C., el portero del jardín de Infantes 949 de Isidro Casanova que está siendo investigado por una serie de abusos a menores dentro de esa institución, se entregó en las últimas horas a la Justicia y quedó detenido, según informaron fuentes del caso a Infobae.
El sospechoso era investigado desde noviembre pasado, cuando la mamá de un nene del jardín denunció por abuso sexual. La causa recayó en la UFI N°2 especializada en Conflictos Sociales de La Matanza, que ordenó una serie de pericias y comenzó a investigar.
Un mes y medio después, el caos se adueñó del caso: padres de otros alumnos de ese establecimiento educativo, familiares y vecinos prendieron fuego esta semana el patio de la escuela y luego fueron a denunciar al mismo sospechoso ante las autoridades. El martes, la escalada de violencia terminó con la casa del hombre investigado con en llamas. Y una catarata de denuncias en su contra: en total son 12. Las víctimas serían chicos de entre 4 y 6 años y el expediente, al que pudo acceder este medio, tiene pruebas que complican seriamente al encargado.
Según la primera denuncia que disparó la investigación, la madre notó algo extraño en la forma de ir al baño de su hijo por lo que lo llevó al pediatra. La especialista revisó al nene y, ante lo que encontró, le recomendó a la madre alertar a la Justicia.
El chico fue revisado también por un médico forense. El resultado de esa pericia se mantiene bajo reserva para proteger al menor, pero, esa conclusión, le permitió a la Justicia avanzar.
La madre del chico contó que su hijo le mencionó a C., el sospechoso al que los chicos llamaban “el abuelo”. Sin embargo, cuando la víctima se sentó con una psicóloga infantil —previo a la cámara Gesell— no dijo nada. “Eso es habitual. Los chicos necesitan un tiempo para adaptarse y expresarse. No es fácil para ellos, por mas profesional que sea, sentarse con un extraño y contar algo así”, explicó una fuente judicial.
Mientras tanto, el caso tomó estado público y más padres se acercaron a denunciar. Los menores comenzaron a ser evaluados. “Les están haciendo reconocimiento médico y entrevistas con una psicóloga para ver si están en condiciones de declarar en cámara Gesell. El tema es que son muy chicos y todavía no están en condiciones de expresarse”, explicaron las fuentes.
Mientras tanto, en las últimas horas las madres de los niños comenzaron a declarar. Según pudo saber Infobae, “algunas contaron que sus hijos no les dijeron nada, pero igual querían que revisaran a los chicos”. Dependiendo de cómo avance la investigación, C. podría ser imputado por otros casos.
Los padres, a su vez, contaron a la prensa que el sospechoso denunciado trabaja en el jardín desde mayo, es el único varón entre los empleados y, además de su labor como portero, también cumplía funciones de auxiliar al momento de la merienda.
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