Luego de que la fiscalía solicitara prisión perpetua para los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, este jueves la defensa encabezará la segunda jornada de alegatos ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores. Luego hablarán los padres de la víctima frente a los jueces antes de que se retiren para deliberar y dar su veredicto.
Hoy al mediodía se reanudará el juicio y la defensa, a cargo de Hugo Tomei, intentará demostrar que no hubo premeditación en el asesinato y que tampoco hubo intención de matar. Durante el debate oral, la estrategia del abogado se basó en plantear que el crimen fue en el contexto de un homicidio en riña o agresión que, según el artículo 95 del Código Penal, prevé una pena de entre 2 a 6 años de cárcel.
Se espera que en la última jornada de alegatos los ocho imputados utilicen su derecho a las últimas palabras frente a los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari. Hay que recordar que durante la etapa de prueba solicitaron declarar Lucas (23), Luciano (21) y Ciro Pertossi (22), Máximo Thomsen (23) y Blas Cinalli (21); mientras que Matías Benicelli (23), Ayrton Viollaz (23) y Enzo Comelli (22) se mantuvieron en silencio.
Ayer, en la primera jornada de alegatos, la fiscalía solicitó que los ocho acusados sean condenados a prisión perpetua por el delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones”.
Fue el fiscal Gustavo García quien argumentó sobre el pedido de prisión perpetua, explayándose en las pruebas que para la fiscalía sostienen el delito que se les imputa a los rugbiers. Luego, el fiscal Juan Manuel Dávila apuntó sobre la autoría de cada uno de los ocho acusados, a quienes señaló como “coautores” del homicidio porque tuvieron “el co-dominio del hecho, la posibilidad de emprender, proseguir y detener el curso causal del delito”.
Primero habló sobre Ayrton Viollaz, a quien señaló como el que dio la señal del inicio del ataque diciendo “ahora” y uno de los que evitó “mediante agresiones físicas y verbales la ayuda a Fernando”. “Señores jueces, ¿cabe alguna duda de que si no hubiese estado en ese sector, los amigos hubieran podido auxiliarlo y evitar que lo maten? De ninguna manera”, aseguró sobre Viollaz. Además, consideró que el acusado también agredió físicamente a Báez Sosa. Para demostrarlo, exhibió un video de Infobae, en el que se ve a Thomsen, de frente, yéndose de la escena.
Luego, siguió con Ciro Pertossi. “Le pegó una piña fuerte en la cara y Fernando cayó al piso. Pertossi le propina patadas en el piso, las cuales impactan al costado del cuerpo, además dijo que también agredió a todas las personas que intentaron auxiliarlo”.
El tercero fue Benicelli. A él Dávila lo marcó también como coautor en el hecho y lo ubicó a partir de la declaración del testigo Alejandro Muñoz. Dijo que le pegó a Fernando y no se levantó nunca más. “A este negro de mierda me lo voy a llevar de trofeo”, relató Dávila sobre una frase que habría dicho Benicelli. Además, agregó que se secuestraron “tres prendas de vestir suyas con sangre de Fernando Báez Sosa”. Y enumeró: “Zapatilla, jean y camisa”.
Siguió con Luciano Pertossi y dijo que “le pegó a Fernando en el piso, según el testigo Lucas Filardi”. También señaló la declaración de Federico Tavarozzi y de Federico Raulera en la que marcaron que Luciano Pertossi “le pegaba a todo el mundo que se cruzaba para que la zona quede liberada y nadie pueda asistir a Fernando”.
Continuó con Blas Cinalli. “En la autopsia se detecta ADN de Cinalli en el meñique de Fernando. No hay duda de que Cinalli le pegó a Fernando Báez Sosa”.
Luego fue el turno de hablar sobre el rol de Comelli. Dávila citó la declaración del testigo Juan Bautista Besuzzo. “Dijo que Enzo Comelli le pegó un golpe de puño. Dijo que nunca lo vio a Ciro porque viene de espaldas a él. Lo que quedó acreditado fue que Fernando fue golpeado por Enzo Comelli y Ciro Pertossi casi al unísono. Le pega a Fernando en el piso. ¿En qué momento? En el momento que no está filmado, pero varios testigos como Lucas Filardi dieron testimonio de ello. Le pegó a un amigo de Fernando que venía de adelante para atrás. Mientras no le pegaba a Fernando, evitaba que fuera asistido por sus amigos”, afirmó el fiscal.
Sobre Lucas Pertossi el fiscal también expuso prueba contundente. “Tuvo la posibilidad de emprender, proseguir o detener el curso causal del delito. Estuvo entre 8 y 10 segundos cerca de Fernando. Filmó la pelea. La posterior imagen que tenemos es el video filmado de frente y los dos primeros segundos se lo ve a él en el lugar donde le están pegando a Fernando y luego va a la parte trasera donde le pegan a Tomás D’Alessandro”.
