Luego de 23 años de espera, Ángel Páez pudo realizar el examen de ADN que permitiría confirmar o descartar si es hijo de Elías Chahla, un acaudalado empresario tucumano que murió en 2010 y es padre de la diputada nacional Rossana Chahla. Aunque el estudio, que se realizó en diciembre de 2022, arrojó una probabilidad de relación biológica de 99,88%, todavía queda un obstáculo para demostrar la presunta paternidad.
La actual candidata a la intendencia de San Miguel apeló el resultado genético, en sintonía con su perito de parte, el bioquímico Gustavo Penasino, quien argumenta que ese porcentaje no es concluyente y sostiene que debe ser del 99.99%, pese a que un fallo de la Sala 1 de la Cámara Civil en Familia y Sucesiones, dictado en mayo de 2017, estableció que un 98 por ciento se considera irrefutable, según el Tratado de Derecho de Familia.
Como respuesta, el abogado de Páez, Mariano Peralta, prepara una denuncia penal contra su media hermana, ex ministra de Salud de Tucumán, “por actitud maliciosa”, indicaron desde su entorno. Por lo pronto, en marzo deberán presentarse a una audiencia tras la impugnación del cotejo. En juego hay una herencia de 40 millones de dólares.
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El informe, realizado por el laboratorio de genética del equipo de investigaciones fiscales del Ministerio Público de Tucumán y al que accedió Infobae, detalla que “al no disponer de material biológico del supuesto padre, el Sr. Chahla, Elías, se intentó reconstruir el perfil genético del mismo a partir de muestras biológicas de sus hijas indubitadas, (Rossana, su hermana María Emilia) y de la madre biológica de ambas, Amelia Testa”.
“Según los perfiles genéticos observados, no se puede excluir al Padre Biológico de María Emilia y Rossana Chala como Padre Biológico de Páez”, concluye el documento elaborado por Guillermo González, Bioquímico Forense del Laboratorio de Genética Forense perteneciente al Centro Científico René Favaloro.
“El análisis estadístico efectuado utilizando los 23 marcadores de ADN autosómicos analizados permite calcular un Índice de Relación Biológica de 8,67 x 102 y una Probabilidad de Relación Biológica de 99,88 %. El valor del Índice de Relación Biológica obtenido implica que es ochocientas sesenta y siete veces más probable el hallazgo de los perfiles genéticos obtenidos, si el Padre Biológico, de CHAHLA, MARIA EMILIA, y de CHAHLA, ROSSANA ELENA, es también el Padre Biológico de PAEZ, ANGEL EDUARDO, que si el padre de PAEZ, ANGEL EDUARDO fuese una persona tomada al azar de la población no relacionado genéticamente con CHAHLA, MARIA EMILIA ni con CHAHLA, ROSSANA ELENA”.
El examen se realizó después de varios años, debido a que la legisladora y su hermana María Emilia aceptaron someterse al cotejo tras la inminente exhumación del cadáver de su padre. Los restos de “Don Elías” descansan en un imponente mausoleo del Cementerio del Oeste, de la capital tucumana.
Páez, de 56 años, inició el reclamo de filiación en 1999, luego de que su madre, María Trinidad Páez, con serios problemas de salud, le confesó que el próspero comerciante era su padre.
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En 2014, el denunciante había conseguido que dos sobrinos de Elías Chahla, Roberto y Fernando, primos de Rossana, se hicieran estudios de ADN en Buenos Aires. Las conclusiones del informe señalaron que “el análisis permite concluir que pertenecen a la misma línea paterna”, pero al tratarse de un análisis que se hizo de manera privada, no se lo tomó en cuenta en la causa a cargo del juez Carlos Torino.
En 1970, Ángel Páez cruzaba de la Escuela Nacional N°120 hacia el almacén de Ramos Generales donde se llenaba las manos de caramelos y le pagaba al hombre fortachón y de baja estatura, apodado “El Turco”, que atendía detrás de la caja registradora. No sabía que podía estar frente a su padre. Estaba convencido de que su abuelo Valentín y su abuela, Carmen, eran sus padres. Creía, además, que la joven que lo llevaba todos los días al colegio, era su hermana.
Aún recuerda las burlas de sus compañeros, sobre el rumor de que su hermana era, en realidad, su madre.
“Mi mamá, que vivía a 50 kilómetros de San Miguel de Tucumán, iba a la ciudad a hacer las compras. Él le ofrecía llevarla. Entre idas y vueltas, quedó embarazada a los 18 años”, contó Ángel.
De acuerdo a esa versión de la historia, “Don Elías” -de novio con la que sería su esposa- no quiso hacerse cargo del bebé y la familia Páez, que trabajaba en la zafra (la cosecha de caña de azúcar), eligió el silencio.
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