La jueza de Comodoro Rivadavia, Mariel Suárez, está involucrada en un escándalo desde el año pasado por visitar y besar en la cárcel a un preso condenado por homicidio. En medio de los reclamos de destitución, la magistrada ahora obtuvo un fallo favorable y logró el “sobreseimiento definitivo” en la causa penal que la investigaba por incumplimiento de sus deberes de funcionario público.
Así lo resolvió el juez a cargo del caso, Carlos Ariel Tedesco, luego de hacer lugar a un planteo de la defensa. Pero la Fiscalía de Chubut apeló la resolución judicial, por lo que se insistirá en la acusación por las presuntas inconductas de la magistrada.
Mariel Suárez fue denunciada por estar al menos en dos encuentros en el Instituto Penitenciario Provincial (IPP) de Trelew con Cristian “Mai” Bustos. El hombre, de 40 años, tiene una condena firme a 20 años de prisión por el crimen de su hijastro, un bebé de 9 meses y otra sentencia reciente a prisión perpetua por matar a un policía y herir a otro en 2009 durante un operativo en el que pretendían detenerlo. En ese último caso, Suárez intervino como jueza del tribunal y pidió una pena menor.
Las grabaciones de las cámaras de la sala donde se reunieron la jueza Suárez y Bustos los expusieron. En las imagenes, ambos se abrazan, se toman fotos y, aparentemente, se besan en la boca, además de compartir un mate y alimentos. El video se conoció por la denuncia de un funcionario del IPP.
Más allá de esa conducta privada, Suárez está acusada de mentir e incumplir sus deberes de funcionaria para verse con Cristian Bustos.
Según la investigación, la jueza había alegado un parte de enferma para excusarse de convocar a una citación judicial el día 30 de diciembre de 2021 para definir sobre la detención de una persona que había violado un domicilio. Pero la magistrada no padecía una condición de salud, sino que estaba en ese momento en Trelew desde el 29 de diciembre para reunirse con el preso.
La fiscal María Bottini junto a la letrada Cecilia Bagnato denunciaron a la jueza porque dio una explicación “engañosa” y mintió para demorar su intervención en el caso. De esa manera, faltó a sus deberes. “En el caso del detenido cuyo control se demoró, la fiscalía no solicitó medida de coerción, por lo que se le otorgó la libertad en la audiencia del 31 de diciembre”, señaló el Ministerio Público Fiscal de Chubut.
En su fallo, el juez Carlos Tedesco respaldó los argumentos de la defensa de Mariel Suárez. Entendió que la magistrada no incumplió ninguna ley y que tampoco hubo “delitos de omisión” en su función, ya que no había vencido el plazo legal establecido para que intervenga la jueza.
Ante esa resolución, la Fiscalía rechazó el sobreseimiento e insistió en que la jueza Mariel Suárez cometió una “arbitrariedad” y un “abuso funcional” al retrasar su decisión, lo que tuvo como consecuencia que el hombre “pasara una noche entera privado de su libertad”. Desde el punto de vista de la acusación, la demora fue un “actuar doloso y deliberado de la Jueza que mintió porque estaba en otra ciudad realizando actividades ajenas a su labor como jueza penal de turno”.
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El jury para destituirla
Aunque obtuvo un fallo favorable, la jueza Suárez sigue complicada y podría ser destituida próximamente en el Consejo de la Magistratura local. Ese trámite administrativo corre en paralelo y de manera independiente a la investigación penal.
El año pasado, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia de Chubut realizó un informe sobre el comportamiento de la magistrada y elevó un sumario. La jueza camarista Flavia Trincheri, que estuvo a cargo de la investigación, comprobó que la magistrada se encontró dos veces con un preso de alta peligrosidad por fuera del horario de visitas y evaluó esa conductoa como “deslucida y desajustada al cargo de Jueza que detenta”.
El sumario concluyó que la magistrada violó con sus visitas, al menos, tres normas.
El STJ corroboró que la jueza de Comodoro Rivadavia -quien ya había atravesado un jury en 2013 y logró salvarse de la destitución- ingresó a visitar a Bustos el miércoles 29, un día después de la última condena en el juicio que ella presidió, y el jueves 30 de diciembre pasado al IPP de Trelew por casi tres y dos horas, respectivamente, “con la finalidad de escribir un libro”.
Además, en su segunda visita, -a la que accedió exhibiendo su credencial de jueza- Suárez y el interno, conociendo la disposición de las cámaras, se sentaron uno al lado del otro en el piso, en un punto ciego donde no podían ser captados. La jueza dijo que había sido para enchufar su celular y su computadora. Trincheri consideró esta justificación “pueril”.
Para Trincheri, la magistrada violó el artículo 10 inciso B del Reglamento Interno al no “observar una conducta decorosa compatible con la dignidad de la función judicial”. También el artículo 13 de la ley de ética que prevé el “deber de conducirse apropiadamente en público” y el artículo 17 del Código Procedimiento Penal que habla de “igualdad entre las partes e imparcialidad”, por su rol en un juicio en el que fue condenado el preso Bustos.
Por el momento, hasta tanto se resuelva su situación en el Consejo de la Magistratura de Chubut, la jueza permanece suspendida de su cargo.
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