Rosario narco: qué piensan los fiscales del nuevo ministro de Seguridad

La llegada de Claudio Brilloni es vista con buenos ojos por los investigadores en la primera línea de fuego de la mayor crisis de seguridad del país

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El gobernador Perotti y el ahora ex ministro Rubén Rimoldi.
El gobernador Perotti y el ahora ex ministro Rubén Rimoldi.

La designación del comandante retirado de Gendarmería Claudio Brilloni como ministro de Seguridad de Santa Fe fue vista con aprobación por parte de investigadores policiales y fiscales provinciales y federales, que lo conocen por su trabajo previo en la fuerza federal en la ciudad y como secretario de Seguridad Pública. Uno de los puntos más ponderados fue que es una persona “muy proactiva, con diálogo y conocimiento”.

Su nombramiento estaba al caer. Las conferencias de prensa fallidas que dio su antecesor Rubén Rimoldi, el martes en la capital provincial y el miércoles en Rosario, donde dio información falsa de la investigación por el secuestro al azar y asesinato de un joven músico frente a la cancha de Newell’s, fueron tomadas por las fuentes de la Gobernación como una situación sin retorno.

Al contrario de Rimoldi, desde la Agencia de Criminalidad Organizada del Ministerio Público de la Acusación, uno de los núcleos investigativos que enfrenta la problemática narco, se lo mira con optimismo a Brilloni, quien hasta este miércoles se desempeñó como secretario de Seguridad Pública. “Es otra cosa. Sabe, está metido, escucha y además no estuvo metido en la Policía”, sostuvo un investigador judicial de altísimo perfil que prefirió mantener en reserva.

Otro integrante del Ministerio Público de la Acusación que se dedica a perseguir a bandas de traficantes señaló que el nuevo ministro tiene “poco tiempo, pero margen para corregir en lo inmediato”. Según su criterio, uno de los primeros temas a abordar es “recomponer la línea de mando de la Policía, porque está todo roto”. Y agregó que otro foco debería estar apuntado a “mejorar urgente” el Servicio Penitenciario provincial, ya que entiende que en los últimos cuatro años se ve una incidencia directa en la calle por los delitos que se instigan desde la cárcel.

Desde la Unidad Provincial de Balaceras, otro punto clave, definieron al nuevo ministro como un “funcionario que funciona”. Agregaron que si no empieza por poner el pie firme en el Servicio Penitenciario para bajar la planificación de crímenes, atentados y balaceras, no podrá revertir el escenario de extrema violencia que atraviesa Rosario. Algún investigador se permitió ser derrotista: “Le va a costar mucho porque el problema es estructural. Hay una pérdida total del control en las cárceles y hoy por hoy falta personal para hacer inteligencia”, afirma un funcionario reconocido. El sistema federal de prisiones, tras el desmantelamiento del área de Inteligencia durante la actual gestión, también es otro punto.

Claudio Brilloni, nuevo ministro.
Claudio Brilloni, nuevo ministro.

Desde el Ministerio Público Fiscal también se lo conoce a Brilloni, considerado como una autoridad “potable, con experiencia y laburante”. Se lo recuerda mucho por haber estado al mando del operativo de Gendarmería que se llevó a cabo en septiembre de 2017 en la ruta nacional 8, cuando un camión que había salido de Orán fue interceptado en el sur de Santa Fe con 700 kilos de cocaína cuyo destino era la provincia de Buenos Aires.

La Policía de Rosario también lo conoce, ya que fue visto en varias oportunidades en escenas de asesinatos, de atentados o incluso de robos, supervisando el trabajo de los agentes. Un alto mando de la Unidad Regional II valoró su capacidad de trabajo y mantener constantemente encuentros para recibir información sobre la criminalidad que aqueja a Rosario.

Las primeras palabras del ministro

Brilloni informó este jueves que ya le elevó al gobernador Omar Perotti los nombres que considera que hacen falta incorporar a su plantel de trabajo para contener y bajar la violencia. Anticipó que no habrá “grandes cambios” en la estructura y enfatizó que tiene que mejorar “el despliegue operativo de la prevención, con refuerzo de la presencia policial en la calle”.

“Me encontré con comisarios que no tocaban su arma desde hacía tiempo”, destacó en Radio 2 al tiempo que comentó: “Lo que hemos encontrado en estos efectivos es falta de entrenamiento y capacitación. También de liderazgo del jefe policial, que no solamente tiene que controlar, sino además motivar y asignarle misiones al policía, explicarle qué es lo que tiene que hacer, cómo lo tiene que hacer y por qué lo tiene que hacer”.

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