Sergio Paiva, un presunto vendedor de estupefacientes de 48 años fue asesinado a tiros en la tarde de este martes en el barrio Cabín 9, en la ciudad de Pérez, lindera a Rosario. Los sicarios dejaron al lado del cuerpo una nota dedicada al jefe narco Esteban Lindor Alvarado, quien fue condenado a prisión perpetua en junio pasado. En el mismo ataque resultó herido un sobrino de la víctima, que fue internado con múltiples heridas de arma de fuego.
“Esto es para el torro (sic) de Esteban Alvarado…¡¡¡Feliz año nuevo!!!”, decía la nota que fue secuestrada por el personal de la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal al lado de Paiva, quien falleció minutos después en el centro de salud de Pérez por los impactos de bala en el tórax y en las piernas.
Hasta aquí, nada nuevo para Rosario. Pero la historia no es tan sencilla, mucho menos con el nombre de Lindor Alvarado en el tablero.
Para los investigadores, hay cuatro posibilidades: el crimen fue un autoatentado de falsa bandera, una señal de la interna de la propia banda del capo, una mentira para despistar, o un gesto abierto de guerra por parte de Los Monos, rivales del capo. Hasta ahora, lo único que se sabe es que la víctima es un posible transa. Se desconoce, incluso, si era parte de las filas de Alvarado, o de quién.
Hasta ahora, es un muerto en la calle de Rosario, con el nombre de un temible pegado en la remera.
Según la información que recolectó el fiscal Gastón Ávila, a cargo de la causa, Paiva fue baleado en Hudson al 600 por dos personas que descendieron de un Chevrolet Corsa gris de tres puertas, con vidrios polarizados y sin patente. El auto, de acuerdo a datos aportados por testigos, además había contado con el apoyo de dos motos.
Los peritos forenses incautaron en la escena del homicidio siete vainas servidas calibre 45 y diez vainas servidas calibre 9 milímetros, por lo que se sospecha que para el ataque se usaron como mínimo dos armas. Entre las prendas del fallecido se hallaron cinco bochitas de cocaína y más de 30 mil pesos.
Sergio Paiva, según los registros policiales, tenía una causa por robo simple del 5 de diciembre de 2013 y dos denuncias por amenazas a familiares que datan del 10 de febrero de 2018 y del 10 de mayo de 2020. No tenía ninguna investigación en su contra por comercialización de estupefacientes.
Investigadores policiales entrevistaron a familiares del hombre asesinado y del herido (Francisco M., de 27 años), quien fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez con heridas de bala en el torso y en la pierna derecha. Allí obtuvieron información de que Paiva se dedicaba supuestamente a la venta de droga, aunque no recibieron precisión para quién.
Tampoco es la primera vez que Esteban Alvarado figura en una nota tras un ataque a tiros. El pasado 12 de diciembre balearon el predio de Televisión Litoral. El sicario –que fue filmado por cámaras de seguridad– dejó un cartón escrito con el siguiente texto: “Esteban Alvarado, Morocho Mansilla, Alan y Lamparita Funes, dejen de trabajar con los fiscales y AIC (Agencia de Investigación Criminal) porque vamos a matar a un policía todos los días, dejen de batir la cana y dejen de confinar a los pibes en pabellones chicos, dejalos subir a los pabellones, con la mafia no se jode”.
En la investigación por el crimen de Paiva tampoco se descarta una autoincriminación. En la condena a prisión perpetua de Alvarado, dictada en junio pasado por un homicidio, asociación ilícita y maniobras de lavado, se lo halló culpable por atentados a tiros contra el edificio de Tribunales provinciales y contra el Centro de Justicia Penal, donde los sicarios dejaron cartones que decían: “Con la mafia no se jode. Atte: Esteban Alvarado”.
Esos mensajes, cuando ocurrieron los ataques a finales de 2018, fueron interpretados en un comienzo como balaceras hechas por Los Monos que intentaron atribuírselas a Alvarado, ya que la firma “Con la mafia no se jode” era usada por el clan Cantero. Sin embargo, en el avance de la causa de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, se pudo establecer que había sido el propio Alvarado el instigador de esos hechos.
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