La identidad del asesino de Juan Francisco Fernández Acosta, el ingeniero de sistemas venezolano de 27 años que mataron de un tiro en la cabeza en el barrio porteño de Palermo, todavía es un misterio. A poco más de dos días del crimen, la División Homicidios de la Policía la Ciudad, por orden del fiscal Marcelo Retes, relevó las cámaras de seguridad de la zona para el autor material del hecho y su cómplice.
Altas fuentes del expediente reconocieron a Infobae que se encontraron filmaciones útiles para la causa y que ya fueron entregadas a la Justicia. Sin embargo, en estas tomas, el asesino se ve de lejos. Las fuentes no detallaron, por otra parte, qué se ve exactamente en estas filmaciones.
La investigación por el momento se maneja con total hermetismo. Había al menos dos cámaras en las inmediaciones del lugar del ataque.
El hecho ocurrió el domingo cerca de las 2.15 de la madrugada, cuando la víctima se encontraba junto a un amigo frente a su casa ubicada en la calle Aráoz al 1400. Allí, de acuerdo con la reconstrucción que pudieron hacer los investigadores, la víctima recibió un tiro en la cabeza después de resistirse -mínimamente- al robo de su celular.
El acompañante del joven de 27 años, un joven también venezolano identificado como Thomas Vázquez, le dijo a los efectivos policiales que se encontraban sentados en el lugar cuando el ladrón se les acercó y les exhibió un arma de fuego para quitarles los teléfonos. Fue en ese momento que comenzó un forcejeo hasta que Fernández Acosta recibió el tiro en el cráneo. “Dame el celular, ¿o querés morir?”, les dijo el ladrón. El asesino cumplió. El fiscal Retes cree que el tirador estaba acompañado de un cómplice.
Te puede interesar: Rosario narco: mataron a un niño de 12 años y hay otros tres chicos heridos
El delincuente que quiso sacarle el teléfono huyó inmediatamente del lugar mientras que Acosta fue trasladado al hospital Fernández: sufrió muerte cerebral tras ser asistido con un respirador pero finalmente murió ayer por la mañana.
Tal como informó este medio ayer, en base a distintas fuentes judiciales con acceso a la causa y a diferencia de lo que se creía en un primer momento, los asesinos buscados son dos. Creen, además, que escaparon en un auto. “Tenemos cámaras y estamos buscando el auto. Seguimos haciendo medidas para identificar al autor y a su acompañante, esclarecer bien el hecho y el móvil”, aseguró una fuente clave del caso.
La hipótesis principal apunta a que todo ocurrió en medio de un intento del robo del celular. De hecho, es lo que confirma el amigo de la víctima, que presenció el hecho. “Estábamos conversando a eso de las 2 de la mañana. Fran recién había llegado de trabajar. Nos sentamos a tomar una cerveza y llego un sujeto que se nos acercó por detrás. Me dice que le entregue el teléfono. Me preguntó si me quería morir y me ordenó que me eche por atrás. Después se olvidó de mí y lo encaró a Fran”, relató el testigo en diálogo con la agencia Télam.
“En el momento que lo aborda a Fran, el delincuente le vuelve a repetir lo mismo. Fran quería calmarlo, pero se notaba que estaba drogado. Nunca se resistió, quería darle el teléfono. Pero el tipo entendió otra cosa, le jaló el teléfono y ahí se escucha el disparo del arma de fuego”. Segundos después, la víctima recibió un balazo “a la altura de la sien”.
Sin embargo, hay ciertos detalles reservados en el expediente que le permite a los investigadores no cerrarse sólo en esa hipótesis.
La familia de la víctima contó que el joven trabajaba durante el día como ingeniero en sistemas y por la noche como delivery. Su prima expresó el dolor de toda la familia: “Solo pedimos justicia y que ayuden a sus padres a viajar o a repatriar el cuerpo de nuestro Juan Francisco, por favor”.
El cuerpo de Fernández Acosta atravesó una ablación para la donación de sus órganos. “Él era un chico excepcional, buen hijo, buen hermano, cariñoso, trabajador y respetuoso, un excelente ser humano. Era una persona muy buena, que no merecía nada de lo que le pasó”, dijo la familiar.
Por el momento son pocos los detalles que se conocen del asesino: tez morena, contextura delgada, pelo corto. Estaba vestido con una camiseta con los colores de Boca Juniors.
La víctima había llegado al país en busca de una mejor vida, según dijeron sus padres desde Venezuela al mismo canal. “Fue buscando un mejor porvenir. Quería hacer un posgrado en robótica, tenía muchos sueños e ilusiones”, dijeron.
Seguir leyendo