El cuerpo de Alicia Scerbo, una empleada del área de Relaciones Institucionales de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) de 62 años, fue hallado el 22 de marzo pasado por los bomberos de San Martín cuando apagaron las llamas en la casa de su ex pareja de Villa Ballester. Los homicidas la habían maniatado y amordazado. Según confiaron fuentes del caso a Infobae, lo que no sabían los investigadores por entonces es que “la sofocaron con dos delantales de cocina”.
El resto del trabajo de los detectives, comandados por la fiscal Alejandra Burgues, de la UFI N°1 del departamento judicial de San Martín, determinó que fueron, al menos, tres sospechosos los que estuvieron involucrados en el crimen, según pudo saber este medio. Son intensamente buscados.
Pero hay más: para los investigadores la hipótesis del homicidio durante robo cobra fuerza, aunque no se deja de lado que la casa de Profesor Simón y Villarroel que cuidaba la víctima la noche en que la mataron era de su ex pareja, quien está preso por comercialización de estupefacientes, confirmaron las fuentes consultadas.
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“Si bien esa versión no está comprobada por el momento, no se descarta tampoco que todo esté vinculado”, agregaron sobre todo por la saña con la que atacaron a Alicia.
La autopsia al cuerpo de la víctima fue el puntapié inicial para empezar a desentrañar la trama del crimen: los forenses determinaron que la mujer, que antes de trabajar en la PSA tuvo un breve paso por el Ministerio del Interior, había muerto por sofocación y que los homicidas usaron dos delantales de cocina para matarla.
También pudieron determinar que cuando Alicia llegó a la casa de su ex pareja al menos uno de los tres delincuentes ya estaba en el interior de la vivienda. Lo que sucedió en el interior de la propiedad fue una atrocidad: los homicidas la ataron, la maniataron con un cable por la espalda, la sofocaron con los delantales y, antes de escapar con el botín, prendieron fuego el lugar.
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Ese 22 de marzo por la noche fueron los vecinos de esa cuadra de Profesor Simón y Villarroel los que dieron el alerta a los bomberos. Nadie sabía del horror que había vivido Alicia hasta que hallaron su cadáver en uno de los dormitorios.
En el lugar, los investigadores determinaron que había cierto desorden y fue la hipótesis del robo la que comenzó a tomar fuerza. “La puerta de ingreso había sido violentada”, explicaron las fuentes consultadas por este medio.
Sin embargo, la saña con la que actuaron los asesinos hizo sospechar a los investigadores de que no se trataba sólo de un robo, sino que había algo por detrás. Por eso comenzaron a indagar en los datos del dueño de la propiedad y también en la víctima. Lo cierto es que, por el momento, todo es un misterio.
En ese contexto, el análisis de las cámaras de seguridad de la zona es una de las claves del caso.
Alicia era amante de los perros salchichas y tenía dos hembras; también de las mariposas y de la comida, al menos esos era sus tópicos favoritos para postear en su Facebook. La última publicación que hizo en su muro el miércoles al mediodía, horas antes de que la mataran, fue meramente altruista: fue por el Día Mundial del Síndrome de Down, que se conmemora cada 21 de marzo.
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