Tras el intento de fuga de Esteban Alvarado, uno de los máximos capos narco de Rosario, apareció un maletín frente a la Fiscalía Federal, ubicada en Entre Ríos al 700, que llamó la atención de los prefectos consignados a la custodia del edificio. En el caso, debió intervenir la Brigada Antiexplosivos de la Policía de Santa Fe, indicaron fuentes del caso a Infobae.
El hecho se registró cerca de las 21.45 del sábado, cuando uno de los efectivos de Prefectura observó un bolso de mano, color negro, sobre la cinta asfáltica. Por esa razón, los integrantes de esa fuerza de seguridad revisaron las inmediaciones sin poder dar con el propietario. Por el contexto de violencia narco que atraviesa la ciudad santafesina, a las 22.15 dieron aviso a la Policía Federal, también dispuestos a la seguridad de edificios públicos. La PFA, a su vez, se comunicó al 911 de la Policía de Santa Fe, solicitando la actuación de la Brigada Antiexplosivos.
Una hora más tarde, efectivos de esa división llegaron a la escena: realizaron trabajos de movimientos controlados a distancia con una tanza, procediendo a la apertura del maletín, que estaba vacío, sin ninguna documentación. El personal especializado descartó así su peligrosidad.
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En el caso, interviene el fiscal federal Martín Gambacorta, quien ordenó se realicen las actuaciones pertinentes, como un croquis, acta de inspección ocular y el relevamiento de cámaras.
La sensibilidad ante el hallazgo es consecuencia de una ola de violencia que atraviesa la región que tomó repercusión mundial tras la amenaza a Lionel Messi, homicidios, entre ellos el de Máximo Jerez, un nene de 12 años asesinado en una balacera narco; y una serie de atentados. En septiembre de 2022, año récord de homicidios en Rosario, atacaron a balazos el edificio de la Justicia Federal en la calle Oroño. En febrero de este año, en tanto, balearon la Agencia de Inteligencia Criminal (AIC). Ese mismo día, dispararon al frente del Sindicato de la Carne.
Por otro lado, este viernes, agentes de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA frustraron la fuga de Alvarado, en un caso en el que intervinieron el juez federal Ernesto Kreplak y los fiscales federales Diego Iglesias y Cecilia Incardona.
El plan para ayudar a escapar a Alvarado llevaba más de seis meses e incluía un helicóptero, que había sido comprado en el extranjero “mediante complejas maniobras de lavado de activos”.
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La aeronave -un Robinson 44- fue secuestrada gracias a información de inteligencia criminal obtenida por la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA, con la colaboración de las Direcciones de Seguridad y de Inteligencia Penitenciaria del SPF, y la PROCUNAR. Los narcos planeaban “extraer” con el helicóptero a Alvarado de la zona de recreo del penal pasadas las 14.30 para luego llevarlo a la localidad bonaerense de General Rodríguez.
Además de las detenciones y el secuestro del helicóptero, se allanaron diversos domicilios en varias provincias, se realizaron requisas en la cárcel federal de Ezeiza, allanamientos en un aeródromo privado, se secuestraron armas, automóviles, elementos tecnológicos y gran cantidad de dinero en efectivo.
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