En un nuevo episodio de la violencia que se vive día a día en Rosario, el cuerpo de un joven apareció baleado y con un cartel que contenía un mensaje destinado a un narco preso. La policía investiga el homicidio del trabajador gastronómico, el cual podría ser el segundo en su tipo en tan solo dos meses.
Según explican los familiares de la víctima, el chico no tenía ninguna relación con los mercados ilegales del narcomenudeo. Además de trabajar en una parrilla, hacía changas en una verdulería. Por dicha razón los investigadores intentan determinar si ese crimen, uno de los siete ocurridos durante el fin de semana largo de carnaval en Rosario, se trató de otro caso de una víctima inocente usada como ‘mensaje’.
La familia del joven, Yamil Brandon Ortigoza, explicó que él salió el domingo a la noche de su casa para encontrarse con una chica, pero al no volver el lunes comenzaron a preocuparse. La razón es que debería haberse presentado a trabajar en una parrilla del paseo gastronómico Pellegrini de la ciudad.
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Ante esta situación la familia recurrió a la policía para denunciar su desaparición, sin embargo, como no habían transcurrido 48 horas, no se la tomaron, aseguró Silvia, tía del adolescente asesinado. La familia buscaba al chico desde la mañana y había intentado, sin suerte, radicar una denuncia por búsqueda de paradero en la seccional policial de su barrio.
Tiempo después el cuerpo baleado de Ortigoza fue encontrado por vecinos del barrio Tío Rolo, alejado del domicilio del chico, y con un cartel que decía: “Nico Camino dejá de matar gente inocente”.
El fiscal que investiga el caso, Ademar Bianchini, recién pudo conocer la identidad de la víctima el lunes, cuando fue identificado en el Instituto Médico Legal (IML).
¿Para quién es el mensaje?
El hombre mencionado en el cartel que colgaba del cuerpo de Yamil Brandon Ortigoza, Pablo Nicolás Caminos, está preso en la cárcel de Rawson, donde cumple una condena a 24 años por dos homicidios. En 2022 fue imputado como líder de una violenta banda narco que conducía desde la cárcel de Piñero, en Santa Fe, por lo que fue trasladado al sur del país.
Su nombre está asociado en las investigaciones judiciales –una federal y otra de la Justicia ordinaria- al jefe de la narcobanda “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero, también condenado y preso.
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Según las investigaciones, Caminos habría constituido una célula en las que se dividió el clan Cantero, líder de ‘Los Monos’. Esto lo habría logrado a base de homicidios y balaceras de un barrio de Rosario a los miembros de la banda enfrentada, liderada por el capo narco Esteban Alvarado.
El caso del chico asesinado la noche del domingo de cinco disparos posee, de acuerdo con las primeras averiguaciones y los dichos de sus familiares, una posible relación con el crimen del músico y artesano Lorenzo “Jimi” Altamirano (28).
Aquella víctima había sido secuestrada a inicios de febrero de este año luego de salir de un ensayo con su banda. Luego habría sido asesinado en uno de los accesos al estadio de Newell’s Old Boys, también con un mensaje relacionado con la interna de la barrabrava de ese club.
Según los fiscales que investigan el hecho, el joven era ajeno a la barra y a las tramas narcocriminales de Rosario, por lo que se inclinan por la hipótesis de una víctima escogida “al azar”, para enviar un contundente mensaje mafioso.
Si bien la investigación del asesinato de Ortigoza recién comienza, la familia cree que se trató de otro crimen de características similares.
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