San Isidro: quién es el hombre detenido por matar a su madre a puñaladas en el cuello

Aldo Antonio Di Paolo tiene 65 años y vive a la vuelta de la casa de su víctima. Las pruebas del expediente

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Aldo Antonio Di Paolo, el
Aldo Antonio Di Paolo, el sospechoso, en una vieja foto de sus redes

Los investigadores de San Isidro no tienen dudas. Creen que las pruebas recolectadas son suficientes para demostrar, en esta instancia, que Aldo Antonio Di Paolo, de 65 años, ingresó el lunes a las 18 a la casa de su madre, María Cristina De Vicentis, de 90, y la asesinó clavándole un cuchillo de cocina en el cuello. Tras el crimen, el hombre dejó pasar dos días para denunciar que había encontrado el cuerpo de casualidad y que todo se trataba de un robo de joyas y un celular. La fiscal Carolina Asprella no le creyó y por eso ordenó su detención anoche.

María Cristina De VIcentis tenía 90 años y un serio problema de movilidad. Se trasladaba en silla de ruedas y necesitaba atención casi permanente. El encargado de darle esos cuidados era, justamente, su hijo Aldo, que vive a la vuelta de su casa. Por eso llamó mucho la atención cuando el ahora acusado declaró que durante todo el martes y miércoles intentó comunicarse con su madre sin éxito, aunque nunca se acercó a ver qué pasaba estando a tan poca distancia.

Di Paolo tiene 65 años y vivió, según cuentan sus vecinos, toda la vida en el mismo lugar. Está divorciado y tiene, al menos, una hija. Está inscripto en la AFIP en el rubro de instalaciones para edificios y obras de ingeniería civil. “Tanto Aldo como doña María vivieron siempre por acá, siempre en el mismo lugar. Nunca desconfiamos de él. Es un buen tipo”, dice a este medio uno de los vecinos históricos del barrio.

Di Paolo, en otra foto
Di Paolo, en otra foto de su álbum personal

Di Paolo será indagado en las próximas horas por la fiscal Asprella y luego el juez Ricardo Costa deberá decidir sobre su situación. La acusación es sumamente grave: homicidio agravado por el vínculo, un matricidio.

Si bien la causa apenas comienza, hay pruebas que complican al hombre y que, cuanto menos, hacen tambalear su coartada. La clave principal, como en muchos casos, está en las cámaras de seguridad.

Si bien el hijo de la mujer había dicho, en su declaración inicial como testigo, que la última vez que había visto a su madre había sido el domingo a las 13, una cámara de seguridad lo tomó ingresando al domicilio el lunes a las 18. Ese dato nunca lo mencionó a los investigadores. Pero de esa cámara de vigilancia surge otra información aún más concreta: se revisaron las grabaciones completas y desde el domingo al momento del hallazgo, la única persona que ingresa y que sale es el hijo de la víctima.

Es decir, desde el domingo hasta el miércoles hay sólo dos ingresos y egresos. El del lunes a las 18 y el del miércoles a las 20.30 cuando el hombre aseguró haber encontrado a su madre asesinada.

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La casa donde sucedió el
La casa donde sucedió el crimen de María Cristina

A esta información que consta en el expediente, se sumó otro dato. Si bien todavía no está el resultado completo de la autopsia, el médico que revisó el cadáver, por la temperatura, declaró en un resultado preliminar que la data de muerte oscilaba entre las 48 y las 72 horas al momento del hallazgo del cuerpo. Coincide con la tarde del lunes, en la que se ve a Aldo Di Paolo ingresando a la casa de su madre.

El hijo de la víctima, ahora formalmente acusado del asesinado, aseguró que los supuestos ladrones se habían llevado joyas y el celular de María Cristina. En las imágenes del lunes a la tarde, se lo ve al hombre entrar con las manos vacías a lo de su madre y salir con una bolsa. Además, en el interior de la vivienda había algunos cajones abiertos. “Creemos que se trata de una escena amañada para que parezca un robo”, aseguró a Infobae una fuente judicial.

Lo que si es cierto, es que el celular de la mujer no apareció. Por lo tanto, ahora se están realizando distintas tareas para saber si el teléfono tuvo alguna actividad y en que zona geográfica.

Las pruebas concretas, en principio, llegan hasta acá. Pero también rondan en la cabeza de los investigadores algunos puntos que, creen, el hijo tendrá problemas para explicar.

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Si se trato de un robo, como asegura Aldo Di Paolo, ¿por qué no se ve a absolutamente nadie entrando a la casa? ¿Por qué un delincuente asesinaría a una mujer tan mayor que ni siquiera podía moverse por sus propios medios? Cuanto menos, es llamativo. No había ninguna abertura forzada. Puertas y ventanas estaban en perfectas condiciones. ¿Cómo entró el delincuente? Distintos testigos aseguraron que María Cristina no le abría la puerta a nadie por seguridad y por su incapacidad para moverse sola.

De las diferentes testimoniales, surgió la información de que Aldo era quien estaba pendiente de María Cristina la mayor cantidad del tiempo. Si bien la mujer tenía otros familiares, su hijo tenía una dedicación casi plena para con ella.

Los efectivos de la DDI de San Isidro revisaron decenas de cámaras de la zona en las últimas horas. No encontraron ningún otro movimiento cercano que pueda llamar la atención, excepto lo del hijo.

Di Paolo y su madre
Di Paolo y su madre cumplían años en días consecutivos: festejo con una torta para cada uno

En el día de hoy, el juez Ricardo Costa deberá decidir si los elementos que existen en el expediente hasta el momento son suficientes para ratificar la detención.

Mientras tanto, la fiscal Asprella lo indagará acusado de homicidio agravado. La investigadora no tiene dudas que el lunes a las 18 María Cristina coincidió con su hijo dentro de su casa sin que haya nadie más y en ese momento se produjo el asesinato. Hay muchas coincidencias entre madre e hijo. Ambos cumplían con un día de diferencia, el 5 y 6 se septiembre respectivamente.

En las redes sociales hay decenas de fotos de los cumpleaños que compartían. A la luz de los hechos, la más impactante es aquella en la que juntos soplan las velitas. Debajo de esa imagen Aldo escribió: “Te amo, viejita”

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