Efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvieron a seis delincuentes de nacionalidad chilena, acusados de robar departamentos en edificios de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Según informaron fuentes policiales a Infobae, primero fueron arrestados cuatro hombres minutos después de concretar uno de sus asaltos. Horas más tarde, aprehendieron al resto: se trata de dos mujeres que se dirigieron hasta la comisaría para visitar a sus cómplices, sin saber que los investigadores tenían información de que también habían sido parte de los robos. Ambas fueron arrestadas.
La caída de parte de la banda comenzó ayer, hacia las 15.30, en un edificio ubicado en la calle Junín al 1234, entre Arenales y Juncal, pleno corazón del barrio de Recoleta. Hasta allí personal de la Comisaría Vecinal 2-A se desplazó, luego de un llamado al 911 en el que les informaron acerca de la presencia sospechosa de cuatro hombres dentro del lugar que no se sabía cómo habían entrado. Nadie los reconoció como vecinos del edificio.
De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, apenas llegaron los efectivos de la Policía porteña, observaron salir del interior del edificio a los cuatro sospechosos. De inmediato, los retuvieron para poder identificarlos y al hacerle una serie de preguntas básicas para saber por qué estaban en el lugar, no supieron qué decir. Además, hubo otro detalle que los complicó todavía más: la cerradura del edificio estaba rota.
Pero no fue lo único. Una vecina, que fue la que hizo la denuncia, les dijo a los uniformados que momentos antes de su llegada, los individuos le tocaron el timbre de su departamento para preguntarle por un alquiler. La mujer se dio cuenta de que algo no estaba bien, decidió no abrirles la puerta y dio aviso a la Policía. Los cuatro hombres se retiraron.
La denunciante no se equivocó. Mientras los sospechosos se encontraban retenidos en la entrada del edificio, la Policía recorrió todos los pisos para ver si encontraban algún elemento que los incriminara hasta que obtuvieron un resultado positivo. En el segundo piso, dentro de un florero, hallaron escondidos una barreta de color negro de unos 50 centímetros de largo; dos destornilladores tipo plano con mango rojo y azul de 30cm cada uno y dinero en efectivo, cuya cantidad no fue revelada.
Entre la falta de justificación de su presencia, el relato de la vecina y los elementos encontrados casi no había duda. Los cuatro sospechosos, aparentemente, habían entrado a robar. Al consultar con el Juzgado Criminal y Correccional Número 45, a cargo de la jueza Yamile Susana Bernan y ante la Secretaría Nº122, de Nicolás Eduardo Coronel, se dispuso la detención y traslado de los presuntos ladrones hasta la Comisaría 2-B.
En la sede policial, los investigadores pudieron corroborar que los cuatro delincuentes estaban involucrados en un hecho similar cometido a menos de diez cuadras, en el barrio de Balvanera, en un edificio de la calle Tucumán al 2231. Pero había un dato que diferenciaba el hecho de lo ocurrido en Recoleta. En este robo, según las filmaciones que la Policía tenía en su poder, participaron además dos mujeres que hasta ese momento no se sabía dónde estaban.
Sin embargo, esa situación estaría por cambiar por un insólito motivo. Horas después de la detención, las dos sospechosas -también de nacionalidad chilena- se presentaron por sus propios medios en la Comisaría con la excusa de visitar a dos de los que habían sido detenidos por el intento de robo en la calle Junín. Dijeron que eran las novias. Lo que nunca imaginaron es que su descripción física hacía parte de la investigación del asalto en Balvanera, que llevaba adelante la Comisaría Vecina 3-C.
Con paciencia y para no levantar sospecha en las presuntas ladronas, los agentes de la 2-B dejaron que entraran a la sede policial. En paralelo, recabaron información en colaboración con sus colegas de Balvanera y de la Comisaría 2-A y confirmaron que se trataba de las mismas ladronas. De inmediato, ambas fueron arrestadas.
Los cuatros hombres detenidos fueron identificados como Gustavo Suárez, de 24 años; Mario Andrés Vergara Vega, de 27; Gilmar Duque, 22 años y Elías Moncada Rojas, de 27. Todos domiciliados están en el hotel Minerva, ubicado en el barrio de San Telmo. La mujeres, en tanto, son Natali Palominos Silva de 38 y con documento de extranjera y Dafna Media Díaz, una joven de 24 años.
Todos quedaron bajo las órdenes del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº2, a cargo de juez Manuel Gorostiaga, bajo el delito de tentativa de robo.
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