Ayer lunes por la noche en San Justo, donde dos motochorros asaltaron una carnicería a punta de pistola y luego escaparon. Sin embargo, no se trató de un robo más y en apenas minutos, el episodio se tiñó de tragedia: mientras huían de la Policía, uno de los ladrones se quitó la vida de un disparo en la cabeza después de chocar la moto en la que trataba de fugarse junto a su cómplice. Antes de hacerlo, habría dicho: “Antes de volver a la tumba, me mato”.
La investigación del caso está en manos del eximio fiscal Federico Medone, titular de la UFI de Homicidios de La Matanza. El nombre del delincuente todavía se desconoce, pero según relataron vecinos de su barrio a investigadores del caso, había salido de prisión pocos días antes.
Fuentes del expediente señalaron a Infobae que la violenta secuencia comenzó ayer en la carnicería “José”, ubicada en la esquina de la calle José Ingenieros y Ruta 3, a donde los dos delincuentes ingresaron con la intención de robar. Según se observa en un video de una cámara de seguridad instalada en el interior del local, ambos entraron hasta el fondo del comercio y amenazaron al carnicero y a la dueña. En las imágenes se observa la tranquilidad con la que actuaron los delincuentes, un detalle que difiere completamente de cómo terminó todo.
Algunos segundos después de ingresar, se ve cómo la propietaria de la carnicería sale corriendo del local y detrás suyo, ambos delincuentes caminan algo apurados para también huir del lugar. Luego, ya con los motochorros fuera de la escena, el carnicero salió hasta la puerta para observar la situación. Hasta ese momento es lo que se puede ver en la filmación.
Luego, comenzó la persecución.
La dueña de la carnicería -una mujer de 40 años- le dio aviso a dos efectivos de la Policía de la Comisaría Oeste 1º de San Justo que recorrían la zona. Les dijo que dos delincuentes a bordo de una moto de color rojo, marca Yamaha, habían asaltado minutos antes su carnicería y luego escaparon. En ese momento, el móvil policial observó el vehículo de los delincuentes cuando se desplazaba por José Ingenieros, en dirección al sur por la calle Paribebuy.
Los efectivos notaron, entre varias cosas, que la moto de los ladrones no tenía patente. Pocas cuadras después, a la altura de la esquina de Almafuerte y Las Palmas, la pareja de delincuentes, por algún motivo, frenó bruscamente el vehículo y cayó al piso. La situación se tornaría todavía más tensa.
Ambos sospechosos se pusieron de pie y comenzaron a dispararle al patrullero que los perseguía, de acuerdo a investigadores del caso. Varios tiros impactaron en el capot del auto y en la luz delantera derecha. Al verse atacados por los motochorros, los uniformados comenzaron a disparar.
Un disparo hirió a uno de los delincuentes -identificado como Cristian Hernán Gutiérrez (41)- en el glúteo izquierdo y lo tiró al piso. Su cómplice, cuyo nombre se desconoce, continuó pese a que tenía a pocos metros a los dos efectivos. No estaba dispuesto entregarse y volvió a dispararles. Fue entonces que uno de los agentes, sargento de la Comisaría, efectuó tiros intimidatorios con la intención de que el ladrón depusiera su actitud.
En ese momento, el motochorro se vio acorralado y se disparó en la sien del lado izquierdo y murió.
De acuerdo con lo que pudieron establecer los policías, la moto en la que quisieron escapar tenía una orden de secuestro labrada en una comisaría de González Catán el 18 de febrero de este año.
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