El descampado se encuentra a la vera de la Ruta Provincial N°40, avenida Ricardo Balbín, a la altura de Puente de Hierro, en la localidad de Mariano Acosta. Es un predio de unas siete cuadras de largo, por una de ancho, cercado por las calles Lafayette y Gabriela Mistral, con sectores por los cuales ni siquiera pasó Google Maps. Por allí, dos niñas de 8 y 9 años paseaban junto a su abuela cuando hicieron un hallazgo atroz.
Las nenas le dijeron a su abuela que había visto el cuerpo de un hombre en un zanjón que está en el descampado, unos 10 metros para adentro de la calle Lafayette. La mujer, jubilada y vecina de ese barrio del partido de Merlo, constató los dichos de sus nietas y enseguida le avisó a un cortador de césped de la zona para que llame al 911, según pudo reconstruir Infobae.
Al llegar al descampado, agentes de la Comisaria Merlo 6ª encontraron un cuerpo en estado de descomposición y quemado. Al girarlo, detectaron que tenía ambas manos atadas hacia atrás. A pocos metros del lugar del hallazgo, además, había restos de una fogata pequeña que ya estaba extinguida.
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El cuerpo, que aún no fue identificado, pertenece a un hombre de entre 20 y 30 años, de 1,70 de estatura, con cutis trigueño, cabello corto y rapado a los costados con claritos. Tenía quemaduras en el rostro y en la parte superior del torso. “También presentaba cuatro heridas cortantes en el cuero cabelludo”, explicó un investigador a este medio.
De acuerdo a los peritos, la data de muerte era superior a las 72 horas: o sea, del viernes pasado o anterior. Vestido con un jean azul, una remera blanca con vivos rojos, verde y azul y un par de zapatillas verdes marca DC, la víctima no llevaba ningún tipo de documentación.
Pero sí detectaron que el cuerpo poseía varios tatuajes, que pueden resultar claves para su identificación: una copa Libertadores de América con el escudo de River Plate en la pantorrilla izquierda, una imagen del Gauchito Gil en el antebrazo izquierdo y un payaso en el antebrazo derecho.
Este lunes, tras obtener los resultados preliminares de la autopsia, el fiscal Oscar Marcos, titular de la UFI N° 4 de Morón, que quedó a cargo de la investigación, pudo tener en sus manos la causa de la muerte: lo asesinaron a golpes en la cabeza.
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“De momento, la investigación se centra en determinar no solo la mecánica del hecho, sino también la identidad de la víctima”, explicaron a Infobae fuentes con acceso al expediente. Para ello, el fiscal Marcos ordenó una serie de pericias extra, entre ellas, un informe del molde de la dentadura y un análisis de las huellas dactilares.
Fuentes policiales explicaron que, hasta ahora, se han cotejado registros de búsquedas de personas pendientes en esa zona y localidades aledañas, pero las características físicas de la víctima y/o los tatuajes del cuerpo no son compatibles con ellos.
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