“Mi mamá había hecho más de tres denuncias en 2019, 2021 y 2022 [...] La última vez que la vi, fuimos a hacer una denuncia a la Comisaría de la Mujer. Mi mamá estaba desfigurada, con moretones por toda la cara, la frente y los brazos. Fue en enero de este año”. La que habla es Sol, la hija mayor de Ana Lorena Domínguez, la mujer de 43 años que fue hallada asesinada en el hotel donde vivía en el barrio porteño de Barracas. Su pareja y padre de sus tres hijos menores, Alberto Gordillo (45), fue detenido por el femicidio.
Justamente, este lunes trágico, y mientras la Policía de la Ciudad hacía las pericias en el cuarto de 4x4 metros de la segunda planta del edificio de la avenida Martín García 896, en el Sur de la Ciudad de Buenos Aires, Sol (25) llevó al baño una de las mellizas de 4 años de la víctima que había quedado al cuidado de una vecina. Fue allí que le contó a su hermana que su “papá había pinchado con un cuchillo a su mamá”.
Ese mismo lunes, momentos antes del secreto de la niña, Gordillo le había dicho a la Policía que cuando se levantó de la cama encontró a Ana Lorena tendida en el piso sin vida y por eso llamó al 911. La mujer presentaba dos puñaladas en el abdomen. Fue el último ataque, lamentablemente, no fue el primero.
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Fuentes de la investigación explicaron este martes a Infobae que Ana Lorena efectivamente había hecho tres denuncias contra el padre de sus hijos mellizos de 4 años y su bebé de 2.
El 6 de diciembre de 2019, a las 21.30, Ana Lorena se presentó en una comisaría del barrio porteño de Barracas para hacer una denuncia por violencia doméstica. Según confiaron las fuentes del caso, y consta en la imagen que ilustra esta nota, se le dio un botón antipánico, se le otorgó una consigna policial en la puerta de su casa y fue acompañada por los agentes hasta su domicilio para cuidar que quede a “resguardo”.
“Tres días después, el 9 de diciembre, fue ella misma la que solicitó que la custodia cese, porque se había arreglado con su marido. En 2021 tuvieron al último hijo de la pareja”, describieron las fuentes judiciales consultadas por este medio, pero remarcaron: “Desde agosto de 2021, los fiscales porteños ya no desestiman estos casos por más que la mujer diga que no quiere seguir con la causa, porque se considera que ella está en un círculo de violencia del que no puede salir”.
En ese sentido, en diálogo con A24, Sol reveló que su madre a veces retiraba las denuncias porque “obviamente recibía amenazas”, y lamentó que nadie la hubiera advertido ni actuado ante esa situación.
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“Mi mamá siempre fue una trabajadora súper esforzada. Siempre le gustó trabajar”, continuó Sol, la mayor de los siete hijos de Ana Lorena, y contó que la víctima cocinaba para un comedor comunitario en Barracas, sirviendo comida a niños y mujeres sin hogar. En cambio, aclaró que Gordillo “vivía” de su madre y que ella le había dado tres teléfonos celulares, que él vendió para comprar drogas.
Justamente, además de contravenciones durante la pandemia, Gordillo tiene varias causas. Según destacaron las fuentes consultadas por Infobae: “El 21 de noviembre de 2017 le labraron un acta por trapito (cuidacoches) y el 16 de diciembre de 2020 fue arrestado por atentado y resistencia a la autoridad“.
Además, destacaron que “el 20 de diciembre de 2021 le libraron un pedido de captura por amenazas tras una denuncia de Ana Lorena” y que lo atraparon el 1° de enero de 2022. “El 9 de junio de ese mismo año, la víctima lo volvió a denunciar por amenazas”, detallaron. Ninguna de esas dos actuaciones figura en fiscalías porteñas, explicaron las fuentes consultadas por este medio.
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Este lunes, el cuerpo de Ana Lorena yacía sin vida sobre el piso de la habitación en la que vivía con los mellizos de 4, el chiquito de 2 y Gordillo. Fue personal del SAME el que constató el fallecimiento.
En un inicio, el magistrado a cargo del caso dispuso actuaciones por “averiguaciones de muerte”, y le pidió las pericias a la UCM: así se descubrió que “la víctima tenía dos heridas corto punzantes en el abdomen” y que llevaba al menos 12 horas muerta. De inmediato, el juez del caso solicitó la detención de la pareja de la mujer asesinada.
Luego, vecinos del lugar, que se quedaron con los chicos al llegar la Policía, indicaron a los agentes de la Ciudad que, “comúnmente, se escuchaban gritos y discusiones entre la pareja” y que el imputado presentaba antecedentes por amenazas y violencia de género.
La frase que la nena de 4 años le dijo a su hermana Sol cuando la llevaba al baño fue clave para el caso.
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