La DDI de La Plata atrapó a un sospechoso de un crimen que se había escapado a la provincia de Tucumán. El homicidio había ocurrido en la capital bonaerense el 14 de diciembre pasado. Desde ese día, el presunto autor estaba prófugo. Tras arduas tareas de investigación fue localizado en el Norte del país y, finalmente, capturado.
Se trata de Jorge Martín Carneiro, quien está sospechado de haber ingresado el 14 de diciembre pasado al domicilio de Silvio Peroni, un docente de 56 años de la facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). De acuerdo la información oficial, el ahora detenido entró a la vivienda ubicada en la intersección de las calles 26 y 29, con intenciones de robar.
Una vez en el interior de la propiedad, Carneiro se trenzó en una pelea con Peroni, quien se defendió de la intrusión del ladrón. En ese contexto, el docente terminó herido de al menos una puñalada en la zona abdominal y murió. El personal de la comisaría 4ª de la Plata que arribó a la casa, encontró al profesor ya sin signos vitales.
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Así, el caso quedó en manos del fiscal Matías Almirón, titular de la UFI Nº8 de La Plata, quien ordenó a la DDI local que fueras tras el asesino. Lo primera información que llegó a oídos de los detectives fue que Carneriro, antes de ser identificado, había salido de la casa del profesor universitario e ingresó en otro domicilio, ubicado a pocas de cuadras de allí para cambiarse la ropa.
En esa segunda vivienda que entró, el sospechoso tomó de rehenes a una pareja de ancianas: las ató, les robó pertenencias y ropa para poder escapar. Así, Carneiro salió de este último domicilio a pie y huyó hacia Ensenada.
Con ese dato, los detectives de la DDI de La Plata comenzaron a revisar las cámaras de seguridad hasta que lograron identificarlo. Carneiro, por su parte, era un viejo conocido para la Justicia. Cargaba con 12 causas en las que había caído detenido. La primera es del 2000 por atentado y resistencia a la autoridad. Luego, aparecen en los registros distintos robos y abusos sexuales.
Así, el fiscal Almirón pidió su captura por el delito de homicidio agravado por criminis causa, es decir, matar para ocultar otro delito. Los investigadores fueron tras sus rastros.
Con datos callejeros, seguimientos y análisis de las pruebas, los detectives lo ubicaron a Carneiro en la provincia de Tucumán. De inmediato dieron aviso a la policía de esa provincia. En un trabajo en conjunto fue entonces que dieron con el sospechoso, que en el momento de su detención mostró una falsa documentación.
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De esta manera, Carneiro terminó en un calabozo. Ahora, el fiscal Almirón espera que finalmente sea trasladado para tomarle declaración indagatoria por el crimen del profesor Peroni.
El día de su homicidio, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP había emitido en su sitio web el siguiente comunicado por el crimen del docente: “Lamentamos el fallecimiento del profesor Silvio Peroni. Acompañamos y abrazamos con profundo dolor a la familia, amigos/as, compañeros/as del docente de esta casa de estudios”.
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