Hace cinco años, Carolina del Valle Zapata y Gustavo Maschio perdieron la custodia de su hijo Gianluca Tizziano (8) en la localidad cordobesa de Monte Maíz porque ejercieron violencia verbal y psicológica contra él. Tras varios intentos por revincularse con el menor, la Justicia provincial los autorizó a cumplir con un régimen de visitas y así restablecer la relación. Sin embargo, el domingo pasado el proceso se vio interrumpido de manera dramática: el nene desapareció después de un encuentro con ellos y ahora la Policía cree que fue secuestrado por la pareja y trasladado fuera de la provincia. Brasil -confirmaron fuentes judiciales a Infobae- sería el destino final.
Al no tener noticias de su paradero, la Fiscalía de Instrucción de la localidad de Bell Ville, Córdoba, emitió una orden de captura contra Zapata y Maschio y se elevó una alerta “Sofía”, el sistema de emergencia rápida para coordinar la inmediata búsqueda y localización de las menores desaparecidos cuyas vidas se consideren en “alto riesgo inminente”. Las horas pasan y la desesperación crece.
“El nene estaba haciendo un proceso de revinculación con los padres, que perdieron la custodia hace unos años, y por eso el domingo pasado se lo llevaron para estar con él. Pero cuando lo tenían que devolver a las 16 horas, no volvieron y desaparecieron”, contó en diálogo con este medio Ricardo Daniel Zapata, abuelo de Gianluca, para describir qué es lo último que sabe con certeza de su nieto. El hombre, por decisión judicial, es quien tiene la custodia legal del menor y fue la persona que hizo la denuncia el mismo domingo a las 17 horas al ver que su hija, su yerno y el niño no volvieron a la hora pactada.
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Según información suministrada por el Ministerio Publio Fiscal de Córdoba, el niño fue visto por última vez el domingo 22 de enero a las 11 en la estación de servicios YPF de Monte Maíz, cuando salía hacia la localidad de Isla Verde, del departamento Marcos Juárez, junto a sus progenitores. El último dato que tenían hasta ayer los investigadores es que el menor se encontraba en la provincia de Buenos Aires. Pero al parecer la familia no se quedó a esperar.
De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, se pudo confirmar que los tres estuvieron en la localidad de Campana, partido de Escobar, y que desde allí un camionero los llevó hasta la provincia de Entre Ríos. Al parecer, le dijeron al chofer que se iban a Brasil.
La pista de ese país como destino final no es cuestión del azar. Según lo que pudo saber Infobae, Gianluca y sus padres vivieron en la ciudad de Río de Janeiro cuando el nene apenas tenía un año. Las condiciones en suelo brasileño no eran las mejores, ya que vivían en situación de calle. Luego de un tiempo, la familia decidió regresar a la Argentina hasta que al cumplir los tres años, el menor fue separado de sus padres por los maltratos que sufría.
Pero además hay otro dato que hoy toma mucha más relevancia. Al ser preguntado si había notado algo extraño en el último tiempo en la pareja, Ricardo dijo a este medio que lo más llamativo que escuchaba era cuando los padres le decían al niño que su intención a futuro era mudarse todos nuevamente a Brasil. Cada vez que los oía, el abuelo lo tomaba como un comentario más y optaba por no meterse para no interrumpir la revinculación.
“Lo más raro es que habían instalado la idea de que cuando estén todos juntos se iban a ir a vivir a Brasil. Siempre estaba instalada esa idea. No quería poner palos en la rueda para que el nene pudiera estar con sus papás”, contó el abuelo. Por estas horas, ese detalle se magnifica.
No es la única pista que la familia maneja. Según dijo el abuelo, hay datos que ubican a su nieto en el barrio porteño de Palermo. De acuerdo con el hombre, su yerno cuenta con varios amigos en esa zona de la Capital Federal y por eso creen que también podrían estar allí. Sin embargo, desde la Justicia no confirmaron esta pista y todo apuntaría en dirección a Brasil. Igualmente, no descartan nada.
Ricardo recordó que los problemas familiares estallaron cuando su nieto cumplió los tres años de edad. En ese momento, debido a la violencia ejercida, una jueza resolvió que Gianluca estuviera al cuidado de su abuelo. Desde entonces, los padres no pararon de iniciar varios procesos de revinculación pero no pudieron llegar a buen puerto.
“La custodia la perdieron porque ejercían violencia psicológica y verbal contra él. No le pegaban. Lo que sí sé es que se golpeaban entre ellos. Más que todo la mamá era la que ejercía violencia. Por orden de la Justicia la revinculación viene de mucho tiempo atrás. Desde hace 5 años intentaron otras revinculaciones pero la Justicia las consideró insuficientes y los papás siempre reclamaron”, contó el abuelo.
Pero en el 2021, la jueza de Bell Ville concedió un beneficio a los padres y a partir de ahí comenzaron un proceso para restablecer la relación que debía controlado en los Tribunales. “Ahí lo veían los papás, una abogada y una psicóloga. Se encontraban cada 15 días, los domingos, durante tres horas. Después los dejaron estar a los tres solos”, contó Zapata. Fue justamente en la última visita que aparentemente se lo llevaron. Pese a eso, el hombre insistió en que hasta último momento no observó algo que le llamara la atención.
“No noté nada extraño que me hiciera creer que se lo iban a llevar. Gianluca estaba bien con los papás”, concluyó.
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