Fuentes de la Policía de la Ciudad aseguran que el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni no alertó a la fuerza porteña de su llegada en el helicóptero a la protesta de colectiveros por el crimen del chofer Pedro Daniel Barrientos, lo que impidió montar un operativo de seguridad de forma adecuada. El disturbio que ocasionó su presencia terminó con el ministro herido a golpes de puño y piedras en el rostro. Luego, tuvo que ser evacuado por la fuerza porteña en un auto particular, con un casco de ciclista en la cabeza. El disturbio continuó, con ocho oficiales que sufrieron heridas leves y fueron atendidos por el SAME.
Ahora, la Justicia porteña investiga la situación, con un expediente a cargo de la Fiscalía Penal y Contravencional N°31 por los delitos de lesiones leves, atentado y resistencia a la autoridad. Por el momento, no hay detenidos.
Durante los incidentes producidos en la esquina de General Paz y la avenida Juan Bautista Alberdi, el SAME debió asistir a once personas. Seis personas debieron ser trasladadas a diversos centros médicos como el Hospital Santojanni. La protesta fue protagonizada por compañeros de Barrientos de la Línea 620, en medio de un paro masivo de colectivos para la zona oeste encabezado por la UTA, que confirmó que a la víctima del crimen le quedaba un mes para jubilarse.
Por lo pronto, hay un detenido por el crimen de Barrientos, cometido en la madrugada de hoy en el barrio Vernazza, que enfrentará una rueda de reconocimiento en el expediente investigado por la UFI de Homicidos de La Matanza a cargo de Gastón Dupláa. Un auto fue hallado quemado esta mañana en la zona: se investiga si pertenece a los delincuentes que cometieron el hecho.
El crimen ocurrió a las 4:30 de hoy en el kilómetro 41 de la ruta 3, cuando Barrientos comenzaba el servicio. Un grupo de delincuentes se subió a la unidad y comenzó un tiroteo con un policía de la Ciudad que ya se encontraba allí. Producto del enfrentamiento, Barrientos recibió un disparo en el pecho que le quitó la vida al instante. En la escena del hecho se encontró un arma con pedido de secuestro, emitido por una comisaría de El Palomar.
El oficial que protagonizó el tiroteo, que se desempeña en el Departamento Operaciones Urbanas de Contención de la fuerza porteña, volvía a su domicilio luego de prestar servicios. Por lo pronto, no está imputado de ningún delito y declara como testigo en la causa. Su arma fue secuestrada para ser peritada.
Las repercusiones al ataque llegaron rápidamente de diversos sectores del arco político.
Patricia Bullrich, por su parte, aseguró tras criticar las políticas de seguridad del kirchnerismo: “No admito la violencia contra la autoridad, ni hoy ni cuando fuimos víctimas. La autoridad y el orden son necesarios y se construyen con el ejemplo, estando siempre del lado de la institucionalidad y no solo cuando conviene”.
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