Dos de los sospechosos tienen 17 años, los otros dos 18 y 20. Son los cuatro detenidos por haber dejado a Lautaro, de 16 años, al borde de la muerte tras haberle pegado botellazos en la cabeza cuando intentó rescatar a un amigo al que le estaban robando en la localidad de Villa Centenario, partido de Lomas de Zamora.
Mientras este martes a última hora, desde la UFI N°5 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Marcelo Domínguez, se ordenaron cinco allanamientos para capturar a los cuatro jóvenes acusados de atacar a Lautaro; el adolescente de 16 años permanece internado en una clínica porteña, según pudo saber Infobae. Su situación es dramática.
Lautari sufrió un “traumatismo craneoencefálico grave” y está internado en la Unidad de Terapia Intensiva de la Clínica Sagrada Familia de la Ciudad de Buenos Aires. El adolescente presenta un “hematoma extradural frontal..., múltiples lesiones en corteza cerebral, invasión de ventrículos, hematoma frontal izquierdo”, por lo que permanece con un “drenaje” aunque le quitaron la asistencia respiratoria mecánica. Sin embargo, según fuentes médicas, su “estado delicado”.
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La causa se investiga como tentativa de homicidio agravado y robo, pero como hay dos menores detenidos, el caso pasó a manos del fiscal Andrés Vagnara, del fuero de responsabilidad penal juvenil de Lomas de Zamora.
Los mayores arrestados fueron identificados por fuentes consultadas por este medio como Walter Romero (20) y Diego Alejandro Silva (18). A los sospechosos, además de uno de los coches involucrados en el ataque, les secuestraron elementos e indumentaria de la Escuela Superior de Artes Marciales.
El caso
En el video que ilustra esta nota se ve parte de la brutal secuencia que ocurrió este domingo por la madrugada en Villa Centenario, cuando Lautaro y cinco amigos, todos menores de edad, fueron atacados ferozmente por un grupo de delincuentes.
El violento episodio tuvo lugar en la intersección de Cid Guidi de Franc y Zamora, cerca de las 6, cuando los seis adolescentes salieron de una fiesta y se dirigieron a sus casas caminando. En ese momento, los sospechosos que iba a bordo de un Volkswagen New Beetle amarillo (que fue secuestrado en los allanamientos) y un VW Bora gris los interceptaron.
En el expediente, al que tuvo acceso Infobae, se lee que uno de los testigos relató que cinco jóvenes iban a bordo de ambos autos y, cuando los pararon, les preguntaron: “¿Saben dónde hay una panadería? Si no la llegó a encontrar te vengo a buscar”. Luego, siguieron: “¿Tenés hora?”. Y, en ese momento, los sospechosos, sin ningún motivo, se envalentonaron. “Pasame el fierro”, escucharon las víctimas y comenzaron a correr.
Uno de los amigos de Lautaro fue atrapado por el grupo y comenzaron a pegarle mientras le revisaban sus bolsillos, y le gritaban: “Dame todo, dame el celular”. Le robaron 1.000 pesos y una gorra. Al ver la situación, Lautaro volvió a rescatarlo. Fue entonces cuando los atacantes lo golpearon en tres oportunidades con una botella en la cabeza.
Tras la golpiza, Lautaro y su amigo lograron escapar corriendo y se refugiaron debajo de un auto hasta que vieron que los vehículos de los atacantes ya no estaban merodeando la zona. Así, se reunieron con el resto del grupo, que también estaba escondido a pocas cuadras, en un refugio para ancianos.
Ahí, Lautaro se comunicó con su hermano Alan para que fuera a buscarlos. Los llevó a cada uno a su casa. Sin embargo, algo en el adolescente no estaba bien, más allá de que él decía sentirse bien.
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En un posteo en la red social Instagram, Alan relató con dolor todo lo que ocurrió después. “Al llegar a casa comenzó con vómitos. No podía dormir porque divagaba, no estaba consciente de sus actos y perdió su conocimiento. Lo llevamos urgente a la guardia de la clínica Boedo, los cuales lo atendieron de manera inmediata y detectaron un hematoma epidural muy avanzado”, comenzó Alan.
Y siguió: “Ahí comenzó nuestro calvario... El médico se asombró porque aún estaba con vida, ya que tenía un 99% de sangre en el cerebro, con una fractura de cráneo que tocó la arteria, la cual empezó a sangrar y colmó el cerebro. Lo operaron de urgencia con los peores diagnósticos de nuestras vidas... Le daban horas de vida... Hoy mi hermano, con tan solo 16 años, estudiante y deportista, pelea por su salud en terapia intensiva con respirador, sin saber las secuelas que puedan llegar a quedar”.
Mientras tanto, Lautaro continúa internado en grave estado. “Pedimos justicia y que se viralice, ya que todavía están sueltos, planeando fugarse y quedar libres. Pido humanidad y que esto no quede impune”, concluyó en su posteo Alan.
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