No es novedad que el narcotráfico se encuentra en nuestro país, y cada vez toma más fuerza. Vinculado a muchos delitos, se trata de un sistema organizaciones mafiosas que muchos dicen ver, que pocos denuncian y que el Estado parece no poder controlar.
En las últimas horas, se conocieron datos sobre la percepción de los argentinos sobre la presencia de drogas en sus barrios. Y uno de los datos que tal vez más llama la atención, es que cerca del 25% de las personas logra identificar la venta o tráfico de estupefacientes a su alrededor.
“Uno de cada cuatro hogares (26,5%) identifica la venta y/o tráfico de drogas en su cuadra, manzana o vecindario. Esta situación sólo ocurre en el 12,1% en la Ciudad de Buenos Aires, pero en un 31,1% en el Conurbano Bonaerense, por sobre lo que ocurre en otras grandes y medianas ciudades del país (26,7% y 25,7%, respectivamente)”, describe el informe realizado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, perteneciente a la Universidad Católica Argentina (UCA).
No obstante, estos números crecen al momento de hacer referencias a personas que viven en asentamientos, ya que la mitad de las personas sabe y consigue visibilizar la presencia de este problema de la sociedad. “En las villas o asentamientos, la percepción de venta de drogas sube al 49,2%, así como al 41,2% en los barrios populares de clase baja. En los barrios de clase media este riesgo cae al 20,3% y en los de clase media alta al 3,9%. En estos barrios no es que no exista el problema, pero es menor su prevalencia, así como también su visibilidad”, advierte el estudio realizado.
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Asimismo, en referencia a los lugares que afecta el narcotráfico en nuestro país, según el informe se destaca tanto la Ciudad de Buenos Aires como el Conurbano bonaerense. “El problema es más frecuente en las villas y asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires y de las ciudades no metropolitanas, pero mucho más extendido en los barrios populares del Conurbano Bonaerense y de otras ciudades metropolitanas”, aseguran.
Y precisan, que los barrios vulnerables son los más expuestos a este flagelo. “Si bien la venta y consumo de substancias ilícitas atraviesa toda la estructura social, es en los espacios urbanos más vulnerables donde adquiere mayor penetración, visibilidad y consecuencias más graves, formando parte estructural de la vida económica y social de los barrios vulnerables”.
“Es un país fragmentado y con un estado bobo”
Agustín Salvia, Director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, habló sobre el resultado de la investigación sobre la percepción de los vecinos de presencia de drogas en los barrios, realizada por su equipos de trabajo, y las conclusiones que se pudieron establecer a través de los datos recogidos. “La encuesta nacional que hacemos todos los año, marcó en el segundo semestre del año pasado una percepción de los vecinos de presencia de drogas en todos los barrios. Es un estudio que hacemos hace 10 años. Y la dinámica es de crecimiento”, explicó el sociólogo e integrante del CONICET.
“En villas y asentamientos la penetración es bastante completa. En las poblaciones más pobres y más vulnerables penetro el narcomenudeo y el narcotráfico. Pero cuando hay presencia policial se reduce, pero no absolutamente”, aseguró Salvia.
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Por su parte, el Director del Observatorio brindó detalles sobre los lugares más afectados sobre esta problemática. “El estudio marca que es de mas baja presentación promedio en CABA, pero más alta en los asentamientos y barrios informales. Más hay en el conurbano bonaerense que en las grandes ciudades. Hay bandas organizadas rudimentarias pero fuertes en la disputa del territorio y en el uso de los jóvenes como carne de cañón”, dijo.
”La penetración va produciendo aislamiento de las poblaciones o los segmentos más sanos e integrados de la sociedad. Acorralan a las iglesias y generan indefensión en los más pobres”, manifestó el sociólogo.
No obstante, involucró al Estado como uno de los principales actores de esta problemática, al entender que se encuentra ausente. ”Es un país fragmentado, estructuralmente empobrecido y con un estado bobo. Puede haber conexión de la política y la seguridad con la droga. A nivel nacional, la política es facilista. Meterse con este tema puede ser que signifique tener más complicaciones que beneficios. Ahí es donde aparecen distintas estrategias”.
Y concluyó: ”El sector progresista sostiene la libertad del consumo de droga. Omiten que es el gran negocio de la pobreza y la esclavitud de los jóvenes”.
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