Sospechan que el capo narco Alan Funes iba a fugarse con Lindor Alvarado en el helicóptero del penal de Ezeiza

La huida frustrada la semana pasada estaba planeada para dos. Quién iba a escapar con el jefe rosarino del hampa es uno de los mayores misterios en el expediente. La coincidencia de la remera naranja y los costos de la fuga

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Alan Funes con la remera naranja que despertó la sospecha de los investigadores
Alan Funes con la remera naranja que despertó la sospecha de los investigadores

El jefe narco Esteban Lindor Alvarado, condenado a prisión perpetua, tenía pensado fugarse del penal federal de Ezeiza en helicóptero, una huida que fue frustrada el viernes pasado. La investigación realizada que incluye conversaciones de WhatsApp entre Alvarado y “Lobo”, su misterioso jefe de logística, habla de otro hombre que iba a fugarse junto a él.

Hoy, la Justicia cree que ese segundo hombre sería Alan Elio Funes, otro condenado capo narco con el que Alvarado comparte el módulo 3, pabellón E, del complejo penitenciario. El dato se desprende de escuchas telefónicas y de las imágenes que captó el Servicio Penitenciario Federal el mismo 10 de marzo, la fecha del plan de fuga frustrado.

Según las tareas que realizó la PROCUNAR y la fiscal Cecilia Incardona, el plan craneado por Alvarado preveía que el 10 de marzo al mediodía llegara un Robinson 44 que iba a sobrevolar el patio del pabellón, donde se encuentra una cancha de fútbol, e iba a retirar a dos reclusos que únicamente vestían una remera de fútbol naranja.

Ese mismo día, pero por la mañana, el Servicio Penitenciario Federal -que participó activamente en el plan para frustrar la escapatoria, con el secretario Juan Martín Mena en la mesa de tareas- captó en las cámaras del penal a Alvarado y, cerca de él, a Alan Funes, que vestía una prenda verde y debajo una remera naranja. Como era el único interno que tenía puesta una remera de ese color, los investigadores judiciales suponen que era el segundo recluso que se iba a fugar en la red que iba a tirar la aeronave.

Por las intervenciones telefónicas, supieron que Alvarado planeaba, una vez evadido, ser trasladado hasta un campo de la localidad bonaerense de General Rodríguez, donde lo iban a esperar varias personas en distintos vehículos para llevarlo a otro lugar, que se infiere, sería Paraguay.

El helicóptero de la fuga
El helicóptero de la fuga

Por los montos de las conversaciones y operaciones que fueron detectadas, se presume que Alvarado habría desembolsado al menos medio millón de dólares para toda la operación. De ese monto, 130 mil fueron destinados a la compra en España del Robinson 44 que fue ingresado a la Argentina por un paso no habilitado cerca de la zona de Campo 9, en Paraguay. El helicóptero, según la indagatoria realizada por el juez Ernesto Kreplak, fue secuestrado el 10 de marzo con la patente de otra aeronave que está a nombre del piloto de rally Mario Vicente Baldo, condenado en 2009 por narcotráfico aéreo.

Otro dato no menor indica que el capo narco tenía pensado ejecutar la huida el viernes 3 de marzo. Casualmente, ese día hubo una requisa en la cárcel de Ezeiza por orden de los fiscales rosarinos Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, quienes solicitaron el procedimiento por los presos Leandro “Pollo” Vinardi, Nicolás “Pupito” Avalle y Damián “Toro” Escobar, miembros de Los Monos investigados por un secuestro “al voleo” seguido de asesinato el pasado 1º de febrero pasado frente a la cancha de Newell’s. Como se usaron helicópteros que sobrevolaran el complejo de Ezeiza para ese operativo, el propio Alvarado se comunicó con “Lobo” para posponer el plan.

Lindor Alvarado, en foto de un arresto realizado años atrás
Lindor Alvarado, en foto de un arresto realizado años atrás

Los costos de la fuga

“Lobo” ya está identificado: estuvo preso y compartió lugar de detención con un recluso que fue condenado el año pasado en Santa Fe, quien resultó ser la persona encargada de hacerle el contacto con el capo narco rosarino.

De acuerdo a tareas de inteligencia, se pudo confirmar que Alvarado habría pagado a “Lobo” un curso de aviación y además le habría hecho desembolsos de dinero que oscilan entre los 70 mil y los 120 mil dólares para llevar a cabo el plan de fuga. A ese monto se le iban a agregar otros 100 mil dólares en caso de que resultara exitoso la evasión a través de la aeronave.

Por el momento, en la causa fueron indagados Esteban Alvarado, Gianluca Orpianesi y el piloto de fumigaciones rurales Andrés Donnet. Además de permanecer prófugo “Lobo” están bajo investigación un conjunto de personas que habrían participado en varias maniobras económicas destinadas a concretar la evasión.

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