El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, aseguró este jueves por la mañana que “los narcos ganaron”, tras el ataque a tiros contra el supermercado de la familia Roccuzzo ocurrido esta madrugada en la zona Oeste de Rosario, que incluyó una amenaza a Lionel Messi. Si los narcos ganaron, fue porque se los dejó ganar. La inacción en el Servicio Penitenciario Federal permitió que los capos presos expandan sus negocios más allá de la venta de droga hacia una industria del sicariato y las amenazas y extorsiones armadas.
La cuenta de 347 homicidios en los últimos 14 meses en el departamento Rosario, con 58 hechos en lo que va de 2023, según el Observatorio de Seguridad Pública, y 31 en febrero (con más crímenes que días en el calendario); se complementa con ataques como el ocurrido esta madrugada en el supermercado de la cadena Único, con hechos de abuso de arma y heridos a balazos. Los carteles como el que fue dedicado al campeón del mundo en Qatar 2023 son la norma en este tipo de episodios.
En cuanto a los asesinatos, este febrero fue el más sangriento de la historia rosarina. El antecedente más terrible: mismo mes, pero de 2014, cuando hubo 29 crímenes, según números oficiales: En febrero de 2022, por caso, habían sido 22. Y como muestra, enero de 2023 también había sido brutal: 26 homicidios.
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Estadísticas oficiales a las que accedió Infobae aseguran que entre agosto y septiembre de 2021 se registraron 137 hechos de amenazas y extorsiones. Hubo 223 en el mismo período en 2022, un 62 por ciento de aumento. El Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, según sus propias cifras, atiende 40 baleados por mes.
A comienzos de este mes, la situación mostró un pico de descontrol. Sicarios balearon el Centro Municipal de Distrito Sudoeste Emilia Bertolé, un hospital ubicado en la zona Sudoeste. Por la intimidación, el intendente Pablo Javkin suspendió su agenda de actividades y se dirigió al edificio.
El motivo del ataque habría sido enviar un mensaje a las más altas esferas del poder narco rosarino. Un vecino encontró a pocos metros un cartón con el siguiente texto y se lo entregó a la Policía provincial: “Esteban, René. Dejen de mandar cartitas y pasar datos a los fiscales. Botón mata inocentes”. El escrito, de acuerdo a la suposición que hacían en el lugar investigadores policiales y judiciales, estaba dirigido a Esteban Lindor Alvarado y René “El Brujo” Ungaro, condenados por la Justicia federal por narcotráfico.
Días antes, un sicario en bicicleta había realizado cuatro disparos contra el frente de la Comisaría 32ª del barrio Godoy, en la zona Oeste: huyó sin ser detenido. No fue un caso aislado. El 26 de enero fueron incendiados tres autos en la puerta de la Comisaría 12ª del barrio Ludueña.
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El 3 de febrero pasado, la sede de la Agencia de Investigación Criminal, ubicada en la zona Sur de Rosario y encargada de investigar homicidios y balaceras, fue atacada a tiros. Los sicarios, que se desplazaban en moto, también dejaron dos notas, una de ellas, dirigida a dos presos que fueron condenados por narcotráfico y que tienen relación con Los Monos.
“Eric Mancini y Leandro Vilches dejen de pasarle (información) a los fiscales y dejen de tocar a gente inocente, manga de policías HDP. Pasamos la cabida que vos quieras”, decía la nota más relevante de las dos que fueron halladas frente al predio situado en Lamadrid al 500.
Eric Mancini, el aludido en el texto, en realidad no se llama así. Es Rodolfo Héctor Masini, tiene 43 años y está condenado a 11 años de prisión por ser proveedor de droga de la estructura del capo narco peruano Julio Rodríguez Granthon, que actualmente está en el penal federal de Rawson.
Casi a la misma hora del atentado contra la Agencia de Investigación Criminal fue baleado el frente del Sindicato de la Carne de Rosario, situado en avenida del Rosario al 400 bis, a pocas cuadras de la sede policial. Allí también dejaron una nota dirigida a Masini y a Vilches, y los peritos forenses secuestraron 11 vainas servidas.
El edificio de la Justicia federal de la calle Oroño fue atacado a tiros el 28 de septiembre pasado. Al menos un disparo atravesó dos vidrios de la garita de seguridad que está situada en el ingreso, por bulevar Oroño, entre San Luis y San Juan, en el centro de la ciudad. Un mes después, la Policía Federal detuvo a un sospechoso por el ataque cometido a cara descubierta.
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Guillermo Sebastián C., de 35 años, fue individualizado y arrestado por la División Unidad de Investigación Antiterrorista de la PFA -que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales-, en una causa a cargo de la Fiscalía Federal N°1 de Javier Arzubi Calvo.
También en octubre de 2022, un cartel intimidatorio fue encontrado en las instalaciones de Telefe Rosario, que se encuentra a metros del puerto, del edificio de Prefectura Naval Argentina y a pocas cuadras del Monumento Nacional a la Bandera. En el texto, firmado con el sello de “Con la mafia no se jode”, se amenazó con “matar a periodistas”.
Con información de Agustín Lago y Cecilia Di Lodovico
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