Ayer jueves por la noche en un edificio de la calle Gallo al 1400, en el barrio de Recoleta, a escasos metros del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez, tres delincuentes armados ingresaron a un departamento del séptimo piso, amenazaron a una mujer y robaron varias pertenencias.
Según indicaron fuentes policiales a Infobae, en la huida uno de los ladrones efectuó un disparo al aire. Sin embargo, Jorge, el encargado del edificio, relató en diálogo con la prensa que el tiro en realidad iba dirigido a un hombre -esposo de la mujer asaltada- que se encontró de casualidad con la banda en la puerta del edificio cuando estaban por escapar. Los delincuentes no tuvieron puntería y el hombre resultó ileso.
Los ladrones después de salir del edificio, subieron a un auto Toyota Corolla y huyeron de la escena. Poco tiempo después, efectivos del Departamento de la Policía Motorizada de la Ciudad de Buenos Aires encontraron el vehículo abandonado a unas pocas cuadras en la esquina de la avenida Coronel Díaz y la calle Soler. En su interior, los oficiales hallaron una pistola marca Glock, una vaina servida y la chapa patente que corresponde al vehículo. El Corolla, dijeron fuentes del caso, circulaba con otro dominio.
Todavía no se sabe cómo ingresaron los delincuentes al edificio. El encargado dijo desconocer cómo ocurrió. El portero estima que habrían ingresado al departamento cuando la hija menor de edad del matrimonio salió a abrirle al padre. “La mujer estaba cocinando y la nena bajó a abrirle. Ahí aprovecharon a entrar” al departamento, agregó el hombre. Una vez adentro de la unidad, robaron celulares y una tablet. Segundos después vino la secuencia del disparo.
“Cuando los ladrones bajaron, la señora le dijo por el portero eléctrico al marido: ‘¡Me robaron, ahí bajan los ladrones!’. Entonces, discutieron con él y le tiraron un tiro”, reveló Jorge.
El testigo aprovechó para expresar su sorpresa por cómo pudieron haber entrado los ladrones y no descartó la posibilidad de que tuvieran una copia de la llave. “¿Pudieron entrar aprovechando el descuido de algún vecino?”, le preguntó un periodista. “Es muy difícil, porque eran tres. Se puede colar uno, pero tres es raro”, agregó.
Otro edificio de Recoleta fue robado dos días atrás con una modalidad similar. El hecho ocurrió en la calle Junín al 1234, entre Arenales y Juncal. Hasta allí personal de la Comisaría Vecinal 2-A se desplazó, luego de un llamado al 911 en el que les informaron acerca de la presencia sospechosa de cuatro hombres -de nacionalidad chilena- dentro del lugar que no se sabía cómo habían entrado. Nadie los reconoció como vecinos del edificio.
Apenas llegaron, los efectivos de la Policía porteña, observaron salir del interior del edificio a los cuatro sospechosos. De inmediato, los retuvieron para poder identificarlos y al hacerle una serie de preguntas básicas para saber por qué estaban en el lugar, no supieron qué decir. Además, hubo otro detalle que los complicó todavía más: la cerradura del edificio estaba rota.
Mientras los sospechosos se encontraban retenidos en la entrada del edificio, la Policía recorrió todos los pisos para ver si encontraban algún elemento que los incriminara hasta que obtuvieron un resultado positivo. En el segundo piso, dentro de un florero, hallaron escondidos una barreta de color negro de unos 50 centímetros de largo; dos destornilladores tipo plano con mango rojo y azul de 30cm cada uno y dinero en efectivo.
Entre la falta de justificación de su presencia, el relato de la vecina y los elementos encontrados casi no había duda. Los cuatro sospechosos, aparentemente, habían entrado a robar. El Juzgado Criminal y Correccional N° 45, a cargo de la jueza Yamile Susana Bernan se dispuso la detención.
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