En una jornada técnica clave en el juicio a los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa, César Guida, uno de los peritos especialistas en ADN, especificó en dónde se halló material genético de la víctima. Así, de su descripción se desprendió que había manchas de sangre de la víctima en cuatro prendas de vestir y en tres zapatillas de los imputados. ¿De quiénes eran? Fue Fernando Burlando el que les puso nombre y apellido a los dueños de esa ropa: Matías Benicelli, Ciro y Luciano Pertossi y Máximo Thomsen.
Para los padres de Fernando Báez Sosa, la jornada de este miércoles en el juicio contra los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a su hijo fue de las más difíciles. Hoy, el ADN fue la clave, con los testeos a manchas de sangre realizadas en la instrucción del caso a lo largo de 2020 y ratificadas este mañana frente a los ojos de Graciela Sosa Osorio y Silvino Báez.
Desde que llegaron a la ciudad de Dolores, los movimientos de los ocho imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa están cronometrados. De lunes a viernes, entre las 7 y las 8, son trasladados desde la Unidad N°6 al TOC N°1 —ubicado a diez cuadras de distancia— con un operativo de seguridad de rigor. Al mediodía, almuerzan en los tribunales, en dos celdas. Los miércoles reciben la vista de sus familiares: hoy fue la segunda.
La jornada de este miércoles en el juicio contra los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa sumó nuevas revelaciones. Este martes, los mensajes de chat enviados después del crimen, con comentarios cínicos de Blas Cinalli, quien se jactaba del ataque a vecinos y amigos, causaron una particular impresión y fueron considerados una prueba altamente incriminatoria por la querella, a cargo de Fernando Burlando. Hoy, el ADN fue la clave, con los testeos a manchas de sangre realizadas en la instrucción del caso a lo largo de 2020 y ratificadas en la octava audiencia.
Luego, tras la declaración de los peritos Javier Ferreyra, Ignacio Enrique Vila y Fernando Álvez, finalizó la audiencia. “Cada golpe fue una bala. A Fernando lo fusilaron”, sentenció Fernando Burlando a Infobae luego de finalizar la jornada.
Tras un breve cuarto intermedio, ingresa a la sala el perito César Guida.
Guida explicó que analizó más de 150 ítems. De los resultados se desprendió que varias prendas de los acusados contenían un perfil genético idéntico al de Fernando Báez Sosa, principalmente en la zapatilla de Thomsen.
También, Guida analizó la camisa y el pantalón de Fernando. Asimismo, ratificó, tal como adelantó Infobae hoy, que había ADN de Blas Cinalli en el meñique izquierdo de Fernando.
Ingresó a la sala la segunda testigo de la jornada, la perito química Norma Beatriz Tramontini.
Se refirió a 30 piezas de prueba en las que “se detectó evidencia positiva para sangre humana”. Entre ellas, la zapatilla derecha de Thomsen.
En la izquierda, dijo: “La muestra era tan escasa que se preservó (en un sobre) y no se realizó la determinación en laboratorio”.
Graciela Parodi, la perito policial que participó de la extracción de muestras de sangre de las prendas de los acusados y de la víctima, describe el procedimiento realizado.
Así, describió durante una hora más de cincuenta prendas incautadas a los rugbiers, entre ellas, zapatillas, chombas, remeras, camisas, buzos, pantalones, bermudas, calzoncillo y medias. Al menos diez tenían manchas hemáticas, entre ellas, la zapatilla de Máximo Thomsen que dejó una marca en el rostro de Fernando con su suela.
Graciela Sosa y Silvino Báez llegan al tribunal de la mano de sus abogados. La perito Graciela Parodi, que participó en la extracción de sangre de las prendas de Fernando Báez Sosa y los imputados para el cotejo de ADN, ya está en la sala.
Antes, el abogado Fernando Burlando admitió a la prensa la posibilidad de que los rugbiers cambien de abogado. Recordó que en el meñique de la víctima se encontró material genético de Blas Cinalli.
Destacó, además, que la zapatilla que usaba Máximo Thomsen tenía la sangre de Fernando, al igual que la ropa que llevaban esa noche los rugbiers.
“Es irrebatible”, dijo el abogado sobre la secuencia que muestran las imágenes del ataque y consideró que los testigos que declararán hoy sobre las muestras de ADN halladas en el cuerpo de la víctima y ropas y calzado secuestrado ratificarán la acusación.
Los imputados ya están en la sala del Tribunal N°1 de Dolores. Aguardan sentados el inicio de la audiencia, escoltados por personal del Servicio Penitenciario Bonaerense. No llevan barbijo.
Algunos bancos detrás, del lado izquierdo, están sentados sus familiares: Marcial Thomsen (padre de Máximo), Sergio Viollaz (padre de Ayrton), Mónica Zárate (mamá de Matías Benicelli) y tía de Máximo Thomsen y María Elena Cinalli (mamá de Ciro y Luciano Pertossi).
Se espera que la primera en declarar sea Graciela Parodi, la perito que intervino en extracción de muestras de sangre de las prendas de los acusados y de la víctima.