Lucas Jorge Benvenuto es un sobreviviente de la pedofilia. Esta semana, denunció públicamente al conductor y músico Jey Mammon por presunto abuso sexual agravado, una serie de hechos que -según sus dichos- se habrían producido cuando Lucas tenía 14 años. El conductor tenía 32 al conocerlo. El caso fue judicializado por Lucas mismo en diciembre de 2020, con una denuncia que presentó. En marzo de 2021, Juan Martín Rago (el verdadero nombre de Mammon) fue sobreseído por el juez Walter Candela por la prescripción de la acción penal. Los hechos que Lucas denunció habrían ocurrido en 2006, casi una década antes de la ley que anuló el plazo temporal limitado para investigar delitos contra la integridad sexual de menores. La ley no es retroactiva, razonó el juez en el sobreseimiento de Mammon.
Según relató Benvenuto en su denuncia, conoció a Mammon a través de un amigo en común y fue a su casa en Balvanera, para su primer encuentro con él. Cuando despertó, se percató de que ambos estaban desnudos. Benvenuto aseguró que luego de pasar la noche en lo del conductor se dio cuenta de que tenía signos en su cuerpo parecidos a los que experimentó “la primera vez que fue abusado sexualmente”.
Ese primer abuso al que alude había sido relatado por Benvenuto en una entrevista realizada por el autor de esta nota, que fue publicada por Infobae a fines de noviembre de 2020. El autor de ese abuso había salido de la cárcel de Senillosa en Neuquén días antes, con su condena cumplida. Atravesado por un profundo sufrimiento, así como una profunda valentía, Lucas decidió conceder un reportaje por primera vez en su vida. “Si no cuento mi historia, me voy a terminar matando”, me dijo en su casa, casi sin dormir, fumando un cigarrillo tras otro. Ese abusador era el profesor de música Marcelo Rocca Clement. Tenía 11 años cuando fue atacado por el profesor.
El profesor de música siempre gozó de cierto anonimato. Su nombre siempre estuvo escondido detrás de un nombre más grande. En 2008, Rocca Clement fue señalado como parte de la banda de los “boy lovers”, un grupo de hombres que giraba alrededor del reconocido psicólogo Jorge Corsi, acusados de captar a chicos en cibercafés y fiestas para luego abusar de ellos, entre encuentros privados en departamentos, viajes a Mar del Plata, con tácticas de lavado de cerebro, discursos de atención y falso amor. Se jactaban de sus triunfos perversos. Corsi fue finalmente condenado, también salió de la cárcel de Ezeiza en agosto de 2014 para volver a vivir su vida en su viejo departamento, en su viejo barrio, Palermo.
Por abusar y corromper a Lucas, Rocca Clement acordó una peña de seis años que se unió a otras condenas que tenía. Su víctima querelló en su contra en aquella causa, representado por su histórico abogado, Javier Moral. Así, Rocca Clement acumuló 14 años y cuatro meses de prisión, todas por la misma aberración: abusar de chicos y corromperlos. Por otra parte, Rocca Clement no fue el único adulto que lo sometió cuando era un niño. Roberto Santy Lozano, un librero de Almagro, fue condenado a 15 años de cárcel por abusar de Lucas y mantenerlo cautivo un año después de los ataques del cómplice de Corsi, una condena confirmada por la Cámara Criminal y Correccional. Santy Lozano, que tuvo el cinismo de asegurar que Lucas era su “novio”, sigue libre hasta hoy a pesar de la pena en su contra.
En su denuncia que involucró a Rocca Clement, Lucas señaló a otros dos hombres más. Fue precisamente en un departamento que sería propiedad de la familia de uno de ellos sobre la calle Escalada en Villa Luro donde Lucas fue atacado y abusado.
