Un insólito episodio ocurrió ayer al mediodía en la esquina de Libertador y Olazábal, barrio de Belgrano, que fue filmado por testigos, cuando siete millones de pesos volaron en el aire tras un intento de robo motochorro.
Personal de la Comisaría Vecinal 13A de la Policía de la Ciudad intervino en el hecho. Al llegar, se encontraron con un joven cadete llamado Juan Cruz, de 26 años, que según él mismo se disponía a depositar el monto en un banco cercano, con el dinero dentro de una mochila negra.
Al caminar hacia la sucursal, un delincuente lo cruzó y le exigió que le entregue la mochila. Así, ocurrió un forcejeo. La mochila se abrió parcialmente y el dinero comenzó a volar. Frustrado por no poder cometer el robo, el ladrón escapó hacia General Paz por Libertador. Al ver los billetes, un grupo de transeúntes se acercó a ayudar al cadete a recuperarlo.
Sin embargo, el joven se encontró con una sorpresa. Lo que podría haber sido un caso de tentativa de robo fue finalmente un robo. Al hacer el recuento, notó que le faltaban 70 mil pesos. Según su sospecha, uno de los transeúntes que se acercó a ayudarlo aprovechó para llevarse los billetes.
El caso es investigado por la fiscalía de Núñez-Saavedra, a cargo de José Campagnoli, informaron fuentes del expediente. El propio cadete fue quien denunció el hecho el jueves por la tarde, horas después del ataque. El dueño del dinero, por lo pronto, es un desconocido para los investigadores.
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El hecho, a simple vista, parece una típica salidera bancaria. El tránsito de cadetes con dinero en la ciudad de Buenos Aires es propio de los trámites de empresas y particulares. También puede ser un área gris, posiblemente vinculada a las cuevas financieras. Hay un caso histórico que ilustra el punto.
En julio de 2020, plena pandemia, la división Captura y Búsqueda de Prófugos de la Policía de la Ciudad realizaba un control en Ayacucho y Las Heras, barrio de Recoleta, cuando vieron una moto sin patente conducida por un cadete de mensajería. Intentaron frenarla con sirenas y balizas, pero la moto se dio a la fuga. Tras una breve persecución, la interceptaron. Patente, efectivamente, no tenía, pero sus números de chásis y motor no tenían pedido de captura alguno. Así, registraron la mochila del cadete que la conducía y encontraron 3,2 millones de pesos y 130 dólares que el cadete no pudo justificar.
Tras una consulta con el Juzgado Federal N°9 a cargo del juez Luis Rodríguez, en turno ese día, el cadete, llamado D.P., ex empleado de varias empresas, que 12 años atrás integró el directorio de una sociedad anónima, quedó detenido, con el dinero secuestrado. Las hipótesis eran simples: la mochila cargada podría ser, por ejemplo, un lote correspondiente a una cueva financiera.
Pocos días después, en medio de una ola de incautaciones a nivel nacional de lotes de dinero en negro, apareció en en el juzgado de Rodríguez un abogado que aseguró que el cadete es su pariente y que el dinero es suyo.
El abogado, de 45 años, porteño, registrado en los rubros de negocios inmobiliarios de la AFIP, integra desde 2018 una sociedad dedicada en los papeles al negocio del cambio de dinero según el Boletín Oficial. En su relato, el hombre aseguró que el cadete “le hacía de custodio” del dinero en un traslado.
El cadete, que declaró que huyó de la policía porque creía que le iban a robar, quedó libre. El caso fue investigado en un comienzo como un hecho de lavado de activos.
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