Andrea Silvana Rocchio salió este sábado de su casa ubicada en la localidad de Alejandro Korn, donde dejó a su hijo de 6 años y a su pareja. Les dijo que iba a comprarse un par de zapatillas. Tras efectuar la compra, la mujer de 27 años y embarazada de tres meses, se encontró con su amante, un vecino suyo de 31 años y de nacionalidad peruana: juntos se fueron a un hotel alojamiento en Glew, partido de Almirante Brown. Horas después, fue encontrada muerta en la habitación, en la que, además, había una gran cantidad de estupefacientes. Investigan las causas del fallecimiento.
Según confirmaron fuentes policiales y judiciales a Infobae, el hallazgo se produjo después de un llamado al 911 que efectuó M.C.T.A., quien estaba con la víctima en el albergue transitorio. Incluso, en paralelo se le abrió una causa en una fiscalía especializada en drogas del departamento judicial de Lomas de Zamora por la cantidad de estupefacientes y dinero que los investigadores encontraron en la habitación por la que habían pagado.
Lo cierto es que, tras el llamado de alerta del hombre, agentes de la Comisaría 7ª de Glew se trasladaron hacia el hotel “Bahía”, ubicado en la calle Gervasio Méndez 269, entre Obligado y Roldán, en el Sur del conurbano bonaerense. A su arribo, encontraron el cuerpo de la embarazada en una de las habitaciones: la mujer, todavía con vida, expulsaba espuma por la boca. Rápidamente, los policías le efectuaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) pero no pudieron salvarla.
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Tras confirmar el deceso, los peritos y un médico de la Policía Bonaerense constataron que la víctima tenía lesiones en los dedos, y moretones en el cuerpo. Además, comprobaron que en el cuarto del hotel había cocaína, marihuana y botellas de alcohol. También encontraron la caja de zapatillas que se había comprado la víctima antes de irse con su amante.
Luego de escuchar el relato de M.C.T.A., los investigadores lograron reconstruir lo ocurrido. De acuerdo a lo manifestado por el extranjero —de profesión albañil y con domicilio en la localidad de Alejandro Korn— él y la víctima eran amantes y también vecinos: vivían a seis cuadras de distancia.
Ese sábado, siempre según el testimonio del ahora aprehendido, primero fueron a comprar un par de zapatillas para ella y, luego, se fueron al hotel. Mientras estaban en el albergue, la mujer que estaba transitando un embarazo de tres meses consumió estupefacientes y, luego, se descompensó, según reconstruyeron las fuentes consultadas por este medio.
Antes de llamar al 911, M.C.T.A. dijo que trató de reanimar a la joven. Incluso, fuentes con acceso al expediente confiaron a Infobae que el hombre les explicó a los investigadores que le hizo “dos cortes en los dedos de una mano para bajarle la presión”, como método desesperado para salvarla.
Si bien el relato del hombre coincide con lo observado por las cámaras de seguridad de la zona que fueron relevadas por los investigadores y, también, con lo que constató el médico de la Policía Bonaerense, la autopsia será clave para determinar cuáles fueron las causas de la muerte de Andrea.
En paralelo, los investigadores decidieron trasladar al ciudadano peruano de manera preventiva a la comisaría y dejarlo aprehendido hasta obtener los resultados de la autopsia al cuerpo de Rocchio, pero además hasta que el hombre pueda explicar cómo obtuvo esa cantidad de droga que fue hallada en la habitación del hotel.
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Por el caso se abrieron dos causas. Una la investiga el fiscal Alejandro Semisa de la Unidad Funcional N° 7 de Lomas de Zamora como “averiguación de causales de muerte”. La otra quedó a cargo de la Unidad Funcional N° 14 del mismo Departamento Judicial por “tenencia de estupefacientes para consumo”.
Antecedente
La muerte de Andrea Silvana Rocchio en el hotel de Glew se suma a la de Cristina Ayala, una mujer de 60 años y de nacionalidad paraguaya, que fue encontrada sin vida el pasado 16 de febrero en un hotel ubicado en la calle Solís 1.301 en el barrio porteño de Constitución.
Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, el hallazgo del cuerpo se produjo después de que el dueño del lugar intentara comunicarse con ella sin éxito. Tras dar aviso a la Policía de la Ciudad, los agentes ingresaron a la habitación donde estaba la víctima y la encontraron tendida en el suelo, tapada con una frazada. Además, presentaba un golpe contundente en la cabeza y dos heridas cortantes en la región cervical.
A metros del cuerpo, en la misma habitación, había un cuchillo tipo Tramontina, con manchas de sangre. Para los investigadores podría tratarse del arma homicida. Pero eso no fue todo: mientras registraban el cuarto, los efectivos encontraron un botón antipánico que, según constataron después, pertenecía a la víctima.
El caso quedó en manos de la Fiscalía Nacional Criminal y Correccional Nº 37, a cargo de la doctora Romina Monteleone y la secretaría de Jorge Aranda Castilla, por el delito de averiguación de homicidio.
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