Luego del juicio por el crimen de Horacelia Marasca, la Justicia de Posadas condenó a prisión perpetua a Martin Fernando Monzón, quién en 2015 mató y descuartizó a su pareja, quién en aquel entonces era menor de edad.
Durante la madrugada del 16 de agosto de 2015, Monzón mantuvo una fuerte discusión con su pareja Marasca, quién tenía 16 años de edad. Vecinos de la pareja indicaron que de manera repentina se produjo un profundo silencio y luego, los investigadores comprobaron que en ese momento fue cuando se produjo el femicidio.
La joven primero sufrió tres golpes, uno de ellos en la cara y que le provocó la pérdida de tres dientes. Luego recibió tres puñaladas con un cuchillo de carnicero. Una de ellas logró una profundidad de 14 centímetros de modo que le perforó el pulmón y el corazón. Tras el homicidio, Monzón descuartizó el cuerpo y lo distribuyó por distintas zonas de la ciudad.
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A poco de haberse iniciado el juicio, los jueces César Yaya, Gregorio Busse y Fernando Verón determinaron que Monzón es culpable del “homicidio calificado por el vínculo y alevosía” de Horacelia Génesis Marasca. En sus alegatos, el representante del Ministerio Público Fiscal, Vladimir Glinka planteó que la pena se debe al agravante por el vínculo y la alevosía.
Por su parte, la defensa del detenido, Miguel Ángel Varela realizó tres planteos y aseguró que el detenido se defendió debido a que su pareja lo atacó con un cuchillo. Por tal motivo, las posturas fueron: el de la legítima defensa, el de exceso de legítima defensa y el de atenuación o mínima pena.
Pese a los intentos de defensa, fuentes judiciales confirmaron que el hombre de 39 años fue condenado a perpetua por el femicidio de su pareja adolescente, a quién descuartizó en cinco partes, colocó los restos en bolsas de residuos y los transportó en un carrito de bebé por distintas zonas de la ciudad de Posadas. Además, se comprobó que el crimen se produjo frente al bebé que tenían.
Durante una de las audiencias, los médicos confirmaron que la autopsia reveló que la víctima tenía golpes en la cara y tres puntazos en la zona del pecho. Siendo las heridas que finalmente le produjeron la muerte.
Cómo ocurrió el femicidio de la adolescente
Al realizar la reconstrucción de los hechos, los investigadores determinaron que Monzón discutió con su pareja y le asentó las tres puñaladas. Luego, desmembró el cuerpo y lo abandonó en la vía pública. Horas después, el acusado denunció en la comisaría que su pareja se había ausentado de la vivienda que compartían, y que lo había dejado sólo al cuidado de su hijo de siete meses.
A partir de la investigación realizada, Monzón fue detenido y estando en prisión se quebró y confesó el crimen. De manera que días después, las fuerzas de seguridad hallaron los restos de la víctima. Durante el juicio, el imputado no solo reconoció los hechos, sino que sostuvo que actuó en defensa propia y planteó que descuartizó el cuerpo por el “miedo” que le provocó el desenlace.
“Se vistió y me dijo que iba a salir. Yo le negué. Ahí ella trajo un cuchillo, empezó a amenazarme, me ataca y yo le tuerzo el brazo. En el forcejeo se cae y veo el cuchillo incrustado en su pecho. Tuve miedo. Me deshice del cuerpo e hice como si fuese que ella se había ido”, fue su declaración vertida en 2015, semanas después de ser detenido, leída y ratificada por el acusado en la primera jornada del juicio.
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