El último del cual habló fue Thomsen. “Al ser agredido el líder, se organizan para darle muerte a Fernando. Al inicio del ataque, Thomsen está parado en el fondo del lugar. Una vez que Fernando es derrumbado por Ciro Pertossi y Enzo Comelli se lo ve rodeado por Ayrton y Lucas Pertossi. Ahí aparece Máximo Thomsen”, comenzó.
Y siguió: “Como si fuese poco, está la prueba de que lo golpea atrás del auto. Los patovicas narran su furia. Muñoz dijo que el que más le pegó a Fernando fue Thomsen. Otro testigo habló de ‘puntapiés’. Bidonde lo ve a Thomsen pegándole a Fernando, pegar patadas en la cabeza y que con cada una de ellas se aseguraba de que Fernando no se parara. Sebastián Saldaño, el taxista, dijo que lo ve a Máximo Thomsen”, dijo Dávila.
La participación de la querella consistió en describir la mecánica del hecho. Comenzó con la palabra de Fernando Burlando y continuó con la de Facundo Améndola. Los abogados señalaron que el incidente en el boliche Le Brique “despertó en Thomsen un encono mortal” y que una vez fuera, cuando “puso en marcha su objetivo”, el acusado desplegó contra la víctima “una fuerza inhumana”. “Lo patea a Fernando cuando su cuerpo está en el suelo. Se ve la patada, se puede escuchar el ruido y además se escuchan los gritos de horror acompañados de un ‘no’ generalizado”.
Tras describir los movimientos de los rugbiers, los letrados señalaron que “con esto se acredita la participación de los ocho en el plan criminal para acabar con la vida de Fernando Báez Sosa”.
“El plan se acredita a partir de la forma de comisión del hecho. No eligieron cualquier forma: eligieron una forma alevosa”, disparó Fabián Améndola -el otro de los abogados de la querella- sobre los rugbiers. “Se pusieron de acuerdo de matar entre todos, en la forma en que lo iban a hacer, entraron a deliberar la forma. No hay que hablar de división de roles porque todos golpearon a Fernando Báez Sosa y todos evitaron que pudiera recibir algún tipo de ayuda”.
Y continuó: “Hubo un ataque sincronizado que lo vemos en los videos. Lo vemos en Máximo Thomsen y en ‘croniquita’ (Lucas Pertossi), que es el que se va a encargar de tomar la imágenes... Ese ataque fue coordinado, sincronizado, con velocidad y precisión”. A lo que sumó: “El acecho duró 7 minutos, en ese tiempo, estuvieron rodeando a Fernando Báez Sosa y a los amigos, sin que ellos ni el persona policial se dieran cuenta”.
Además, este miércoles la fiscalía solicitó que a T.I.C. (el rugbier N°11) y Juan Pedro Guarino se les abra una causa por falso testimonio.
“Todos hemos visto que se ubicaron a dos o tres metros de donde se estaba produciendo el ataque. Quedaron inmutados y no se acordaron de nada de lo que pasó, por lo tanto, no tengo dudas de que estas personas, por una omisión, mintieron”, sostuvo el fiscal Dávila.
Ambos jóvenes veraneaban en Villa Gesell y compartían salidas junto a los ocho acusados en aquel enero de 2020, aunque en el caso de TIC no se hospedaba en la misma casa que el resto. El que también formaba parte del grupo era Alejo Milanesi. De hecho, este último y Guarino estuvieron tres semanas detenidos. Se había sospechado de ellos porque presentaban lesiones que podían ser compatibles con golpes. Pero con el avance de la investigación, la fiscal Verónica Zamboni finalmente los sobreseyó: no había pruebas en su contra para acusarlos de la golpiza o de impedir a los amigos de Fernando que lo defendieran mientras era pateado en el cráneo hasta la muerte.
El reclamo de los padres de Fernando Báez Sosa a los jueces tras el pedido de perpetua para los rugbiers: “Que no les tiemble el pulso”
Silvino Báez y Graciela Sosa hablaron con los medios en Dolores, luego de que la fiscalía y la querella completaran la jornada de alegatos.
“Mi hijo fue asesinado de la peor manera y quiero que paguen porque son unos asesinos. No tuvieron piedad con mi hijo, quiero que paguen y que les den la pena máxima. Qué no les tiemble el pulso a los jueces. Confío en la Justicia”, señaló la madre de Fernando.
“Ellos no son humanos, no pueden andar sueltos ante la sociedad. Estaban conscientes durante el ataque y lo festejaron”, agregó sobre los rugbiers.
Por su parte, Silvino confirmó que este jueves, cuando se reanuden los alegatos con la exposición de la defensa, hablarán frente a los jueces antes de que se retiren para deliberar y dar su veredicto.
“Esperemos que esto genere un cambio, queremos que sea un cambio. Confiamos en la Justicia y en que se pueda cambiar el rumbo de los jóvenes que salen a bailar”, declaró el padre de Báez Sosa.
Hoy, tras la última jornada de alegatos, se conocerá la fecha del veredicto. Se estima que la sentencia se conocerá el martes 30 o el miércoles 31 de enero.
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