La División Antidrogas de la Policía Federal de Rosario detuvo este viernes por la tarde a Leonardo Saravia, alias “Leo Rey”, un presunto jefe narco que opera para Los Monos en la zona sudoeste y oeste de la ciudad. Cayó en el marco de un procedimiento –apodado “Jaque Mate”– que se llevó a cabo en una estación de servicio YPF de Ramallo y en el que se secuestraron 22 kilos de cocaína.
Tras ese operativo, se hicieron múltiples allanamientos, donde hubo otros 24 arrestados –entre ellos Saravia– y se encontró una cocina de droga en la que había precursores químicos. También se requisó en la cárcel de Piñero la celda de Alexis “Tartita” Cantero –hijo del fundador histórico de la banda narco– y la de su pareja, Sheila Mailén Suárez, que está presa en la Unidad Penitenciaria N° 5.
Todo comenzó cuando tras un intenso trabajo de investigación de la Fiscalía Federal 3 –a cargo de la fiscal Adriana Saccone y los auxiliares fiscales Martín Gambacorta y Santiago Alberdi– se pudo advertir un traslado de cocaína desde la provincia de Buenos Aires hacia Rosario en un Ford Focus y en un Toyota Etios.
Cuando los autos frenaron en una YPF de Ramallo, los agentes federales procedieron a detener a los cuatro ocupantes y a incautar todos los panes de cocaína.
Luego, el juez Carlos Vera Barros, titular del Juzgado federal N° 3, autorizó 26 allanamientos que se hicieron en Rosario, Roldán, Pérez, Reconquista y la Ciudad de Buenos Aires, donde estaría “Leo Rey”: los investigadores habían detectado que se mantenía alejado de Rosario hace tiempo y se alojaba –usando un DNI y una licencia de conducir con su foto, pero con los datos de otra persona– junto a otros cuatro cómplices en un hotel de barrio porteño de Balvanera. Efectivamente, allí mismo lo capturaron.
Como parte del procedimiento, además, fueron requisados Alexis Cantero –condenado por un crimen, balaceras y narcotráfico–, otro preso llamado Franco “Milanesa” Almaraz –sicario condenado a 17 años de cárcel– y a Suárez, la novia de “Tartita” que está alojada en la cárcel de mujeres. Según fuentes de la investigación consultadas por Infobae, Saravia “administraba los intereses” del clan Los Monos en el negocio, bajo las órdenes de “Tartita” Cantero y su mujer Suárez.
Específicamente en Rosario los operativos se hicieron en Vía Honda, en barrio Ludueña, y en inmediaciones del cementerio La Piedad de la zona oeste. Sin embargo, la cocina de droga de la organización fue encontrada en Malvinas Argentinas al 100, en Pérez.
En total se incautaron más de veinticinco 25 kilogramos de clorohidrato de cocaína, dos kilos de marihuana, 17 kilos de precursores químicos, más de 200 mil pesos en efectivo, instalaciones de laboratorio y prensado (cocina), automóviles, motocicletas, documentación personal falsa y equipos celulares utilizados por los reclusos en la Unidad Penitenciaria Nº 5 de Rosario. En total se desplegaron más de 200 efectivos en el megaoperativo.
Leonardo Saravia ya figuró en crónicas policiales el año pasado, debido a que uno de sus socios para operar droga en la Villa Banana (zona oeste de Rosario) era Iván Maximiliano Giménez, alias “Maxi Rey”, una de las tres víctimas del triple crimen ocurrido a finales de enero de 2022 a la salida de un casamiento narco en la localidad de Ibarlucea. En ese mismo ataque también murieron su pareja Érica Romero y la beba de la pareja Elena Giménez, de 1 año.
Por el triple crimen no hay personas detenidas. Los que sí fueron arrestados, pero en enero de este año, fueron Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra y Esteban Enrique “Pinky” Rocha, los novios de la boda narco. Eso se debió a que ambos tienen una causa abierta por ser vendedores de droga de la banda de Olga “Tata” Medina, y Brisa incumplió la prisión domiciliaria para llevar a cabo todo el evento que terminó con el asesinato de tres de sus asistentes.
Además, Saravia ahora también deberá responder ante la Justicia provincial, ya que es considerado por los fiscales Valeria Haurigot y Franco Carbone como presunto miembro de la violenta banda que lidera Máximo Ariel “El Viejo” Cantero, fundador histórico de Los Monos. De hecho, ellos también le habían librado una orden de captura.
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