Ambos fueron sobreseídos. Por uno de ellos se declaró extinguida la acción penal en su contra por prescripción de los delitos, lo mismo que pasó con la denuncia contra Jey Mammon. “No dejo de señalar el dilema moral que genera adoptar este tipo de decisiones en hechos gravísimos como los aquí investigados donde se hallan involucrados víctimas menores de edad”, señaló la jueza María Fontbona de Pombo, titular del Juzgado N°45, a cargo de aquel expediente.
De todos esos chicos que los “boy lovers” supuestamente captaron, Lucas era quizás el más vulnerable de todos, el hijo de una madre adicta de Mataderos, sin contención, solo en un ciber, con un chat de Messenger encendido que nadie supervisaba. De acuerdo a la condena del Tribunal N°3, sus abusadores adultos se abalanzaron sobre él para masturbarse sobre su panza mientras intentaban convencerlo de que accediera a ser penetrado, que permitiera que lo violen.
“Esta entrevista que me estás dando me va a dar un respiro”, dijo en el encuentro con Infobae de 2020. Estuvo contenido por un equipo de psicólogas que lo apoyó en su decisión de dar esta entrevista. Buscaba que las caras de los hombres que acusó de ser sus abusadores se conozcan nuevamente, que no se pierdan. Lucas siguió adelante con su vida. Se dedicó al patinaje artístico, una de sus pasiones, dejó la Ciudad de Buenos Aires para vivir en el interior del país. Nunca se rindió en su reclamo, en mantener vivo el pedido de justicia por las atrocidades que sufrió.
A continuación, se reproducen las partes principales de ese reportaje:
-¿Por qué decidiste contar tu historia hoy? ¿Por qué decidiste hacerla visible?
-Siento que si no hablo, me voy a terminar matando. Como te dije recién, estuve dos veces en terapia intensiva. Están todos mis registros médicos. Me intenté quitar la vida. Te lo digo simplemente. Es tan horrible que lo tenga naturalizado... Pasó tanto tiempo que me ahogo, no puedo. Mi vida quedó en pausa en el momento en que los conocí a ellos. A partir de ahí, ya cuando vuelvo a mi casa, al ciber, a todas esas cosas me contacta Marcelo. Me dice que quiere pasarme a buscar por la puerta del ciber con un amigo. Ese amigo era Augusto. Me llevaron al departamento de la hermana de Augusto, que es psicóloga, donde pasaron todas las cosas, todos los abusos. Está demás decir esto, pero yo era virgen, casto.
-Tenías 11 años.
-Exacto. ¿Por que aclaro esto? Porque insistían en querer penetrarme. Como dijiste recién, once años. Anatómicamente no estaba preparado para estas cosas.
-En ningún sentido estabas preparado para estas cosas.
-Quiero recalcar esto porque fue la parte más cruel. Además del gusto por la edad que tenía, estaba el gusto de que era virgen.
-Rocca Clement fue obligado a dar su ADN. No debe reportarse ante nadie. Lo mismo Corsi, o los otros hombres que acusaste y que fueron sobreseídos.
-Creo que esto es terrible, es muy difícil una denuncia de abuso sexual infantil, o cualquier denuncia de abuso sexual. La Justicia debería replantearse eso. No puede ser que hayan tenido que obligarlo. Tiene que haber un registro como en Estados Unidos, se tienen que reportar. No puede ser que las personas que sufrieron abuso sexual sean las condenadas. No pueden caminar por la calle como si nada. Yo lo tengo naturalizado, pero estas cosas me empujan a la depresión. Siento que fue en vano a veces, hablé sin el apoyo de mi familia. La Justicia, perdón que diga esto, es una porquería.
-¿Qué pensás para tu futuro? ¿Cómo sigue tu vida después de esto?
-Dependo de una pastilla para poder comer, dormir, sonreír, poder tener ganas de vivir, de salir. Mi vida, si hay una de las cosas que me ayudó es hacer deporte, ser atleta. El deporte me ayudó muchísimo. Siento que si esto no es visible, si sus caras no se dan a conocer, si no hay un registro de violadores, el tiempo está congelado. Esta entrevista que vos me estás dando, a mí me da la posibilidad de un respiro.
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