Tras el intento de fuga, ahora Esteban Alvarado y el “Rey de la Efedrina” comparten pabellón en el penal de Ezeiza

El jefe narco rosarino fue trasladado al mismo sector en el que está alojado Mario Segovia luego de que le frustraran el plan del escape

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Esteban Alvarado y Mario Segovia
Esteban Alvarado y Mario Segovia fueron alojados juntos por el SPF

El intento de fuga de Esteban Alvarado, junto a uno de sus principales aliados, presuntamente Alan Funes; motivó a que el Servicio Penitenciario Federal (SPF) cambiara de celda al jefe narco rosarino, indicaron fuentes de la investigación a Infobae.

Ese mismo 10 de marzo, las autoridades del Complejo Penitenciario N°1 de Ezeiza, un penal de máxima seguridad que aloja a otros presos de peso en el crimen organizado, decidieron que el rosarino permanezca en esa misma cárcel y sea trasladado a otro sector. Y así fue, pero resulta que lo mudaron al mismo en el que está alojado Mario Segovia, más conocido como “El Rey de la Efedrina”.

En la misma unidad residencial, pero en otro pabellón, está alojado Julio “El Peruano” Granthon, otro de los jefes que mantiene bajo fuego a Rosario.

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Segovia cobró notoriedad cuando fue detenido en 2008 por ser considerado el mayor proveedor de efedrina de los carteles de droga mexicanos. Desde entonces, acumula causas. En julio de 2021, fue allanado en prisión por tráfico de armas y explosivos, y montar una red de envíos para importar partes de ametralladoras y de explosivos para elaborar cartas y paquetes bomba.

El helicóptero en el que
El helicóptero en el que pensaba huir el capo narco Lindor Alvarado

En agosto de 2022, volvió a ser allanado debido a que aparecía involucrado una posible serie de atentados contra la Justicia federal, las fiscalías federales de Rosario y la Policía Federal.

Por su lado, Alvarado (44), que dio sus primeros pasos como líder de una banda de robo y desguace de autos, es uno de los capos narcos más temidos de Rosario: fue condenado en junio de 2020 a prisión perpetua por homicidio en calidad de instigador, lavado de activos, amenazas y balaceras a edificios y empleados judiciales. Además, fue considerado jefe de una asociación ilícita.

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En ese juicio, Carlos Argüelles, el testigo protegido asesinado en septiembre de 2021, le adjudicó 43 asesinatos. Además, fue condenado a 15 años de prisión como organizador del transporte de marihuana. El año pasado fue procesado junto a su exesposa, Rosa Capuano, por lavado de activos.

Por el intento de fuga, la titular de la Fiscalía N°2 de Lomas de Zamora, Cecilia Incardona, y el fiscal Diego Iglesias de la PROCUNAR le atribuyeron a Alvarado ser jefe de una presunta organización conformada por al menos tres personas y destinada a la comisión indeterminada de delitos.

Fuentes del caso, indicaron que -originalmente- la fuga de Alvarado estaba pautada para el 2 de marzo, pero debió posponerla debido a los allanamientos en Ezeiza a las celdas de Leandro “Pollo” Vinardi y Carlos Damián “Toro” Escobar, lugartenientes de Ariel “Guille” Cantero (recluido en Marcos Paz), por el homicidio de “Jimi” Altamirano, un músico que fue secuestrado y asesinado frente a la cancha de Newell´s.

Ese procedimiento llegó tras el ataque a balazos al supermercado de la cadena Único de la familia de Antonela Roccuzzo. Los tiratiros, además, dejaron un cartel con una amenaza a Lionel Messi.

Alan Funes, otro condenado capo
Alan Funes, otro condenado capo narco con el que Alvarado compartía el módulo 3, pabellón E

Este jueves, Infobae reveló que se cree que el segundo hombre que tenía lugar en el helicóptero en el que pensaba fugarse Alvarado sería Alan Funes, otro condenado capo narco con el que Alvarado compartía el módulo 3, pabellón E, del complejo penitenciario.

El dato se desprende de escuchas telefónicas y de las imágenes que captó el Servicio Penitenciario Federal el mismo 10 de marzo, la fecha del plan de fuga.

Según las tareas que realizó la PROCUNAR y la fiscal Incardona, el plan craneado por Alvarado preveía que el 10 de marzo al mediodía llegara un Robinson 44 que iba a sobrevolar el patio del pabellón, donde se encuentra una cancha de fútbol, e iba a retirar a dos reclusos que únicamente vestían una remera de fútbol naranja.

Ese mismo día, pero por la mañana, el Servicio Penitenciario Federal -que participó activamente en el plan para frustrar la escapatoria, con el secretario Juan Martín Mena en la mesa de tareas- captó en las cámaras del penal a Alvarado y, cerca de él, a Alan Funes, que vestía una prenda verde y debajo una remera naranja. Como era el único interno que tenía puesta una remera de ese color, los investigadores judiciales suponen que era el segundo recluso que se iba a fugar en la red que iba a tirar la aeronave.

Tras la frustrada huida, Funes, asimismo, habría sido alojado en el mismo pabellón que Alvarado.

Días atrás, la Procuración General de la Nación le pidió al Gobierno Nacional que “de manera urgente” tome medidas para evitar que desde las cárceles federales los jefes narcos sigan liderando sus organizaciones y encargando crímenes y balaceras.

Por esa razón, Eduardo Casal reeditó una serie de propuestas que había remitido en octubre de 2021, como la instalación de inhibidores de celulares, más requisas en los pabellones y menos beneficios.

El pedido fue dirigido al ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, de quien depende el Servicio Penitenciario Federal —a cargo de la ex jueza María Laura Garrigós de Rébori— en cuyas cárceles de máxima seguridad están detenidos los principales jefes narcos del país.

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