, detectado en Rosario en agosto de 2022.
La clave, los precintos
La investigación se centró sobre los precintos que fueron descubiertos por los agentes. Poseían una numeración de origen, con la marca de su fabricante, “DW”. Esa firma indicó que uno de sus clientes, dedicado a comercializar y revender productos de seguridad, había hecho una adquisición de 100 precintos tipo cuello de botella.
Ese cliente, a la vez, había comercializado los precintos a una tercera empresa, siendo la primera y única compra que le habían realizado. El negocio fue gestionado vía mail, el pago se efectivizó en un cajero de la red Banelco y los tickets del depósito llegaron por correo electrónico. En esos comprobantes figura una persona a cargo de la transacción: Luis Moncada, quien aparece como responsable de la sociedad CE & S S.R.L., dedicada a brindar servicios empresariales y de gestión aduanera para el transporte de mercadería.
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El hecho de que se trataba de una compañía con domicilio en un edificio en la localidad bonaerense de San Miguel y de un abonado telefónico con característica de Rosario, llamó la atención de los investigadores.
Se estableció, entonces, que en el domicilio de dicha empresa no existía la firma en cuestión, mucho menos Moncada.
Sin embargo, se supo efectivamente que CE & S S.R.L. contaba con la participación societaria de cinco personas, de las cuales uno de ellos poseía vínculos comerciales con otra empresa, Hankar S.R.L., dedicada a la venta de cereales. Hankar también figuraba como titular de un vehículo de alta gama, un BMW X6, cuyo autorizado para conducirlo había sido uno de los principales investigados en la Operación Rosario-Dubai por la que fue acusado el “Tano” Sofía.
A la vez, durante ese procedimiento, a Nicolau se le había secuestrado un DNI apócrifo con su fotografía y el nombre de Luis Moncada, es decir, el comprador de los precintos del contenedor en el que se encontraron los 78 kilos de cocaína era, en realidad, del narco conocido como “El Vecino”.
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