Una decena de videos y más de dos horas de declaración. La exposición de Pablo Laborde, secretario del Ministerio Público Fiscal desde hace una década, se convirtió en un relato clave de la sexta jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Con su exposición, y apoyándose en material audiovisual extraído de cámaras de seguridad, celulares de los imputados y de lo que publicó Infobae, el testigo reconstruyó de manera cronológica lo ocurrido entre las 4.30 y las 6 del 18 de enero de 2020. Este martes continuará con su análisis ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores.
Frente a los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, Laborde contó que individualizó a los acusados por sus ropas y por el contenido de sus teléfonos celulares: prueba que analizará en esta séptima jornada.
Comenzó su testimonio con un análisis del momento en que los imputados fueron expulsados del boliche Le Brique por la cocina. De acuerdo al testigo, y tal cual consta en la causa, el primero en ser echado fue Matías Benicelli, “que tenía el jean roto en las rodillas y una camisa estampada”. Lo siguió Máximo Thomsen, a quien Laborde reconoció “por la totalidad de ropa y no por el rostro”.
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En su relato, dio a entender que cuando lo sacaron del boliche, Thomsen se sacudía porque “le faltaba el aire” (NR: en referencia a la llave inmovilizadora que le practicó el patovica). Luego, identificó a Ciro Pertossi y, más atrás, a Lucas Pertossi “con remera negra y pantalón claro”.
La expulsión de los imputados también quedó registrada en un video que filmó Lucas Pertossi con su celular y que se expuso a continuación en la sala. “Reconozco su voz (la del acusado) que dice: ‘Mirá como lo dejaron (a Máximo)’”, dijo Laborde.
Ante la mirada atenta de los jueces, el testigo continuó con su cronología y contestando las preguntas de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García. Repasó al menos tres videos de cámaras de seguridad públicas y privadas de la avenida Tres y Buenos Aires, intersección donde los imputados fueron visualizados a las 4.32, tras ser expulsados del boliche.
En esa secuencia, Laborde volvió a marcar a Lucas Pertossi, Thomsen, Matías Benicelli y Ciro Pertossi y notó un lapso de cinco minutos en el que los agresores caminaron en dirección al frente de Le Brique, al que llegaron a las 4.37.
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De la golpiza se exhibieron tres videos: el del celular de Lucas Pertossi, uno registrado desde la misma vereda del boliche y otro capturado desde el frente de Le Brique. De pie junto a la pantalla y con un puntero de madera, Laborde identificó en el video registrado frente al local bailable a Ciro Pertossi y a Thomsen, de quien se ve medio cuerpo, pero pegando patadas.
De Fernando Báez Sosa sostuvo que “tenía el torso desnudo” y dijo que “lo atacaron por delante y por detrás”. Sin embargo, no pudo especificar quién le propinó los golpes. “No se logra identificar si el primer golpe lo dio Ciro Pertossi o una persona que está por atrás y que viste bermuda marrón y una camisa manga larga blanca arremangada”, dijo.
En función del material analizado, la brutal golpiza se habría producido entre las 4.41 y las 4.43. Para las 4.45 se vio a dos personas (una de ellas identificada como Benicelli y otra de negro) dándose un abrazo en el restaurante Cipriany. “Nos habían informado acerca de la existencia de un abrazo entre los imputados y fuimos a buscar el video a la secretaría de Seguridad”, contó Laborde acerca de la procedencia del material.
A continuación, se proyectó un video de las cámaras de seguridad del Supermercado Marina, que registró el momento en el que Ciro Pertossi, Comelli, Benicelli, Juan Pedro Guarino -sobreseído- y Luciano Pertossi fueron interceptados por los oficiales Leandro Barreta, Fernando González y Carlos Contino, testigos de la cuarta jornada del juicio.
Sobre este material, Laborde notó que Ciro Pertossi “se lame los dedos”. Lo mismo aseguró la fiscal Verónica Zamboni en la requisitoria de elevación a juicio, y deslizó que fue una maniobra para que no se notara que los tenía manchados con sangre.
A las 4.52, en función de otro video de las cámaras del municipio, Laborde identificó a Lucas Pertossi regresando hacia donde agonizaba Fernando. El testigo declaró que lo identificó por su forma de caminar y por su vestimenta. “Pareciera que está enviado audios en ese momento”, dijo. Justamente, ese mensaje de voz salió a las 4.55 del 18 de enero. “Amigo, estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la Policía, llamaron a la ambulancia... caducó”, dijo el imputado.
Las cámaras del estacionamiento del Hotel “Inti Huasi” son las que captaron a los acusados corriendo esa madrugada después del abrazo y tras ser interceptados por la Policía. El primero que pasó fue Thomsen, lo siguió el resto del grupo.
“Después de ver repetidas veces esta secuencia, logré tener familiaridad con su vestimenta”, explicó Laborde en referencia a Thomsen. “Minutos después, vi que pasó el resto de los imputados. El dato que confirma esta imagen es que el último lleva un buzo blanco en los hombros”, apuntó el testigo.
Finalmente, el Ministerio Público expuso el material que remite al momento en que cuatro de los rugbiers van a comer a un local de comidas rápidas, ubicado a tres cuadras de Le Brique. En los videos, que aportó ese comercio, Laborde identificó a Lucas Pertossi junto a Thomsen, ambos con atuendo cambiado.
“Máximo Thomsen le dio plata a Lucas Pertossi para pagar la comida”, explicó Laborde y ante la pregunta de Fernando Burlando agregó: “Parece que están sonriendo. Thomsen le sacó la lengua”, dijo el testigo. Rápidamente intervino Hugo Tomei: “¿Saben de qué están hablando?”. “No para nada. El video no tiene sonido”, cerró Laborde.
Más testigos
Para la séptima jornada del juicio se esperan que el fiscal Javier Pablo Laborde complete su la declaración iniciada este lunes y analice imágenes tomadas por los imputados con sus teléfonos móviles.
Luego, será el turno de María Eugenia Cariac, criminalista, convocada para brindar precisiones sobre la presunta similitud entre la zapatilla Cyclone utilizada por el acusado Thomsen, y la huella en el rostro de que presentaba la víctima.
Declararán, a su vez, María Luján Elvira Molina, quien intervino en las pericias para establecer las medidas de los pies de los imputados, y Haydeé Almirón, quien fue citada para brindar referirse a la pericia scopométrica que comparó el dibujo de las suelas de los calzados secuestrados a los imputados con la huella hallada en el rostro de la víctima.
Cerrarán la séptima jornada Sandra Ana Moreno Rodríguez, testigo de una incautación realizada en la comisaría de Villa Gesell, y David Larrosa, quien presenció la toma de la impresión plantar de los acusados.
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