Agustín Alejandro Fernández (19) fue asesinado el 28 de septiembre pasado. Aquella tarde estaba reunido con un grupo de amigos en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, en La Matanza, cuando otro joven con el que mantenían un conflicto los encaró y les disparó varias veces con una pistola calibre 9 milímetros. Uno de los balazos impactó en el pecho de Agustín, que murió en el acto. El resto del grupo resultó ileso ante el ataque y logró escapar.
A tres meses del homicidio, en las últimas horas cayó el presunto autor del crimen. Detectives de elite de la División Homicidios de la Policía Federal detuvieron a J.A.R., alias “El lágrima”, de 18 años de edad. Lo atraparon en la localidad de González Catán, mientras caminaba por la calle Lucio Fontana al 700.
Según fuentes policiales, los agentes habían obtenido el dato que estaba viviendo en un domicilio de esa zona. Así, montaron una vigilancia discreta y cuando lo vieron salir lo capturaron.
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El Lágrima tenía pedido de captura nacional e internacional. Fue trasladado a la Comisaría 2ª de González Catán, donde quedó alojado por disposición del magistrado Fernando Pinos Guevara, titular del Juzgado de Garantías Nº4 del departamento Judicial La Matanza: está imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, homicidio agravado en grado de tentativa (en ocho casos) y portación ilegal de arma de guerra.
El crimen se registró alrededor de las 16.30 de aquel día de septiembre en inmediaciones de la plaza del barrio de Villegas, en un pasillo ubicado en la calle 305, entre 306 y 304. Fernández estaba allí junto a ocho personas, varias de ellas menores de edad. En esa circunstancia, de acuerdo a la investigación, Ricci salió de una casa cercana y se dirigió al grupo de amigos.
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En un principio, se especuló con que los había increpado por un problema vecinal relacionado con un sobrino, aunque luego se siguió la hipótesis de un ataque derivado de una disputa territorial entre bandas criminales antagónicas.
Lo cierto es que la víctima fue alcanzada por uno de los balazos y cuando llegó la ambulancia ya había muerto. Trabajaron en el lugar personal de la Comisaria Este 3ª de Ciudad Evita y de la Policía Científica, que realizó el levantamiento de rastros y halló siete vainas servidas.
Otro caso en Ciudad Evita
El pasado 12 de diciembre, un oficial de la Policía Federal de 29 años estaba en su casa de la localidad de Ciudad Evita, de franco de servicio, cuando de pronto comenzó a escuchar gritos en la calle. Enseguida reconoció las voces de su madre y su hermana. Cuando salió vio como al menos tres delincuentes las golpeaban para robarles el auto. De inmediato, tomó su arma y disparó: mató a dos de los ladrones.
La causa es investigada por el fiscal de Homicidios de La Matanza Gastón Duplaá, quien tras las primeras investigaciones resolvió no adoptar momentáneamente ningún temperamento contra el oficial ayudante del Cuerpo de Infantería al considerar que, en principio, actuó en legítima defensa.
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