El subjefe de la comisaría de Zárate, el oficial primero Jorge Luis Correa, está en una situación complicada. Frente a la fiscal María Virginia Toso, que lo investiga por matar a un presunto delincuente y herir a otro el miércoles pasado en Tigre, negó los hechos que la funcionaria le imputa: homicidio agravado por el uso de arma, tentativa de homicidio y dos hechos de encubrimiento agravado (por tener dos autos robados). El jefe policial, así, calla lo que no puede explicar: ¿por qué borró toda la información del celular del ladrón que mató y después se fue sin denunciar lo que había ocurrido?
Las preguntas que arrinconan a Correa hoy no tienen respuesta. Sin embargo, la fiscal Toso, titular de la UFI de Don Torcuato, aguarda una prueba clave que puede ser la llave de los secretos que Correa se sospecha que esconde.
La fiscal Toso espera el resultado del peritaje de los celulares de los presuntos delincuentes. “Cuando abramos esos celulares se va a develar lo que pasó ese día y qué hacía Correa ahí con un auto robado siendo efectivo policial”, contó un detective del caso a Infobae.
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El hecho es peculiar. Fue así, de acuerdo a los dichos de Correa, todo sucedió cuando él se dirigía a ver un Honda Civic en el que estaba interesado para comprar y allí lo abordaron dos delincuentes con fines de robo que se le subieron a la camioneta Renault Duster que conducía.
Relató que los asaltantes lo amenazaron con un cuchillo Tramontina, que él se resistió, hubo un forcejeo y que todo terminó cuando sacó su arma reglamentaria y baleó a ambos ladrones y se retiró.
Sobre la camioneta Duster –que tenía patente adulterada y pedido de secuestro por haber sido robada en Martínez-, explicó que desconocía esa situación y que se la había dado el otro detenido que tiene la causa, que se dedica a compra y vender autos en San Pedro.
Lo que no pudo explicar Correa -que tiene 19 años en la fuerza-, es por qué después de haber baleado a dos personas con su arma reglamentaria y en una situación de presunta legítima defensa, no llamó a sus colegas policías de Tigre o comentó lo sucedido a sus superiores en Zárate.
El policía sumó una segunda imputación por encubrimiento agravado –la primera es por haber conducido la Duster robada-, porque al ser allanado su domicilio en la localidad de San Pedro se le secuestró su auto particular, un Volkswagen Gol Trend, que tenía limados y adulterados los números motor y chasis, revelaron las fuentes consultadas por este medio.
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Y explicaron que, tanto el presunto ladrón muerto, identificado como Daniel Alberto Garay (37), como el baleado –su identidad no trascendió-, presentan varios antecedentes penales por delitos contra la propiedad.
A su vez, dijeron que la resolución del caso se dio gracias a que fue el propio Correa quien comentó a un compañero de un trabajo paralelo que hacía en seguridad privada, que le había disparado a dos hombres en Don Torcuato y esa persona fue la que lo denunció ante las autoridades.
Ahora, la sospechosa que cubre el caso, de acuerdo a una fuente policial, es que detrás de todo esto hay una peligrosa banda de ladrones de autos. Mientras tanto, Correa está detenido a la espera de las pruebas que consiga la fiscal Toso.
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