Tras pasar dos noches en la alcaidía del Palacio de Tribunales de la calle Talcahuano, Oscar Valdez, el detenido por asesinar de un tiro a la policía porteña Maribel Zalazar en la estación Retiro de la línea C de subte, fue indagado este jueves al mediodía por el juez Martín Peluso. El imputado, de 29 años, vecino de la Villa 31 y costurero, fue representado por un defensor oficial.
Efectivamente, Valdez declaró ante el magistrado del caso, aunque su testimonio fue escueto: se negó a responder preguntas del juez Peluso. Según confirmaron fuentes del caso a Infobae, sí reconoció haber disparado el arma de Zalazar, pero dijo que creyó que la policía porteña “era otra persona”.
En el ataque, cometido mientras Zalazar lo asistía, Valdez también le disparó a un empleado de la empresa concesionaria EMOVA, que se encuentra fuera de peligro. Ayer, tras ser internado en el Hospital Fernández, el empleado declaró en el expediente. Lo que dijo complicó fuertemente al imputado: aseguró que lo vio destrabar el seguro del arma de Zalazar y luego accionar la corredera.
Te puede interesar: Despidieron los restos de la policía asesinada en Retiro
La calificación en contra del costurero, hasta el momento, es particularmente extensa: homicidio agravado por haber sido cometido contra un integrante de una fuerza de seguridad. También, se lo acusa de los delitos de homicidio agravado por haber sido cometido para lograr su impunidad en grado de tentativa, abuso de arma de fuego, resistencia a la autoridad y daño agravado por tratarse de un bien de uso público.
El miércoles al mediodía, el juez Peluso recibió los contenidos de las cámaras de seguridad de la estación Retiro. El hecho “se ve de lejos, pero se puede apreciar que, repentinamente, mientras Salazar intenta recostarlo en la camilla del SAME, Valdez le toma el arma de la cartuchera. Se da un breve forcejeo con la Policía. Ella cae ya herida y después él se incorpora, en cuclillas hace nuevos disparos en varias direcciones”, relató una fuente del expediente a Infobae.
Es decir, Valdez mató a Zalazar mientras la policía intentaba ayudarlo en medio de un confuso episodio.
Peluso, titular del Juzgado N°9, ordenó diversas medidas: pericias de balística, un análisis toxicológico a la sangre de Valdez para intentar determinar si mató bajo el efecto de alcohol o estupefacientes, cuyos resultados todavía aguarda. Por el momento, se encuentra descartado que Valdez sufra una condición psiquiátrica.
Te puede interesar: Se conocieron los resultados de la autopsia al cuerpo de la policía de la Ciudad asesinada en Retiro
Tras huir y ser detenido en el hotel Sheraton por personal de la Policía de la Ciudad y la PFA, Valdez forcejeó con los policías que lo subían al patrullero. Allí, gritó: “Traémelo a mi hijo y a mi hija. ¡No me hagas así! ¡Yo soy el jefe, yo gané! ¡No me vas a meter! ¡Me están haciendo daño, las cámaras!”.
Zalazar, madre de dos hijos, falleció el martes cerca de las 12.30 en el Hospital Churruca, donde la asistieron en el shock room y la operaron para intentar salvarle la vida. Tenía lesiones graves en el tórax y en el cuello, además del pulmón izquierdo comprometido por el impacto de la bala. Era policía al menos desde 2014, traspasada desde la Policía Federal. Prestó servicio en la Comisaría 10ª y luego pasó a la Comisaría Comunal 7B. Desde 2018 se desempeñaba en la División Subtes de las líneas C, D, E y H y Premetro.
Seguir leyendo: