Desde hace más de 48 horas, los efectivos de la Comisaría 5° de la localidad bonaerense de Pontevedra, partido de Merlo, y el equipo de investigadores de la UFI Nº8 del Departamento Judicial Morón, a cargo de la fiscal Adriana Suárez Corripio, buscan intensamente a un joven de 24 años que golpeó salvajemente a su propia madre en la cabeza con una llave inglesa hasta dejarla al borde la muerte. Sin embargo, no solamente le siguen el rastro por la gravedad de la acusación sino porque además, el sospechoso es un paciente psiquiátrico y según dice la familia “es un peligro para cualquiera que se lo encuentre”. Los minutos pasan y su paradero todavía es un misterio.
Fuentes con acceso a la investigación indicaron a Infobae que el episodio ocurrió este miércoles a la madrugada en un domicilio ubicado en la calle París, en medio de una secuencia que aún no está todavía esclarecida.
De acuerdo con los primeros datos que obtuvieron los investigadores, el agresor golpeó en reiteradas oportunidades a su madre porque supuestamente “faltaba una de las mascotas” del lugar. En ese momento, el hermano menor del agresor -un joven de 18 años- intervino y evitó que la golpiza avanzara. Después, el sospechoso escapó mientras que su mamá quedó inconsciente y fue llevada al hospital Eva Perón en una ambulancia.
Posteriormente, se pudo establecer que el atacante seguía un tratamiento psiquiátrico ambulatorio en el Hospital Posadas por una aparente esquizofrenia, en el que debía tomar medicación. Además, destacaron que el joven de 24 años cuenta con un gran estado atlético, una detalle le facilitó la posibilidad de escapar después de golpear sin piedad su madre. De igual forma, revelaron que el acusado tiene otras denuncias por violencia radicadas en el fuero familiar de Merlo.
En cuanto a la víctima, todavía permanece internada con pronóstico reservado, asistencia respiratoria mecánica y coma inducido. “Aparentemente no estaba tomando la medicación de la forma en la que correspondía”, indicaron. La fiscal Suárez espera dar cuanto antes con el sospechoso para saber si es imputable o no.
Infobae dialogó también con R., sobrina de la mujer atacada y prima del agresor, quien brindó detalles de la dramática historia detrás del ataque ocurrido esta semana. En su relato, la mujer señaló que el hecho pasó a las 4.30 de la madrugada después de su tía saliera a comprar cigarrillos cerca de su casa. Cuando volvió, el hijo le pidió uno y segundos después de dárselo, la golpeó con la llave. Primero le pegó en la nuca y luego siguió con la cabeza y el rostro. Fue en ese momento que intervino el chico de 18 años y evitó que la situación fuera todavía más trágica.
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“Cuando ella cayó, le empezó a dar hasta que mi sobrino intervino y trató de defenderla. Llegó a darle cinco impactos en la cabeza y la cara”, dijo R., quien asegura que “no hubo motivo alguno” que desatara la furia, sin abonar a la versión judicial de la mascota faltante.
Como pudo, el menor de los hermanos llevó a pie a su madre herida hasta una garita ubicada a dos cuadras. En el camino dejó un rastro de sangre, hasta que los efectivos llamaron a la ambulancia para que la llevaran al hospital.
El agresor, por su parte, escapó con la llave inglesa en la mano. La herramienta tampoco fue hallada hasta el momento.
R. es enfermera en un hospital de la Ciudad de Buenos Aires y apenas le avisaron de lo que había pasado, se dirigió hasta Merlo. Le llevó casi dos horas poder llegar. Cuando entró en el sanatorio, según ella misma, observó que a su tía apenas le habían suturado las heridas. Fue sólo después de que ella se hizo presente que los médicos la asistieron con mayor profundidad hasta dejarla internada.
“Cuando me presenté con mi ambo de enfermería la atendieron. Eran las 8.40 de la mañana. Ella hoy está con diagnóstico reservado, le sacaron parte del cráneo y tiene dos coágulos de sangre. Está en coma inducido. No se sabe todavía la gravedad del daño neurológico”, detalló la sobrina a este medio.
Al referirse a su primo, R. no tiene dudas de que se trata de un peligro para la sociedad y el hecho de que no aparezca le genera angustia. Al igual que la Justicia, la mujer también confirmó que padece de un cuadro psiquiátrico que debe ser atendido. Pero la prima fue más allá y contó los orígenes del problema de salud que tiene el agresor y las nefastas consecuencias que ha traído a toda la familia.
R. reveló que los problemas comenzaron hace dos años, cuando su primo fue víctima de un brutal asalto en el que le golpearon la cabeza con un palo. Fue desde entonces que el comportamiento de él comenzó a tornarse violento.
“Antes de ese robo, era un pibe de 10. Trabajaba, practicaba boxeo, hacía deporte, nunca se drogaba. Tiene todavía un gran estado atlético. De hecho, aún camina y corre desde Merlo hasta el barrio de Flores. Es muy hábil y por sus conocimientos de boxeo sabe dónde pegar”, señaló.
Después, la historia desembocó en hechos escabrosos que incluyen episodios de violencia hacia sus familiares e incluso de supuesto abuso sexual en contra de sus tres hermanos menores. El acusado es el segundo mayor de un total de seis hermanos. “Eso está denunciado en la comisaría de Familia y de la Mujer de Merlo”, aclaró R. Incluso, golpeó a una policía en el rostro cuando fue detenido no hace mucho. Sin embargo, fue liberado.
Para ejemplificar el rotundo cambio en el comportamiento de su primo, la mujer reveló que en una oportunidad protagonizó un macabro hecho: “Se comió a su gata. La cocinó, la dejó en la heladera y se la comió. Él estaba haciendo un tratamiento ambulatorio y nunca nos dijeron qué tenía”. R. denunció que ni la Policía ni los médicos trataron el tema con la profundidad que ameritaba. No tiene dudas que debió estar internado y que tuvo que casi matar a su madre para que finalmente intervinieran. “Tiene evaluaciones en el Hospital Posadas pero le dieron un tratamiento ambulatorio. Se le cruzaron los cables cuando le dio el cigarrillo, sacó la llave que tenía oculta en la campera y la golpeó”, agregó.
Mientras R. acompañaba a su tía y realizaba la denuncia en el Hospital, su primo regresó a la casa y comenzó a romper todo lo que tenía en frente. Minutos después llegaron varios móviles de la Policía hasta el domicilio donde ocurrió el ataque y estaban por entrar, el agresor se escapó por los techos de la vivienda. “Es un tipo muy ágil y se subió. No lo pudieron agarrar”, comentó la mujer, quien por estas horas permanece en casa de su tía al cuidado de sus otros primos.
Por lo pronto no tiene custodia y teme que en cualquier momento aparezca y no tenga la posibilidad de defenderse. “Además de psiquiátrico, es violento. No sólo se llevó la llave, también se llevó un martillo. Sólo espero que la Policía lo agarre”, dijo R., quien descarta que haya ido muy lejos del barrio.
“Es un hombre solitario. No tiene amigos que lo ayuden a escapar. Estoy segura de que anda por acá”, concluyó.
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