El mensaje de la joven que le hizo RCP a Fernando Báez Sosa tras conocer la sentencia: “Lloren ahora basuras”

Virginia Pérez Antonelli declaró como testigo en el juicio a los rugbiers. Ella fue una de las personas que asistió a la víctima antes de que llegara la ambulancia

Guardar
Virginia Pérez Antonelli (Ezequiel Acuña)
Virginia Pérez Antonelli (Ezequiel Acuña)

Virginia Pérez Antonelli, la joven que asistió con maniobras de reanimación cardiopulmonar a Fernando Báez Sosa aquella madrugada de la golpiza mortal, publicó un fuerte mensaje en sus redes sociales tras conocer la sentencia a los 8 rugbiers involucrados en el crimen.

El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores condenó a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi, a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones leves.

Mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años de cárcel como partícipes secundarios del delito cometido el 18 de enero de 2020 frente a la discoteca Le Brique en Villa Gesell.

En tanto, Juan Pedro Guarino y T.C, el llamado “rugbier número 11″, menor de edad al momento del hecho, enfrentarán expedientes por falso testimonio tal como pidieron los fiscales acusadores, Juan Manuel D’Avila y Gustavo García, luego de oír sus relatos en el juicio.

Este lunes, tras la sentencia, Virginia Pérez Antonelli se manifestó a través de su cuenta de Twitter: “Lloren ahora basuras”.

Antes, a través de la misma red social, la joven de 21 años, publicó: “Después de tres años y un proceso de terror, la justicia hoy tiene en sus manos una decisión crucial. Tiene que haber una sentencia justa después de tanta tortura, para que en el corazón de esa familia haya un poco de paz. El tiempo es hoy. #JusticiaPorFernando”.

Virginia fue una de las 87 testigos que declaró durante el proceso judicial. Ella veraneaba en Villa Gesell aquel 18 de enero de 2020 en que mataron a Báez Sosa. Incluso, esa madrugada fatal estaba en la zona del boliche Le Brique. Fue la persona que se acercó al policía Maximiliano Rosso Suárez, el primero que le hizo masajes de reanimación a la víctima y quien constató que no tenía pulso, y continuó con las maniobras de RCP.

Dio detalles sobre cómo estaba Fernando esa noche tras la mortal paliza. Contó, como ya lo habían hecho otros testigos, que estaba recostado, con el torso desnudo y sin zapatillas; y dijo que los amigos lo giraron boca arriba.

“Vi a un chico tirado en el piso y me acerqué. Un chico de mi edad estaba arrodillado al lado de Fernando preguntando si alguien sabía hacer RCP. Como yo había hecho un curso en la Cruz Roja, me acerqué con otro chico, un civil, y le tomé el pulso. Como no tenía, le empezamos a practicar (las maniobras)”, fue parte del estremecedor relato de la joven.

“El chico se fue, pero llegaron dos o tres policías. Como hacer RCP cansa mucho, y yo soy muy menudita, yo los iba instruyendo con mi voz para que lo hicieran ellos. Mientras tanto, le sostenía la cabeza a Fernando y le decía que por favor se quede conmigo”, recordó.

Durante su declaración como testigo, le tocó responder las preguntas del fiscal Juan Manuel D’Avila y explicó en qué situación se le debe practicar RCP a una persona: “Cuando no está consciente y si no respira”, dijo, y agregó: “Fernando cumplía con ambos requisitos, por eso se le hizo RCP, que son compresiones manuales en el pecho de 100 a 120 por minuto. No hay que saber hacerlo para ejercerlo, siempre y cuando alguien te indique”.

Y continuó: “Justamente, uno de los que le estaba haciendo RCP estaba nervioso, entonces yo lo guié. Eran dos policías al costado del cuerpo de Fernando, mientras yo le sostenía la cabeza, que la tenía muy lastimada. Lo que más recuerdo es que tenía un golpe muy fuerte del lado izquierdo en la cara en la parte del ojo. Cuando saqué las manos las tenía llenas de sangre. Es más, le saqué una foto a la que menos sangre tenía”.

Después, según su relato, llegaron los bomberos. Le preguntaron si era enfermera y ella dijo que no, pero que sabía hacer primeros auxilios. “Ahí le aplican un desfibrilador y le hacen electro shock. Minutos después llego la ambulancia y se lo llevaron”, aseguró.

Seguir leyendo:

Guardar