La prueba presentada ayer logró generar la primera grieta en el pacto de silencio que mantienen los rugbiers en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. En la novena audiencia, los peritos de la Policía Federal que analizaron videos y fotos de la golpiza al joven de 18 años realizaron un importante aporte multimedia a través del cual se observó que Luciano Pertossi habría participado del mortal ataque a Fernando.
“Quiero aclarar algo, ¿lo hago? Yo no estaba ahí”, dijo Pertossi en plena jornada. Así, fue el primero de los ocho imputados en hablar en todo el proceso. Sus dichos se registraron luego de que se relacionara la filmina de su identificación facial con el video en el que se observa a una persona con sus mismas características siendo parte del grupo de agresores de Fernando.
El acusado se vio acorralado luego de que cuatro peritos de la PFA declararan ayer en el Tribunal N°1 de Dolores.
“Luciano Pertossi sería el “Sujeto 11V” en la imagen”, afirmó a este medio la comisario Laura Amigo, titular de la División Individualización Criminal Análisis Forense Facial de la Policía Federal, sector a cargo del trabajo de identificación que fue presentado ayer en el Tribunal N°1 de Dolores.
Luego, Amigo comentó:
“Obviamente supimos que Luciano Pertossi habló y que luego no quiso declarar más. Es como que todo quedó ahí, en la nebulosa: tenían ese pacto de silencio que quizá uno hace para salvarse, reaccionó. Eso, quizá, sea positivo para la Justicia”.
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“Con nuestro trabajo, lo que buscamos es que esto se esclarezca: es un hecho que todos repudiamos y buscamos que esto sirva para una resolución. También para que obviamente se descarte a todos aquellos que no tienen nada que ver y queden detenidos los que corresponda. Si esto da luz en un montón de puntos en la investigación, es lo que uno intenta”, agregó la perito.
Yanina Cuenca, Agostina Matticoli, Ricardo Gabriel Pisoli y Andrés Bruzzese, efectivos de la PFA especializados en análisis facial, fueron quienes declararon de manera conjunta sobre el análisis de imágenes y videos, que reconstruyó la secuencia del hecho y se basó, en parte, en las coincidencias en indumentaria.
“Aquí contamos con profesionales especializados en criminalística y en análisis forense facial. Lo que hacen es en principio analizar las filmaciones que se aportan para determinar la calidad de esas imágenes y si sirven por rostro para hacer un cotejo, una comparación”, detalló Amigo a la hora de abordar un trabajo que, según dijo, comenzó en agosto de 2020 y fue presentado dos meses después, luego de que el Gabinete Científico Mar del Plata de la misma fuerza presentara los resultados de la pericia scopométrica a la zapatilla de Máximo Thomsen, otra pieza incriminatoria del caso.
Sobre el momento del trabajo, Amigo comentó: “Era urgentísimo. Era una causa muy relevante y tuvimos que dejar otros trabajos de lado para abocarnos a esto. Es una causa que demandaba la resolución inmediata. El equipo de trabajo lo hizo de forma acelerada, analizando más de diez cámaras con filmaciones, con horas y horas de grabación para obtener los informes a tiempo. Luego, pasó a ser analizado por la Justicia como parte de la evidencia”.
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La titular de la División Individualización Criminal Análisis Forense Facial cuenta que la fiscalía fue la que les envió la totalidad del material. “Desde entonces se empezó con este trabajo y llevó tiempo porque tiene que ver con analizar, secuenciar y tratar de encontrar dónde estaban situadas las cámaras. Por eso también sumamos un mapa para ubicar dónde está la cámara instalada y poder ver el seguimiento en la secuencia de imágenes de determinada persona”, indicó.
“Para plasmarlo en láminas, les asignamos una letra o un número a los individuos: Sujeto 1, Sujeto 2, Sujeto 3 a todos los que observamos en el lugar y que tienen vinculación con el hecho —detalló Amigo—. Luego, se hace la comparativa con el material indubitable”, un material de referencia de la imagen de un sujeto, como puede ser una foto del Registro Nacional de las Personas o un plano policial.
“Luego, se hace la comparación, como se ve en el final del trabajo: la vinculación por vestimenta que es lo último que también nos solicitó la fiscalía”. En este punto, enfatizó: “Vemos la correlación de vestimentas si la cara no se puede observar”.
La calidad del material audiovisual también influyó en la investigación. “No todas las secuencias fílmicas eran aptas para analizar el rostro y se recurrió también a una comparativa a nivel contextura física y de las vestimentas que se pudieron vincular”.
“Por ejemplo, hicimos en principio las imágenes de los indubitables, que fueron aportadas por las Oficinas Técnicas de Identificación de Personas (O.T.I.P.) de Dolores, quien les extrajo voluntariamente fotografías a los imputados para que sean cotejadas con estos sucesos”, detalló Amigo. Sobre estas fotografías, la comisario agregó: “Además del rostro, acá se ve la contextura física y eso nos permitió además analizar las secuencia justamente a partir de las estructuras y contexturas físicas”.
En el caso de que las imágenes no expongan con claridad los rostros, el análisis de la contextura o estructura corporal ayuda a la identificación:
“Sí, se puede vincular o descartar. Si no resulta apto totalmente, se descarta. En este caso, se hizo una sucesión desde que los podemos observar con mayor claridad en la salida del local bailable, donde sí se los puede ver; desde ahí se hizo la correlación y el seguimiento de cámara con esas vestimentas para poder vincular o bien descartar en el suceso concreto en el que perdió la vida Fernando”, reveló la comisario.
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En este aspecto, Amigo precisó: “Nuestras conclusiones son a veces ‘probables’. Hablamos de ‘probabilidad’. Esto se aporta en la Justicia y después se determina el grado de significatividad que le van a dar a este tipo de informes”. Lo que dice es lenguaje forense básico. Un análisis de ADN, por ejemplo, jamás se expresa a nivel pericial o en un expediente de la Justicia en términos absolutos.
En la atención a la prensa que realizó el jueves la titular la División Individualización Criminal Análisis Forense Facial de la Policía Federal también estuvo presente el Subcomisario Andrés Nicolás Bruzzese —actual 2° Jefe de la División—, quien por la mañana había testificado en Dolores junto a Yanina Cuenca, Agostina Matticoli, Ricardo Gabriel Pisoli. “Él intervino cuando estuvo en la Unidad de Alta Complejidad de la Policía Federal. Trabajaron en el mejoramiento y análisis de las imágenes, siempre sin cambiar y sin retocar, sin realizar ningún cambio en el material aportado”, comentó Amigo.
En este aspecto, la comisario explicó: “Las filmaciones tienen un tratamiento especial, un protocolo de actuación para recibir el material, analizarlo y procesarlo. Pero solo para realzar la nitidez, la calidad y ver más enfocadas las imágenes. En ningún momento se puede cambiar el material aportado”.
Fernando Báez Sosa, también aclaró Amigo en el final, fue el eje del trabajo que realizaron: “Acá tratamos de focalizar el hecho en sí. Lo primero que vamos a buscar es eso: a la víctima del hecho y a partir de ahí ver el antes y el después, para ver a todas las personas que pudieron participar en esta secuencia en la que ocurre este hecho”.
fotos: Lihue Althabe
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