Axel Egestti caminaba por las calles de Puerto Madero el martes a la tarde, cuando observó que tres personas se le acercaban velozmente. En pocos segundos esos extraños se identificaron como efectivos de la División Delitos Tecnológicos de la PFA y la DDI de San Isidro y lo esposaron. El hombre de 25 años, bailarín profesional del staff de Tini Stoessel y de María Becerra, se hizo el desentendido, aunque conocía bien el motivo por el que estaba detenido: lo acusaban de realizar una serie de estafas por grandes montos de dinero a personas que le compraban productos de computación que nunca recibían. Al momento de su detención tenía puesta una remera que decía “Good Intentions”, toda una ironía porque si algo le faltó en los últimos meses, si las imputaciones en su contra son ciertas, fueron buenas intenciones.
La detención de Egestti se produjo por orden del juez Ricardo Costa de San Isidro y por pedido del fiscal correccional Esteban Álvarez. La investigación en su contra, según pudo saber Infobae, comenzó en mayo de este año y pudo determinar cuál era el modus operandi del bailarín para estafar gente y quedarse con su dinero.
“La verdad que no estamos ante alguien que haya pensado mucho la estafa. El modus operandi era bastante sencillo. Tenía como único objetivo no entregar el producto y quedarse con el dinero de la gente que luego lo distribuía en distintas billeteras virtuales”, explica uno de los investigadores del caso.
Egestti había creado una cuenta de Instagram en la cual vendía productos gamers de computación. Ese perfil tuvo distintos nombres en los últimos meses. Se llamó “@laciudadgamer”, “@bsasciudadgamer”, entre otros alias.
Justamente cambiar de nombres de usuario era parte de la maniobra. Lo que hacía Egestti era tan sencillo como vil: ofrecía sus productos y avisaba que solamente aceptaba transferencias bancarias a cambio de ellos. Una vez que el cliente le compraba desaparecía. No le entregaba el producto y dejaba de responder las consultas. Una vez que se acumulaban los reclamos cambiaba de usuario y volvía a empezar.
“El dinero, luego, era distribuido en distintas cuentas y billeteras virtuales con el único objetivo de perder la trazabilidad de la plata y que no pueda rastrearse”, explican desde los tribunales sanisidrenses.
“La ciudad del gamer”, era el nombre que había elegido originalmente Egestti para llamar su emprendimiento ilegal. En una de las capturas de ese usuario, que ya fue dado de baja, se lee los slogans de venta que utilizaba. “Productos exclusivos. Envíos gratis a todo el país. Aceptamos trasferencias bancarias”, decía.
Pero el truco estaba en generar confianza en sus clientes, que luego se convertirían en víctimas. Sus cuentas siempre tenían entre 50 y 150 mil seguidores y sus fotos contaban de miles de likes. Poco de todo eso era genuino. “compraba tanto los followers como los ‘me gusta’ a cuentas que se dedican a eso”, explica una fuente.
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Distintos especialistas consultados por este medio, coincidieron en que una de las primeras cosas que se fijan los usuarios antes de hacer una compra en Instagram, es la cantidad de seguidores que la cuenta vendedora tiene. Es lo que hace que la gente tenga confianza.
Comprar seguidores y likes no es difícil y las cuentas que ofrecen ese “servicio” se multiplican. “Los precios del mercado marcan que 50 mil seguidores se pueden conseguir por unos $70 mil, por ejemplo. Podes también adquirir unos 30 mil likes por $14 mil. Incluso hasta te los venden con una garantía de dos años”, explica un especialista en redes.
Volviendo a Egestti, las denuncias que constan en la justicia son cuatro. Aunque la certeza de los investigadores es que hay muchas más víctimas. Alcanza un repaso rápido en internet para leer la multiplicidad de reclamos en su contra.
“Compre una tira de luces led por transferencia. Decía que solo se podía por transferencia y que llegaba en 48 horas hábiles. Hoy ya pasaron casi 96 horas y no llegó la compra. Además de que estuve mandando al Instagram @bsasciudadgamer y nadie contesta. Cambiaron el nombre, antes era @laciudadgamer. Tengan mucho cuidado, no confíen en esa pagina”, escribió una usuaria identificada como Victoria.
Si bien el hombre en cuestión fue detenido en la Ciudad de Buenos Aires, en breve estará a disposición del fiscal Álvarez de San Isidro que en las próximas horas lo indagará. Sin embargo, no se espera que pueda estar detenido mucho tiempo. El Código Penal prevé una posible excarcelación por el tipo de delito.
Del dinero que se robó, hasta el momento, no se recupero ni un centavo.
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