Una policía que estaba con licencia médica fue detenida en Rosario, sospechada de haber filtrado información a la presunta célula de Los Monos que opera en la zona Noroeste de la ciudad. Su hijo, de 23 años, también fue arrestado, ya que está sindicado como uno de los gatilleros de la organización criminal que es liderada por presos.
Los arrestos ocurrieron este miércoles, horas antes de que Rosario se estremeciera ante el ataque a tiros al supermercado de la familia de Antonella Roccuzzo. Los dos sospechosos ahora serán llevados a audiencia imputativa en los próximos días por el fiscal de Balaceras, Pablo Socca.
El principal operativo lo realizó la Agencia de Control Policial (ex Asuntos Internos) en Mendoza al 600, en barrio Martín, cerca del Monumento Nacional a la Bandera. Los policías, que estaban de civil, esperaron a que Analía F. diera la vuelta a la manzana con sus perros y la esposaron en la puerta del edificio en el que vive.
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De 47 años, Analía F. había ingresado a la Policía de Santa Fe a finales de diciembre de 2005 y desde el año pasado estaba con licencia médica. Sus últimos dos pasos dentro de la fuerza de seguridad fueron en la comisaría 12ª de barrio Ludueña, uno de los territorios de mayor violencia en los últimos tres años; y en la subcomisaría 21ª del barrio 7 de Septiembre.
De acuerdo a la investigación del fiscal Socca, en la misma zona donde está la comisaría 12ª opera la presunta célula de Los Monos que disputa a tiros el territorio con la otra estructura relacionada con Esteban Lindor Alvarado, capo narco enemistado con el clan Cantero.
A Analía F. se le atribuirán los delitos de encubrimiento agravado e incumplimiento en los deberes de funcionario público. Entre las evidencias que hay en su contra, el Ministerio Público de la Acusación cuenta con escuchas telefónicas en la que su nombre es mencionado como la presunta responsable de dar aviso en la previa a allanamientos contra la banda.
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La caída de la policía fue clave para dar con su hijo Kevin Israel F., de 23 años, sospechado de ser gatillero de la organización que lideran los reclusos Mauro Gerez, Julián Aguirre, Andrés Benítez y Jonatan Almada. Eso es porque el presunto sicario había sido buscado a través de vigilancias encubiertas en la puerta de distintos domicilios donde pernoctaba, pero no había sido encontrado.
Kevin F. también fue detenido en la puerta del edificio. Sus constantes movimientos para no ser hallado en una misma casa tenían una explicación, según indicó una fuente de la causa: en la última semana lo atacaron a tiros dos veces y resultó ileso.
El presunto gatillero ya era conocido en las crónicas policiales. En agosto del año pasado fue aprehendido en barrio Ludueña después de una balacera ocurrida minutos antes. En ese procedimiento, la Policía secuestró el Nissan en el que se desplazaba y un carnet que estaba en el auto, que pertenecía a Jonatan Almada, casualmente, uno de los presuntos cabecillas de la célula de Los Monos.
El padre de Kevin F. también figuró en crónicas policiales, ya que el 5 de agosto del año pasado fue asesinado de tres tiros en la puerta de su casa de Esquiú y Larrea. Desde un primer momento, los testimonios indicaron a la Policía que el ataque estaba dirigido hacia su hijo.
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Como dato curioso, en la audiencia en la que serán acusados Analía F. y su hijo Kevin F. también imputarán a Matías “Pino” César, mano derecha del líder de Los Monos Ariel Máximo “Guille” Cantero, ya que el fiscal Socca considera que es el verdadero jefe de la célula que disputa a sangre y fuego los barrios Ludueña, Industrial y Empalme Graneros.
César, actualmente cumple una pena a 20 años de prisión por haber planificado algunos de los atentados contra edificios judiciales, casas de jueces y de policías, hechos que tuvieron lugar en 2018 y que fueron juzgados en 2021.
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