“El Menorcito”, el preso acusado de asesinar a su hijastro con un palo que subía videos a Tik Tok desde la cárcel

Alan Leonel Lapalma, marplatense de 25 años, está acusado de haber asesinado a golpes con un palo de escoba a Aarón Maximiliano Bustos Sosa, hijo de su última pareja, de apenas 18 meses, un crimen ocurrido en septiembre de 2021. Ahora está encerrado en la cárcel de Batán a la espera de que comience el juicio en su contra por el delito de homicidio. Mientras tanto, el imputado pasa el tiempo en la red social TikTok: sube breves videos a su perfil “Elmenorcito465″ -seudónimo tomado de una canción de reggaetón del artista El Jordan 23- y muestra su vida dentro de un calabozo, al tiempo que hace playback con varias canciones para los 74 seguidores que tenía al cierre de esta nota. Y antes de que le sacaran el teléfono.

Es que luego de que la historia fuese difundida por el sitio marplatense 0223, el Servicio Penitenciario Bonaerense le incautó el celular a Lapalma. Los videos del detenido habían indignado a la familia del chico asesinado.

El 18 de septiembre de 2021, Lapalma y su ex pareja llevaron al bebé de ella de 18 meses a un centro de salud del barrio Ameghino. El niño se encontraba inconsciente. La primera versión de la mujer y de Lapalma fue que el bebé se había atragantado al comer.

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Al constatar la gravedad del estado de salud del niño, los médicos ordenaron el traslado inmediato al hospital Materno Infantil de Mar del Plata. El bebé de 1 año y medio murió a las pocas horas de llegar al nuevo centro de salud. Fue entonces cuando los especialistas realizaron un análisis exhaustivo sobre el cuerpo del menor, que fue la clave para descubrir la verdadera historia sobre lo ocurrido.

Al analizarlo, vieron que presentaba hematomas en la zona abdominal, en los costados del cuerpo y en el cráneo. Fue entonces que los médicos constataron que el chico había sido víctima de violencia física. La pareja fue entrevistada por policías.

Durante la primera charla, con la pareja declarando en conjunto, la madre y Lapalma mantuvieron firme la versión de que el niño se había atragantado con comida. Sin embargo, una vez que la mujer pudo hablar en soledad, reveló lo que estaba ocurriendo dentro de su hogar.

La madre del bebé aseguró que desde hacía meses, tanto ella como su hijo, eran víctimas de golpes y todo tipo de violencia física por parte de Lapalma. La mujer dijo que no había hecho la denuncia anteriormente porque estaba amenazada por su pareja y que cuando Lapalma tomaba cocaína se volvía especialmente violento.

Así, la fiscalía del caso ordenó la detención inmediata del sospechoso y fue trasladado a la cárcel de Batán, acusado por el delito de homicidio agravado por alevosía y lesiones leves agravadas por el vínculo, mediando violencia de género.

Ahora, Lapalma pasa sus días a la espera del juicio dentro de un calabozo. Sin embargo, allí encontró una forma de pasar el tiempo. Con su teléfono celular abrió un perfil en la red social TikTok y comenzó a subir material. Su última publicación fue hace tres días y se muestra con una mujer. “Podemos tener miles de errores, miles de problemas, pero acá estamos, somos dos 2 locos contra el mundo, te amo mi menor siempre juntos”, escribió.

Desde que abrió la cuenta, subió 45 videos. Lapalma también se muestra con indumentaria del club Boca Juniors, mientras mira a cámara y canta canciones de reggaetón. Incluso, hace recorridos por la cárcel, la filma y cuenta lo que ve.

Esta situación indignó a la familia de la víctima. “Este tipo parece que está mucho mejor en la cárcel que nosotros acá afuera. Todos los días extrañamos y sufrimos la ausencia de Aarón. Queremos que se haga Justicia, pero sabemos que acá todo es muy lento”, expresó un familiar de la víctima al portal 0223.com.

La Cámara de Casación Penal Bonaerense autorizó el uso de celulares para que los presos pudieran comunicarse con sus familiares en medio de la pandemia por el coronavirus, tras la prohibición de las visitas a los penales. La utilización de redes sociales no fue permitida. Incluso, se especificó que solamente podían utilizar el WhatsApp para hablar con sus allegados.

Sin embargo, los presos que crearon cuentas de TikTok comenzaron a aparecer al comienzo de la pandemia. Los primeros casos fueron los de “Crisss59″ y “Ale666″, quiene entre los dos sumaron casi 60 mil seguidores y varias causas penales. En sus videos, realizaban playback de canciones de Bad Bunny entre efectos de brillos, se filmaban mientras se tatuaban entre ellos. También transmitían en vivo: saludaban a seguidores de todo el país, respondían preguntas sobre la vida en prisión, o la vida en delincuencia.

Estos dos usuarios fueron los más activos y populares en el circuito tiktoker tumbero. Un rápido recorrido por la red social de origen chino es suficiente para encontrar decenas de perfiles de presidiarios que suben videos desde las celdas, los pabellones y hasta del patio de la cárcel.

Juan Marquestau estuvo detenido en la Unidad Penal Nª15 también de Batán por un femicidio ocurrido en diciembre del 2021. Meses atrás volvió a ser noticia por subir material a su perfil de TikTok. El femicida de Nicole Peña comenzó a ser un usuario activo de la red social en febrero y desde entonces hizo publicaciones periódicas. En la mayoría de los videos, se lo ve vestido, bailando, con una boina, y a veces hace participar a otros reclusos.

“Hola chicas, seguidoras, ¿cómo les va? Me estoy por dar un baño. Soy medio vergonzoso, pero bueno. Quiero mandarle un saludo a todas las amigas, a la que me siguen”, se escucha decir en un video que filmó desde la ducha de la cárcel.

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