Lidia Moisá tiene 62 años, tres hijos y seis nietos. Pasaron las 21 de este domingo 5 de febrero, la mujer camina por la intersección de las calles Marconi y Pellegrini: acomoda en hileras latas con aceite quemado a lo largo de la vereda y las enciende con un fósforo. A horas de que el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores comunique el veredicto a los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, la vecina organizó una vigilia en el barrio Club Ferro de la ciudad. Minutos después de que la luz del fuego iluminara las cuadras del barrio, se sumaron, primero Graciela Sosa, la mamá de la víctima, y luego Silvino Báez, el papá.
“Quisimos dejar una luz para iluminar a la Justicia. Esperamos que la decisión de los jueces les deje Paz a los padres de Fernando”, le dijo Lidia a Infobae minutos antes de fundirse en un abrazo con Graciela.
En medio del silencio de toda la cuadra, al finalizar el abrazo, Graciela se acercó a una árbol donde había una imagen de su hijo y la acarició. Luego hubo un aplauso generalizado de parte de los vecinos que se aceraron respetuosamente a ella. Ya rodeada por las cámaras de televisión, la madre de Fernando habló ante los medios.
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“Siento la fuerza de la gente para seguir adelante. Esta vigilia que armaron por Fernando me llega hasta lo más hondo de mi corazón. Sé que no lo voy a recuperar. Solo deseo que mañana sea un día en que pueda tener un poco de paz en mi corazón”, dijo la madre de Fernando horas antes de escuchar el veredicto contra los ocho rugbiers acusados de matar a su hijo.
A las declaraciones de Graciela, luego se sumó Silvino Báez, el papá de Fernando. “Sea lo que sea mañana la sentencia vamos a seguir adelante, a seguir luchando. Dios quiera que sea un ejemplo para que esto no vuelva a pasar. Me gustaría que mañana la juventud tome consciencia y tome coraje para que no haya otro Fernando”, dijo ante los medios.
Consultada por Infobae, acerca de la gesta de la vigilia, Lidia Moisá dio algunos detalles. “Este es un barrio de gente mayor. Somos un grupo de 22 vecinos que nos unimos para ayudarnos durante la pandemia y, luego, continuamos haciéndolo. Tenemos la necesidad de ser solidarios. Hace una semana que veníamos pensando en hacer algo para solidarizarnos con los padres de Fernando y bueno, surgió la idea de la vigilia para mandarles buena energía: que sientan que el pueblo de Dolores los abraza como familia”, explicó la dolorense a este medio.
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Según Lidia, que nació y se crió en Dolores, la ciudad ya está acostumbrada a convivir con “casos resonantes”, como lo fue en su momento el de José Luis Cabezas. Pero “este”, dice la mujer en referencia al de Fernando Báez Sosa, “nos tocó a todos muy adentro, muy en la fibra. Sobre todo a los que somos padres y abuelos”.
En sintonía, Carla Morelo, otra vecina de la ciudad sostuvo: “A la gente de Dolores nos ha movilizado terriblemente este caso”. En diálogo con Télam la mujer calificó de “solidario” al pueblo de Dolores, ya que varios vecinos y comerciantes se pusieron a disposición de los padres de Fernando, Graciela y Silvino.
“Es importante el acompañamiento hacia ellos. El dueño del mercado de la esquina de donde están parando dio la orden de que no pagaran nada de lo que compren”, aseguró la mujer. Y cerró: “Como dolorenses compartimos el inmenso dolor de Graciela y Silvino. Es algo muy fuerte”.
Para el dictado de la sentencia, previsto para el lunes 6 a las 13, la policía bonaerense diagramó un operativo especial con más de 150 efectivos en las inmediaciones del palacio judicial. Además, habrá cortes de calles en las adyacencias al lugar con un vallado que restringirá el tránsito vehicular por la zona.
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