Tras el cuarto intermedio, finalizó la jornada. “De común acuerdo, las partes acordaron que el testigo continúe mañana”, explicó la presidenta del tribunal sobre Laborde.
Se desistió del resto de los testigos que iban a declarar este lunes.
Cuarto intermedio.
De los videos observados durante esta sexta jornada del juicio se desprende que los imputados hacen caminando la primera cuadra tras el ataque. A la mitad, se ve, según marca el testigo Javier Pablo Laborde, a Lucas Pertossi regresar hacia donde agoninzaba Fernando. Y declaró que lo identificó por su forma de caminar y por su vestimenta. “Pareciera que está enviado audios en ese momento”, dijo.
Las cámaras del estacionamiento del Hotel Inti Huasi son las que captaron a los imputados corriendo esa madrugada. “Después de ver repetidas veces esta secuencia, logré tener familiaridad con su vestimenta”, explicó en referencia a Thomsen. “Minutos después, vi que pasó el resto de los imputados. El dato que confirma esta imagen es que el último lleva un buzo blanco en los hombros”, apuntó el testigo.
Laborde desmenuza ante los jueces uno a uno los videos que están incorporados en el expediente.
Javier Pablo Laborde es secretario del Ministerio Público Fiscal desde hace una década y en 2020 estaba en la ayudantía de estupefacientes. El testigo explicó que fue convocado para trabajar con la instructora del caso, Verónica Zamboni. Fue él quien hizo análisis de los celulares y de algunos videos.
Así, contó que individualizó a los acusados por sus ropas e hizo un comentario que extrañó hasta al defensor. Dio a entender que Máximo Thomsen, a quien reconoce “por la totalidad de ropa no por el rostro”, se sacudía cuando lo sacaron por la cocina del boliche porque “le falta el aire”, en referencia a la maniobra que le practicó el patovica. Fue ahí cuando Hugo Tomei le pidió que repita lo que acababa de decir.
Hugo Tomei habla con los ocho acusados mientras a la sala ingresa el séptimo testigo de la jornada Javier Laborde.
El policía Javier Collova declaró: “Visualicé registros fílmicos por orden de la doctora (Verónica) Zamboni. Los descargué con un link que le envió ella a mi jefe, y él me los pasó a mí. El link estaba en la web de una página de noticias, no recuerdo si era de Infobae, pero puede ser”.
Antes de que lo proyectaran en la pantalla, el hombre recordó que el video estaba captado con un celular justo frente al boliche Le Brique. “Se veía a la víctima en el suelo y a los imputados golpeándolo”, explicó. E indicó que visualizó dos videos de la pelea en la calle. Y, además, un tercero de los imputados en una casa de comidas rápidas. “Creo que lo aportó el gerente del lugar y que tenía un desfasaje de horario. Figuraba como que eran las 17, pero eran las 5”, apuntó.
Luego, fue el turno de Ramón Alberto Rueda, quien se desempeña en la subdivisión de Villa Gesell. Su tarea fue realizar la desgrabación del video publicado por Infobae y que había surgido en el interior del boliche. “Muestra a un patovica forcejeando del cuello con un masculino, que con el dedo señala a un muchacho y hace una seña con el índice por debajo del cuello y el mentón”. El testimonio da cuenta de que Thomsen marcó a alguien que, “con precisión”, el testigo no pudo identificar.
Silvana de Piero, es perito de Policía Científica de la dirección de Patología Forense y explicó cuál fue su labor en esta causa: “Recibimos muestras que vienen de parte de la autopsia”, detalló y sostuvo que analizaron un “pool de vísceras” de la víctima, que incluyó el hígado, el bazo, el pulmón, el corazón, el cerebro y el cerebelo.
Tras el cuarto intermedio, declara Patricia Liliana Gómez, médica que constató las lesiones de los imputados en la Comisaría 1° de Villa Gesell el día 18 de enero de 2020.
“Revisé a (Enzo) Comelli, (Máximo) Thomsen y tres chicos Pertossi (Lucas, Luciano y Ciro)”, dijo. Luego, el Ministerio Público Fiscal le exhibió el informe que la profesional realizó con fotos para que lo describa.
Tras la declaración de Duarte, el juicio pasa a un breve cuarto intermedio.
Las fotos oficiales tomadas en la morgue del Hospital de Pinamar fueron proyectadas en la pantalla de la sala de audiencias.
“Por lo visto en el cuerpo, las marcas que presentaba, las lesiones externas, coinciden con los mecanismos de alta energía que provocan muerte instantánea en el paciente”, siguió Duarte: “En cara y cráneo presentaba la mayoría de los golpes. Son áreas centrales porque allí se alojan la mayoría de las funciones del organismo”, continuó.
“El tronco cerebral era lo que presentaba más daños”, concluyó.
Por pedido de la defensa, el forense se puso de pie para señalar la marca del desfibrilador en el cuerpo.
“No se puede medir la intensidad de los golpes en la autopsia. Tampoco se pueden determinar la cantidad de golpes que recibió la víctima”, dijo Duarte tras ser consultado por Tomei.